Mató a balazos a su amigo, convivió con el cadáver y lo escondió en una calesita abandonada
El presunto homicida estuvo en el mismo predio con el cadáver dos días. Los restos fueron encontrados a cinco metros del cuarto donde dormía.
René Luis Grobets estaba desaparecido desde el lunes, cuando salió de su casa para ir al hospital municipal de la ciudad de Chacabuco y nunca regresó. Tras una denuncia de su pareja, la búsqueda terminó en las últimas horas en el interior de un predio abandonado de esa misma localidad bonaerense. Lo habían asesinado a balazos.
El cuerpo del joven de 27 años estaba dentro de una calesita en desuso que funcionó en dicho terreno, ubicado en el cruce de avenida Presidente Raúl Ricardo Alfonsín (exavenida Colón) y Pringles.
En una pieza a unos cinco metros de ese lugar, la policía detuvo a Diego Abel Pérez, un vecino de 41 años que era amigo de la víctima y se convirtió en el primer y único sospechoso del crimen.
De acuerdo a las primeras versiones, Grobets y Pérez habían coincidido el sábado pasado en un asado y mantuvieron una discusión. Si bien no se conocen los motivos que desataron el conflicto entre ellos, se cree que el presunto homicida tuvo la intención de enterrar a su amigo en el predio, ya que encontraron un pozo a medio cavar. Pero la policía lo sorprendió antes y el cuerpo de la víctima quedó en la parte central de la calesita.
“Después de matarlo lo escondió en la calesita en desuso que hay en el predio donde vive y donde también se descartan autos abandonados, motos, cubiertas, chatarras. Hay no más de cinco metros de distancia entre la precaria habitación del acusado y donde estaba el cuerpo”, dijo una fuente cercana a la causa. También precisó que fueron dos días los que Pérez “convivió” con Grobets después del crimen.
Tras el hallazgo del cuerpo, la ayudante fiscal Erica Mattiuz de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 descentralizada en Chacabuco, Departamento Judicial Junín, dispuso que se realice la autopsia y las pericias correspondientes.
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