Medicinas alternativas: parecen pero no son - Parte I
Las practican médicos diplomados y otras personas sin título alguno. En ambos casos la eficacia brilla por su ausencia.
Las medicinas llamadas "alternativas" o "complementarias" son a la medicina científica lo que la astrología es a la astronomía o lo que la alquimia es a la química. En realidad, como dice el Dr. Ernesto Gil Deza, Director de Investigación y Docencia del Instituto Henry Moore, son medicinas "parasitarias", porque viven a expensas de la medicina científica, ya que frecuentemente un paciente que está haciendo un tratamiento médico convencional, también acude a las "alternativas" y generalmente le atribuye algún alivio o curación a éstas últimas.
Cómo distinguir una medicina inútilEl caballito de batalla de las medicinas "parasitarias" es que dicen ser inocuas, no producen efectos secundarios, son indoloras y no invasivas. Con estas características, los pacientes son presa fácil para los "profesionales" que ejercen estas medicinas ineficaces.
"Inocuo" significa que no hace daño. Pero que un tratamiento no haga daño no es ninguna garantía de que sea eficaz. Frecuentemente los tratamientos se presentan como "no tóxicos".
No menos importante es cuando se apela a la antigüedad de una disciplina y por ello se le da autoridad. Un disparate puede ser antiguo, así como un método ineficaz también puede serlo.
Otra característica es que no hay investigaciones -salvo raras excepciones- que aparezcan en las revistas especializadas de medicina científica y ciencia en general. Las investigaciones generalmente no existen o son publicadas en revistas que editan los propios médicos alternativos, o las organizaciones a las que pertenecen.
Como dato clave, no es infrecuente ver que los que practican estas "medicinas", se presentan en la televisión para promover sus "descubrimientos" y muy a menudo llevan testimonios de personas, o pacientes, que aparentemente fueron curados por dicha disciplina. Así escuchamos que "el profesor Fulano, me curó mi artritis", "gracias a el doctor Zutano dejé de fumar", etc.
Casi todas apelan a términos científicos que ya hemos mencionado en la nota "Cómo detectar a un charlatán": energía, armonización, vibración y natural.
El énfasis en la palabra "natural" es un indicio de que nos encontramos frente a una medicina "parasitaria". Lo "natural" suena bien, aunque pueden haber productos naturales, como hierbas, que hagan daño si son consumidas con asiduidad.
Algunas medicinas y tratamientos parasitarios
Entre los más difundidos encontramos una larga lista de tratamientos y medicinas que no han logrado comprobar su eficacia y validez:
- Homeopatía (la más popular de todas. Hasta se la toma por científica)
- Flores de Bach
- Acupuntura
- Reiki
- Quiropraxia
- Aromaterapia
- Terapia angélica
- Terapia áurica
- Astroterapia
- Medicina Ayurvédica
- Curación por la fe
- Cirugía Filipina
- Iridiología
- Fotografía Kirlian
- Magnetoterapia
- HANSI (usado en diversos tipos de cáncer)
- Crotoxina (cuya eficacia no se probó nunca)
- Reflexología
- Toque Terapéutico
- Urinoterapia (consiste en beber la propia orina como remedio)
- Curación Cuántica
- Medicina vibracional
- Medicina ortomolecular
- Osteopatía
- Medicina integrativa
- Curanderismo
- Medicina holística
- Comunicación facilitada (usada ineficazmente en casos de autismo)
- Terapia bioarmónica
La lista es larga y no deja de aumentar. A cada momento se agrega alguna "terapia" o "tratamiento" más. La imaginación no tiene límites.
Nada más que en los Estados Unidos se gastan miles de millones de dólares en medicina alternativa, lo cual parece ser un buen negocio para sus cultores. En el video te mostramos qué halló el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM, por sus siglas en inglés), creado por el senador Tom Harkin y sito en Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) para investigar la eficacia de las medicinas alternativas.
Medicinas alternativas: ¿Ciencia o placebo? por raulespert
Algunos dirán que la homeopatía no es una pseudociencia o una falsa medicina, porque están acostumbrados a ver que la practican médicos que se recibieron en la universidad, que hay farmacias enteramente dedicadas a la venta de productos homeopáticos y revistas, congresos y otros eventos donde los homeópatas se reúnen. En otra nota hablaremos detalladamente de la homeopatía. Ahora estamos tratando de brindar un enfoque general para que el lector tenga una idea de cuántas medicinas no eficaces se están aplicando diariamente.
En realidad, todos estos tratamientos y terapias parecen funcionar en las enfermedades crónicas, es decir, aquellas que se mantienen en el tiempo y no son terminales: asma, artritis y otras por el estilo. Pero es difícil saber qué pueden hacer las medicinas "parasitarias" con un infarto, una septicemia o con una apendicitis, por ejemplo. El Dr. Aldo Slepetis, ya fallecido, solía decir: "ellos atienden a la gente, pero los certificados de defunción los tenemos que firmar nosotros", haciendo alusión que finalmente, el que terminaba tratando con los pacientes que se morían eran los médicos científicos, no los "alternativos".
Algo que no es tenido en cuenta por la mayoría de los pacientes, aunque sí por los científicos, es el efecto de la sugestión, causa por la cual aquéllos experimentan una mejoría luego de consultar a un médico alternativo o a un curandero. En ciencia se lo conoce como el "efecto placebo", que explicaría varias de las "mejorías" experimentadas por los enfermos.
En la segunda parte daremos algunas razones más por las cuales la gente recurre a estas pseudomedicinas y también proporcionaremos algunos detalles más para evitar que los pacientes gasten dinero y pierdan tiempo con tratamientos inútiles e ineficaces, cuando no peligrosos.