"Me da risa la histeria de los fans"

Una nueva voz de la canción adolescente americana suena en la pantalla local cada vez que Julieta Díaz y Facundo Arana tienen un encuentro especial en "Cuando me sonreís", la nueva tira de Telefe: "Just The Way You Are", N° 1 de los rankings mundiales, es el hit del nuevo fenómeno pop, Bruno Mars.

A diferencia de Justin Bieber o los hermanos Jonas, que representan a la más prolija generación Disney, Mars llegó para instalarse como la voz de quienes se saben en la edad de la rebeldía y la experimentación. Uno de sus primeros éxitos como compositor (aunque no como intérprete ya que el tema fue escrito para el rapero y cantante de R&B Cee Lo Green) fue un tema titulado "Fuck You", que en los Estados Unidos fue censurado y reeditado como "Forget you". Con esa nueva nomenclatura, la canción estuvo dentro del Top 10 de la Hot 100 del american Billboard.

Bruno nació con el nombre de Peter Gene Hernández en el Estado de Hawaii. De ascendencia filipina y puertorriqueña, Mars resultó ser un buen combo étnico para la línea progre del pop. Su papá, Pete "Dr. Doo- Wop" Hernández es miembro fundador de un grupo de voces hawaiano llamado Love Notes, veteranos de la escena turística hotelera hawaiana de fines de los ’80 y principios de los ’90.

Noticias: Una intriga, ¿Por qué se hace llamar Bruno Mars cuando su nombre es Peter?

Bruno Mars: Fue mi padre quien comenzó a llamarme Bruno por el luchador Bruno Samaritano. Soy más Bruno que Peter ya.

Noticias: ¿Cómo fue crecer en una familia de músicos y performers?

Mars: Mis padres, mis tíos y mi abuelo se presentaban en diferentes hoteles de Hawaii. Apenas había dejado los pañales cuando mi papá me subió, por fin, al escenario con él. Tocaban y cantaban canciones y luego cada integrante del grupo hacía su propia interpretación de Ray Charles o Chuck Berry. Mi mamá, que también cantaba en el show, me cosió un traje dorado en miniatura cuando tenía 3 años, con el que subía a escena e imitaba a Elvis mientras cantaba "Hound dog".

Noticias: De chico también apareció en una película, "Honeymoon in Vegas", justamente, imitando a Elvis.

Mars: (Ríe) Sí, ahora, cada vez que voy a un programa, pasan esa escena. ¡Me persigue! Pero en aquel momento, ¡me encantó! Tuve mi primer acercamiento a Hollywood y, la verdad, no tenía demasiada noción de lo que estaba haciendo. Me gritaron, ‘empezá’ y yo comencé a cantar. Nada más que eso.
A los 10 años, sus padres se divorciaron y el show familiar terminó. Su hermano, Eric, un baterista que toca hoy con Mars, se mudó a Los Angeles y Bruno lo siguió.

Noticias: ¿Cuándo se fue de Waikiki?

Mars: Apenas terminé el colegio. Me compré un boleto de ida para California. En aquel momento cantaba y hacía mis shows...

Noticias: ¿Cantaba su propio material?

Mars: No, no. Trabajaba en un show de magia llamado "La magia de la Polinesia", allí me encargaba de los momentos musicales. Era como un fenómeno de circo, hacía cualquier cosa que me pidieran. Allí fue donde me dije, "Dios, me tengo que ir". Así que, con 700 dólares en el bolsillo, me fui a Los Angeles para no volver.

Noticias: No es fácil acceder a la industria discográfica, pero usted lo consiguió en poco tiempo, ¿cómo lo logró?

Mars: Fue un golpe de suerte, la verdad. Una de mis hermanas conoció a Mike Lynn (que en aquel momento era la mano derecha de Dr. Dre, productor de música rap y fundador de Aftermath Entertainment). Era una grabación espantosa, mi voz parecía la de "Alvin y las ardillas". Pero escuchó algo en mí que le gustó y así fue como me ofreció grabar.
Luego de realizar un demo junto a Lynn, Universal, Motown firmó un contrato con él de 100.000 dólares. Pero lo que parecía la entrada por la puerta grande a la industria de la música pasó a ser una de las mayores decepciones.

Noticias: ¿Cómo fue ese momento?

Mars: Muy feo. En aquel entonces, compartía manager con mi amiga Ke$ha. Todas las semanas me llamaba y me preguntaba, "¿A vos te están llamando? A mí no me llama nadie, ¿qué mierda pasa?" La verdad es que nos estaban cagando. Nos convertimos en un club de proyectos pop con nuestros sueños tanto a un paso de concretarse como al borde de desvanecerse. Un año después, el contrato con Universal se rompió y comencé a tocar con mi hermano y un tecladista en bares donde interpretábamos covers. Ganábamos unos 200 dólares por show pero seguíamos escribiendo canciones y buscando cómo firmar de nuevo con un sello.

Noticias: Co escribió 2 canciones que resultaron ser un hit ("Nothing on you" y "Billionaire") y cantó los estribillos en una de ellas, convirtiéndose rápidamente en el primer solista masculino en irrumpir en el Top 10 de ventas con cuatro singles consecutivos en las últimas dos décadas. ¿Cómo hizo?

Mars: Luego de terminar mi contrato con Universal, logramos firmar con Atlantic Records. Nos preguntaron si podíamos darle "Nothing on you" a B.O.B (Bobby Ray Simmons), un rapero. No me cayó tan bien ya que era una balada y B.O.B es rapero. Fuimos al estudio y ahí lo conocimos. Estaba con una guitarra, tocando Coldplay y otras cosas por el estilo. Comenzamos a hablar de música, nos caímos bien y luego, él entró al estudio, destrozó mi canción y la convirtió en el éxito que es hoy.

Noticias: ¿Cómo es escribir con dos personas más y para otros?

Mars: Me gusta que estemos en la misma habitación, evito los mails y las sesiones de video chat. Abordamos los proyectos como un equipo. Uno de nosotros dice la mitad de una línea, el otro la termina y así hasta concluir la canción.

Noticias: ¿Y ahora que vive su propio éxito?

Mars: Intento no tomármelo demasiado en serio. Me da risa el divismo y de la histeria de los fans aunque, la verdad, su amor me conmueve. Sé que muchos de mis fans, luego de mis recitales se van a la casa a ver Nickelodeon. También es algo a tener en cuenta. ¡Son muy jóvenes!

Noticias: En la Argentina recién lo estamos conociendo, ¿cómo le gustaría que lo reciban?

Mars: Quiero que mis canciones simplemente te sorprendan. Me gusta ‘Wonderful Tonight’, de Eric Clapton y ‘You are beautiful’, de Joe Cocker. No pienso de más. No soy un tipo poético. No voy a dármelas de Shakespeare. Si quiero escribir una canción sobre cuánto amo la cola de una chica, va a decir: ‘Amo tu cola’. Así que, ¡prepárense!