"Me llena el corazón ver al equipo jugando como quiero"
* Por Gustavo Yarroch. Matías Almeyda sale recién duchado del vestuario del complejo que tiene en Benavídez. Remera, jeans, zapatillas y una mochila de River, se cruza con un par de hinchas que le piden una foto. Sube la escalera que conduce a la terraza y se tropieza.
"Uy, casi me mato", se ríe y estira la mano derecha para saludar con un apretón. Invita a ingresar a una sala con un nombre que rompe con el aspecto bucólico del lugar: directorio. Pero el técnico de River no se comporta como el empresario que invirtió en un megaproyecto futbolero sino más bien como lo que es: un apasionado del fútbol y de River. Así, le dirá a Clarín que hoy no se imagina dirigiendo a otro equipo, confesará su deseo de transformarse en "el Ferguson de River" y afirmará que su "máximo deseo es que el equipo vuelva a la A jugando bien, como marca la historia".
¿Ya están jugando como querés? De a ratos sí, y me llena el corazón ver al equipo jugando a lo que quiero, a lo que uno entrena. Más que nada por ellos, porque los que van a sacar a River adelante son los jugadores. Uno puede darles herramientas en la semana, pero los que deciden son ellos. Lo más lindo para un jugador es la libertad mental que le puede transmitir un técnico, y yo trato de transmitirles eso: que disfruten de lo que hacen con respeto y responsabilidad. Que cada vez que entran a una cancha sea una fiesta. Que puedan mirar a las tribunas, a los rivales sin pelearlos, algunas veces. Quiero que se apoyen, que estén unidos más allá de quién juegue porque la unión es lo único que va a sacar al equipo adelante, y lo están haciendo.
¿Hoy tu sistema es el 4-4-2? Hoy, sí. En un futuro creo que vamos a tener que cambiar. Viste que en la B se estudia mucho al rival; entonces vamos a tener que hacer algún cambio, pero no es el momento. Contra Merlo no los tuvimos ni a Abecasis ni a Vella e improvisamos un 3-4-1-2. Y si bien si lo hubiésemos ganado estaba bien, fue un 0-0 en el que nos crearon varios contraataques y quedamos expuestos. Hay que trabajar cada cosa, y para eso se requiere de una pretemporada.
Si te decían: seis victorias y cinco empates. ¿Firmabas? Sí, cómo no. Pero esto es larguísimo. Va a ser un campeonato interminable. Vamos muy bien, creciendo, y esto es lo que nos da fuerza. No conseguimos nada porque todavía estamos en la B Nacional, pero a la vez conseguimos muchísimo. Hacía rato que River no jugaba partidos como los que ha jugado, más allá de la categoría. Rescato una cosa: la humildad que tienen los jugadores. Saben que no se puede subestimar a nadie y dejan todo en cada partido.
¿Te pasó como al hincha, que sufrió más los empates contra Defensa y Justicia y Merlo que los otros? No. Una vez hablé con un hincha después de un triunfo. Me dijo: "Estamos en la B y tenemos que ganarlo de punta a punta".
Y eso creo que es subestimar a los demás. Porque hoy River está en el Nacional B por creernos que éramos los mejores del mundo. El fútbol está muy parejo. Los equipos que ascendieron a la A complican a los de la A. De hecho, Belgrano nos ganó un poco porque no dio ni una pelota por perdida. Por eso hay que correr a muerte , como corren todos, y tratar de hacer la diferencia con la calidad de nuestros jugadores.
¿Pensaste alguna vez qué pasaría si no logran el ascenso? Y... Seguramente, la primera patada en el culo va a ser para mí. Pero digo que nunca fui cobarde. Hubo un millón que quisieron venir a River en los momentos más lindos. En los momentos complicados fuimos pocos los que volvimos y los que se quisieron quedar. En el peor momento yo quiero estar, siendo consciente de que puedo perder toda esa idolatría que tuve como jugador. Algunos por ahí le van a dar valor sólo a un resultado, no al sentimiento que tengo por River. Yo sólo deseo y le pido a Dios que me ayude a dejarlo a River en la A por este grupo de jugadores, por mí, por la dirigencia y por la cantidad de hinchas que quieren a River. Sería el logro más lindo que pueda alcanzar en el fútbol. Lo deseo con toda mi alma.
¿Tu idea es ascender e irte, o te gustaría seguir? No, no, ni pienso. No podemos pensar en lo que va a pasar, sino en vivir el día.
Pero es raro que no te plantees la chance de seguir.
En River me quedaría como hizo Ferguson en el Manchester. Me quedaría hasta que me muera, pero en el fútbol argentino es imposible pensar en eso. Sería algo hermoso. La verdad es que no me veo dirigiendo a otro equipo. Cuando les hablo a los jugadores, lo hago con mucho sentimiento. Se me haría muy difícil dirigir a otro equipo hoy o dentro de un año y tramsitirle un sentimiento.Por ahí no tengo un gran léxico, pero sí les hablo con el corazón. Siento que les llego desde ese lugar, porque lo hago de hincha.
¿Qué les decís? Es que no sé porque es algo que me va saliendo en el momento. Es más: a veces me emociono hablándoles. El amor que le tengo a River es muy grande. No lo digo para que lean y digan: "Guau".
Lo digo sólo porque lo siento.