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"Matame, pero a casa no voy", le dijo Raúl Gámez a sus secuestradores

Ayer por la noche secuestraron al ex presidente de Vélez, quien se liberó al saltar del auto en movimiento. Hoy habló con "Chiche" Gelblung.

Raúl Gámez, ex presidente de Vélez y precandidato a diputado nacional en el frente Unen fue secuestrado ayer por la noche en el barrio porteño de Versailles mientras caminaba junto a su secretaria por Lope de Vega y Nogoyá.

En declaraciones televisivas, el ex dirigente de Vélez contó que eran tres los delincuentes que lo eligieron "al boleo" y luego lo reconocieron: "Este es Gámez, el de Vélez, vamos a la casa a buscar todos los dólares que se choreó", dijo uno de los secuestradores.

Entonces, los maleantes intentaron ir al domicilio de Gámez, pero él se resistió a indicarles cómo llegar a la dirección que figuraba en su documento, que ya estaba en manos de los secuestradores. "Matame acá, pero a mi casa no voy", se negó el secuestrado, quien recordaba que en su vivienda estaba su hija.

"Estábamos entregando unos papeles y aparecieron estos muchachos. Me rompieron la cabeza, se sentaron en mi coche, y yo veía que ellos hablaban. Los llevé para Martínez porque querían más plata. Uno me reconoce, y dice `este es Gámez, lo que habrá choreado´, y ahí empezó la cosa de `vamos a la casa´. Quería ir a mi casa, y ahí no entro ni loco con delincuentes, yo se lo que se sufre con estas situaciones por personas que vivieron esto, ahí tome la decisión y salté.  La saqué barata, una actitud por ahí de miedo... a veces el miedo te juega en contra, tal vez haces algo de un tipo valiente y en verdad es por miedo", señaló Gámez en diálogo con "Hola Chiche".

"Sabía que habían liberado a la persona que estaba en el coche, y recuperaron el coche, que es lo que menos me importaba. Por suerte salió bien", aseguró.  

Cuando los delincuentes pasaron cerca de un puesto de control policial en General Paz y Maipú, el ex presidente del Fortín se lanzó del vehículo en movimiento, su secretaria quedó en el auto y fue liberada más tarde en Ciudadela. "Empecé a patinar en el asfalto y me ardía todo. La gente me levantó mientras me pasaban los coches por al lado, me llevaron a la vereda y después al hospital. Minutos después liberaron a mi acompañante", relató.

Ambas víctimas del secuestro se encuentran bien, la Policía encontró el auto, pero los delincuentes se fugaron.