Mató a su mujer embarazada, se fugó hace 20 años y ahora pide la prescripción de la causa y volver a su casa

Un pedido de prescripción de la causa por la que fue condenado en Río Grande después de asesinar a balazos a su esposa embarazada de siete meses fue la primera señal de vida que dio Ramón Ángel Abregú en los últimos 20 años. Ese es el tiempo que el femicida lleva prófugo la Justicia.

El hombre que el 23 de enero de 2000 asesinó a Eva Azulina Falcón, su mujer, dentro del consultorio de una clínica privada, unos meses después de ser condenado se escapó del establecimiento penitenciario ubicado en el barrio Margen Sur, en donde debía cumplir 20 años de pena.

Ahora, la defensa de Abregú solicitó la prescripción de la causa por el tiempo transcurrido y si la Justicia fueguina acepta el pedido el asesino podrá regresar a su casa en libertad, confirmó una fuente cercana a la causa a Télam.

Veinte años atrás Abregú y la víctima se encontraban separados provisoriamente pero, unas semanas antes del crimen, el hombre había vuelto a acercarse a ella con intenciones de reconciliarse.

El día del femicidio, por motivos que nunca trascendieron, la atacó primero en su domicilio con un arma 9 milímetros y la mujer, herida de un balazo, logró escapar y buscar refugio en la sala de guardia del sanatorio Cemep. El agresor la encontró igual y la remató con cuatro disparos más.

Sin la figura agravante del “femicidio” (todavía no vigente) y sin contemplar el vínculo que los unía, la justicia condenó al hombre por “homicidio simple”. No obstante, con la fuga posterior y los años que permaneció en rebeldía, Abregú podría quedar libre luego de haber cumplido una proporción mínima de la pena que le impusieron.

Abregú fue condenado a 20 años de cárcel por matar a la mujer pero el 15 de febrero de 2001 se escapó de la cárcel y desde entonces consiguió evadir a la Justicia.

Los investigadores creen que el hombre logró escapar de la isla hacia Chile escondido en un camión, a través del Paso Fronterizo San Sebastián, y que desde allí se refugió en otro país limítrofe.

De acuerdo a lo que lograron reconstruir en aquel momento, el detenido aprovechó las deficiencias de seguridad del establecimiento carcelario llamado “Puesto 1”, donde por entonces había solo 3 policías para custodiar a 23 presos, y se fugó.