Menos mal que te despertaste, Sabella
El DT se equivocó con el planteo en la primera parte, pero por fortuna se redimió en la segunda mitad...
La victoria argentina en su debut mundialista mostró las diferentes caras que puede tener la Selección, ya sean positivas o negativas. También se pudo ver la rápida reacción de Alejandro Sabella, que despertó a tiempo, para cambiarle la cara a un equipo irreconocible.
La entrada de Fernando Gago y de Gonzalo Higuaín hicieron que la Selección sea la de siempre. El sistema 5-3-2 no es una mala opción, sobretodo cuando el rival juega con dos delanteros centro, pero si se deja jugar al rival, sin presionarlo en el circuito de juego, cualquier equipo es la Holanda del 74.
El cambio en el entretiempo a un módulo 4-3-3 permitió la conexión entre los delanteros, que estuvieron muy aislados en el primer tiempo. Argentina tuvo la suerte de encontrar el gol por un regalo a los dos minutos y eso terminó favorenciéndolo, pero en el juego dejó que desear.
En la segunda parte se vio a la verdadera Argentina, con un Gago activo y conectando a los cuatro cracks. Un Messi que cambió rápido el chip, después de 60 minutos en los cuales no resolvió como suele hacerlo. Por suerte volvió a ser él con un golazo.
El segundo tanto noqueó a los bosnios, que solo descontaron por la relajación argentina ante un rival liquidado. Sabella puso un 4-4-2 para no pasar sobresaltos, aunque el partido estaba sentenciado.
La misión para el sábado es recuperar los buenos momentos en el mayor tiempo posible. Por la envergadura de Irán, seguramente se juegue con el tridente para presionar apenas se pierde el balón, que fue lo que le faltó hoy con el famoso 5-3-2.