Mataron a un hombre y a su hijo de ocho años en una picada mortal en Rosario
Ocurrió el sábado pasado, cuando dos autos competían a alta velocidad y uno de ellos chocó contra el vehículo donde viajaba a una familia.
“Estos hijos de puta me arruinaron la vida por correr picadas”. Con el dolor hecho piel, la única sobreviviente del incidente reflejó cómo se siente luego de que el sábado pasado dos hombres que corrían carreras entre sí por las calles céntricas de la ciudad de Rosario chocaron contra el vehículo en el que la mujer se movilizaba junto a su marido y su hijo de ocho años y los mataran a ambos.
En diálogo con el diario local La Capital, y desde el hospital donde permanecía internada por las heridas sufridas, Cintia Díaz contó: “Veníamos por Ayacucho. A esa hora no hay muchos autos y el semáforo está en intermitente. Íbamos a 40 porque yo soy muy cuidadosa con la velocidad”. Al llegar al cruce de esa calle con la avenida del Rosario “una luz se nos vino encima”, prosiguió la mujer en su crudo relato.
Primero, se avecinó un Citroën C4 blanco que logró esquivarlos. Enseguida, el marido de Cintia, David Pizorno, le empujó la cabeza hacia abajo para protegerla. Luego, vino el choque: un Renault Sandero negro impactó de lleno sobre la puerta del conductor. El auto de la familia dio un trompo contra un semáforo para terminar contra un árbol. Lo que seguiría era puro dolor para la mujer: su pareja y Valentino, de ocho años, murieron en el acto.
De acuerdo a la información suministrada por los medios locales, los fiscales que investigan el siniestro vial imputarán hoy a uno de los responsables del choque, mientras el otro conductor sigue internado. Walter Jurado y Valeria Piazza, de la Unidad de Homicidios, evalúan aplicar la figura de homicidio simple con dolo eventual, y pedirán que ambos conductores que iban corriendo picadas sigan detenidos.
Ciertos dispositivos electrónicos de la zona mostraron que ambos automovilistas venían haciendo “pruebas de velocidad y destreza” unas cuatro cuadras antes de colisionar contra la familia. El tacómetro del Sandero quedó clavado en 120 kilómetros por hora, pero los investigadores esperan el resultado de otras pericias.
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