Sociedad
Maternidad postergada: el congelamiento de óvulos y la posibilidad de "en un tiempo"
El mes de la mujer no se trata sólo de celebrar sus derechos, sino también de recordarle al propio género de que se trata la verdadera sororidad.
Cuántas veces las mujeres que hemos decido postergar la maternidad o no ser madres nos hemos visto juzgadas por el dedo acusador de una sociedad machista y patriarcal. Pero justamente no han sido los hombres quienes nos han juzgado, sino otras mujeres. Aquellas que no comprenden el hecho de que por tener ovarios no estamos obligadas a procrear o a hacerlo a temprana edad.
Algunas (muchas) hemos decidido ser mamás después de los 35 años o 40 y hemos recibido de parte de otras frases poco émpaticas como "Hay cuando yo tenga 40 mis hijos van a estar crecidos y yo voy a estar de novia de nuevo con mi marido. Vos vas a estar cambiando pañales", "Sos vieja para tener hijos a esa edad", "Vas a ser una madre añosa. La paciencia ya no es la misma". Frases que no se pueden entender viniendo de parte quienes se autodenominan "sororas" o feministas.
"No te vas a sentir realizada como mujer hasta que no seas madre", le dijo una conocida a su hija +30 llevándola a la desesperación a la joven que se deprimía por no encontrar al "hombre ideal" y llevando la posibilidad de cumplir el deseo de su madre hasta las últimas consecuencias. A esa misma mujer le dije en una oportunidad: "Tener útero y ovarios no te obliga a convertirte en madre. Es una responsabilidad que va mucho más allá de eso", intentando defender a su hija. Por supuesto, no hubo una respuesta más que el silencio...
Desde hace un tiempo, el paradigma cambió y una de las grandes soluciones es que las mujeres podemos congelar nuestros óvulos y decidir cuándo y cómo ser mamás, por eso, Infoveloz conversó con el Doctor Gastón Rey Valzacchi, Director Médico Centro Procrearte y Maternity Bank, que asegura que "después de la píldora anticonceptiva, sin lugar a dudas la postergación de la maternidad por cuestiones sociales ha sido la gran conquista que trajo el nuevo siglo para la mujer".
De eso se trata. De LIBERTAD. "Al menos, el tema saltó de la 'vidriera´ mediática a la mesa de café. ¿Pero qué factor fue decisivo para que las parejas evalúen la posibilidad de dilatar el momento en el cual convertirse en padres?", explica
"Sin temor a equivocarnos, diremos que influyó sustancialmente la independencia económica de la mujer. Por supuesto que el desarrollo de la ciencia y la accesibilidad contribuyeron también", explica Rey Valzacchi.
"Yendo al grano, la pregunta del millón apunta a la eficacia de la técnica. El congelamiento de óvulos es la solución para un amplio grupo de mujeres que desean ser madres pero que tienen riesgos profesionales para encarar un embarazo (azafatas, personal de radiología, químicas, personal de la fuerza armada o aérea, deportistas etc)", especifica.
"Otro grupo importante son las mujeres que, sencillamente, están a la espera de encontrar una pareja con quien tener un hijo. En definitiva, mujeres que quieren ser madres en un futuro próximo pero que no quieren correr el riesgo de que el paso del tiempo se los impida", dice.
Detalla Rey Valzacchi: "En las últimas décadas, la edad promedio del primer embarazo en la mujer, ha ido aumentando en forma significativa, debido a múltiples razones de índole cultural, social y económica". Dentro de las técnicas de Preservación de la Fertilidad, la vitrificación de ovocitos es la única que permite conservar la capacidad reproductiva de la mujer, hasta el momento en que desee el embarazo".
"La técnica permite posponer la maternidad, el tiempo que se desee, con las mismas posibilidades de embarazo, que en el momento en que se vitrifican los ovocitos. Hay una relación directa entre capacidad fecundante de los óvulos y edad. A mayor edad, menor capacidad fecundante. Un estudio encontró, que en promedio, la mujer nace con aproximadamente 300.000 óvulos, pero los investigadores se sorprendieron, con la rapidez con que esta reserva disminuye", explica.
"Lo expuesto viene a demostrar que el eterno debate entre hombre vs. máquina, naturaleza vs ciencia es un sinsentido. Renegar de la ciencia es creerse omnipotente. Es negar la evolución. Algo así como resistirse a usar la calculadora o el celular", afirma.
"No pierde estatus de mujer ni de buena madre quien congela su deseo gestacional. Porque en definitiva, no deben quedar dudas de que esa mujer ya decidió que será madre. Esa mujer resguardó la posibilidad de tener un hijo con mas certeza que aquella que lo dejó librado al destino", cierra.
Es que la mujer hoy decide primero divertirse, viajar, descubrirse, saber qué quiere. TODO antes de ser mamá, porque se trata de eso. De elegir. De conocer opciones. De Ser mejores mujeres para ser mejores mamás y poder darle a nuestros hijos deseados lo mejor de nosotras. Y si deseamos no serlo, está bien. Seremos las mejores para nosotras mismas, que bastante nos ha costado llegar a donde llegamos... y nos falta.
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