Megaoperativo de testeos y búsqueda de contactos: Córdoba movilizada ante la posible propagación de la cepa Delta por culpa de un viajero
El hombre, de 62 años, que había llegado al país desde Perú, viajó de Buenos Aires a Córdoba, donde rompió el aislamiento con una reunión familiar.
Ya son 260 los aislados por el caso del hombre que llegó de Perú a Córdoba vía Buenos Aires y, a la semana, dio positivo de coronavirus de la variante delta. Había roto el aislamiento con una reunión familiar y un almuerzo con otros parientes. Ya hay 13 contagios confirmados, no todos vinculados con el caso cero. Además se confirmó que en los más de 500 testeos ya realizados se detectó, además, un caso de cepa Manaos, cuya procedencia se analiza.
Según señala La Nación, este viernes hay operativos en tres barrios de la ciudad (que las autoridades pidieron no difundir) y se estima que van a realizar unas 500 pruebas más, además de las espontáneas a quienes se acerquen a los centros montados.
El Ministerio de Salud de Córdoba denunció al hombre ante la Justicia por haber roto el aislamiento, y la causa está en manos del fiscal Andrés Godoy, coordinador de la Unidad Fiscal de Emergencia Sanitaria. Por el momento no hay imputaciones y la causa podría pasar al ámbito federal. El delito que se le imputaría es “propagación de enfermedad”, para el que se prevé una pena de entre tres y 15 años de cárcel.
Fuentes de la Municipalidad de Córdoba confirmaron a La Nación que ya se realizaron testeos en una empresa “grande” donde trabaja uno de los contactos estrechos del hombre, todos dieron negativos. Ayer realizaron, entre Municipalidad y Provincia, unas 500 pruebas. A ese universo, en 72 horas, se les realizará un PCR. Hoy se desplegó un amplio operativo en tres barrios: el del contagiado y de sus contactos.
La Municipalidad habilitó para testeos tres centros de salud que habitualmente no cumplen esa función para poder atender la demanda “espontánea” de vecinos y, además, hay unos 150 promotores de salud buscando a gente que podría ser vínculo de los contagiados, entre los que hay cinco menores. No hay embarazadas.
Hay cinco “burbujas” de aislamiento en cuatro escuelas —dos privadas, una municipal y una pública provincial— a donde asisten algunos de los contactos; también allí hay operativo de testeos. Entre los mayores de 18 años contagiados, hay dos sin vacunar (el caso cero y una persona que no quiso inmunizarse) y el resto tiene una dosis. Hasta el momento todos transitan la enfermedad sin mayores problemas.
El hombre, de nacionalidad peruana y radicado hace tiempo en Córdoba, llegó el 19 al Aeroparque Jorge Newbery desde su país, adonde quedó su esposa. Allí lo fue a buscar en auto un sobrino. El test de antígeno hecho en el aeropuerto le dio negativo, y quien lo trajo no se aisló porque no está obligado, aunque “se recomienda” hacerlo, según fuentes de Salud. Esa persona dio negativo en los exámenes posteriores.
El 21 de julio, se realizó el control telefónico y se programó el testeo correspondiente al séptimo día. El hombre comenzó con síntomas el 23 pero no consultó y el 26, cuando se le realizó el test para el alta, dio positivo. La variante delta fue identificada por el Laboratorio Central de la Provincia de Córdoba, el 27 a la noche.
Todas las muestras se enviaron al Instituto ANLIS-Malbrán y al INTA Córdoba, en el marco del proyecto PAIS, para confirmar la variante involucrada por secuenciación completa del genoma viral.
Según la reconstrucción de los hechos, un grupo chico hizo una reunión para darle la “bienvenida” —había estado unos dos meses afuera— y, además, almorzó con otras personas cuando fue a buscar un auto. El hombre tenía dos PCR negativos y un test de antígenos negativo. Con todo, el caso cero no se reunió con los 13 contagiados, sino que otros también fueron esparciendo el virus.
Cómo son los traslados de viajeros
La Dirección Nacional de Migraciones trabaja en conjunto con las provincias para el seguimiento de quienes llegan desde el exterior y deben cumplir aislamiento, aun cuando el test de antígenos de positivo (si es negativo no puede moverse).
La persona debe llenar una declaración jurada que incluye los datos claves para el control, incluyendo cómo se trasladará a su casa y dónde hará el aislamiento. Es decir, todos los datos dependen de la buena fe de quien la completa.
Esos datos son comunicados a las áreas provinciales que deben hacer el seguimiento. Una zona gris es, por ejemplo, si alguien cambia de planes después de completar la declaración jurada respecto de cómo viajar a su destino final. En el caso del hombre que vino de Perú, el nombre de la persona que lo trajo fue dado por él ya que no consta en ninguna documentación.
“Si sale con un resultado negativo es altamente probable que no contagie —advierte una fuente de Salud—, pero es cierto que en asintomáticos los tests de antígenos pueden dar falsos negativos. Dependemos mucho de la responsabilidad de la persona, de que cumpla los protocolos establecidos”.
Hace un mes, la Dirección de Migraciones anunció adelantó que efectivizaría 300 denuncian penales contra quienes volvieron de viaje y no cumplieron el aislamiento. Inspecciones realizadas en una decena de distritos, en ese momento, dieron que cuatro de cada diez no cumplían lo establecido.
En declaraciones a FM Delta, la titular de Migraciones, Florencia Carignano, dijo que los controles de los aislados deberían ser presenciales y no telefónicos (como los hace Córdoba) y reiteró: “En el modelo hoteles no hay manera de que no se cumpla con la cuarentena. Es un modelo que cuesta más, porque es una logística más importante, pero la provincia de Buenos Aires lo está haciendo muy bien, San Juan también tiene el mismo sistema. Ese era el modelo a seguir. El Presidente les dio posibilidad. Las provincias luego eligieron”.
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