Máximo Thomsen se quebró en medio del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa: “Quiero pedir disculpas”
Ocurrió luego de que la madre del acusado declarara en el juicio que padece cáncer.
Como ocurrió días atrás con Luciano Pertossi, inesperadamente Máximo Thomsen se quebró en el medio del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa y declaró ante el tribunal que lo juzga por el asesinato del joven estudiante de derecho, ocurrido el 18 de enero de 2020.
Luego de una jornada en la que declaró Juan Pedro Guarino –uno de los dos rugbiers sobreseídos de la causa-, Tomás Colazo –el sindicado “rugbier 11” y otros amigos, fue el turno de algunos de los familiares de los acusados.
En su declaración, Rosalía Zárate, la madre de Máximo Thomsen reveló que tiene cáncer. El acusado, apuntado por ser quien le habría dado múltiples patadas en la cabeza a Fernando, se puso a llorar cuando vio a su mamá. Luego pidió declarar.
Máximo Thomsen: "Jamás en la vida se me hubiera ocurrido tener intenciones de matar a alguien"
"Quiero pedir disculpas principalmente porque jamás en la vida se me hubiera ocurrido tener intenciones de matar a alguien, dijeron varias cosas sobre mí. Tuve muchos años, no me reconocía. Quiero pedir disculpas porque es algo que nunca hubiera buscado", dijo el principal acusado del crimen de Fernando Báez Sosa.
"Nosotros nos levantamos como a la una de la tarde –del 17 de enero de 2020- después de una noche que quisimos salir y no pudimos, pero como estábamos ente amigos y con mucha gente conocida en Zárate que estaba en la zona, decidimos salir", dijo.
Contó que armaron heladeritas para ir a la playa y llevaron alcohol para tomar durante esa tarde. "Cuando se estaba haciendo de noche ya estábamos medio mamados", contó.
El comienzo del enfrentamiento en el boliche, relatado por Thomsen
Thomsen relata la noche desde la previa: "Seguíamos tomando y como a las tres y media, cuatro decidimos ir para poder entrar al boliche para no perdernos al artista".
"Yo fui el primero que entré y fuimos directo a la barra a canjear la consumición. Había mucha gente. Había tanto movimiento que se volaba el vaso. Nunca saqué el celular".
“Me acuerdo que en una ocasión yo digo 'por favor basta de empujar' y siento que alguien me responde 'estamos todo en la misma'. Cuando termino de decir eso me empuja alguien, me doy vuelta y era un amigo, que tenía un chichón".
Máximo Thomsen contó que lo sacaron del boliche tras ver a su amigo con un chichón.
"Me preguntaron si era el amigo y me sacaron a mí también. Me agarran de atrás, sentí presión muy fuerte. Me asusté. Trató de sacar las manos porque me estaban asfixiando. En eso escucho 'llévenlo a la cocina que los cagamos a palo'. Cuando estoy por pasar por el pasillito siento que me pegan dos piñas en las costillas", dijo sobre los minutos previos a ser sacado del boliche.
Al salir del boliche, Thomsen agregó: "Veo que uno de mis amigos se estaba por meter en una ronda de gente desconocida. Salgo corriendo detrás de él y digo 'se van a pelear'. Y me pegan una piña en la cara. Lo primero que hago es defenderme tirando patadas. Pero jamás en la vida con la intención de matar a alguien", dijo y se puso a llorar.
Continuó: "Hace tres años que dicen que yo soy líder".
El final de la pelea: "Fue un abrir y cerrar de ojos"
"Siento que alguien me pone la mano en el pecho, me doy vuelta pensando que me iba a pegar y era un amigo, me dice 'basta'. Miré para el costado y nadie estaba pegando, me vuelvo a dar vuelta a ver si veo a todos mis amigos y me voy yendo", señaló Thomsen.
“Cuando llegan los demás comenzaron a comentar la pelea. Otro de los chicos dice 'creo que terminó mal' y yo digo 'no, cómo, si fueron segundos'. Para mí había sido una pelea, fue un abrir y cerrar de ojos".
Thomsen contó sobre la vuelta a la casa y la llegada de la policía: "Mi cabeza no lo podía procesar"
"Me acuerdo que nos levantan, no use más el celular en toda la noche, no me sentía capaz de escribir un mensaje. Me levantan y estaba la policía afuera. Salimos. Recuerdo que salí tercero, ahí escucho que son ellos", dijo.
Contó que les preguntaron a qué boliche salieron y si se habían peleado y tras responderles, los tiraron al piso.
"Cuando estábamos todos en el piso, nos dicen 'ustedes saben porque están acá?'. Ustedes mataron a un pibe. Ahí recuerdo que me empezó a dar vuelta la cabeza, empecé a vomitar, me empecé a sentir muy mal. No lo creía hasta el otro día. Mi cabeza no lo podía procesar porque no lo entendía".
Thomsen no quiere hablar sobre sus amigos
Le preguntaron a Thomsen si le pegaron en el boliche y respondió que no. Luego aclaró: "Responderé siempre y cuando se me pregunte sobre mí, sobre otro voy a decir que no".
Luego comenzaron a mostrarle videos sobre los momentos del hecho y ser consultado sobre las personas presentes, dijo que no los quería identificar.
Thomsen reconoció su zapatilla manchada con sangre
Le mostraron imágenes de la casa y de la ropa encontrada. Pasaron fotos de la vestimenta de todos y a cada prenda respondió: "No es mía".
Al ver la zapatilla manchada con sangre, que lo incriminó en el asesinato, reconoció: "Es mía".
Thomsen dice que no vio si Fernando no tenía reacción
El fiscal le pregunta si advirtió si la persona tirada en el suelo (por Báez Sosa) tenía alguna reacción: "En ese momento no miré, no sé, miré para arriba”, respondió Thomsen.
Thomsen no le quiso responder a Burlando: "Me insultó mucho"
Cuando llegó el turno de que Fernando Burlando y su socio Améndola le hicieran preguntas, Máximo Thomsen se negó a contestar.
"No me siento cómodo respondiéndole preguntas a una persona que me insultó mucho a mí, a mi mamá. Dijo muchas barbaridades sobre mi persona y no me siento cómodo", alegó.
La jueza Castro le respondió: "Usted tiene derecho a no responder pero ellos le van a preguntar".
Burlando dijo: "¿Porque se cambió la ropa?". Thomsen no respondió.
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