Massa no va a la pelea en la interna bonaerense
El justicialismo bonaerense se encamina a resolver su más reciente diferencia intestina de la manera en que suele hacerlo: sin elecciones internas.
El intendente de Tigre, Sergio Massa, que había avanzado con la idea de pelearle a Daniel Scioli la postulación a la Gobernación en agosto próximo, reunió a su tropa más fiel para anoticiarla de que no dará esa pelea.
La foto de anoche en La Plata, donde sesionó el Consejo Nacional del PJ con Scioli a la cabeza y Massa como participante del encuentro, terminó de corroborar esta situación.
Mientras duró, la ilusión de un duelo en el PJ sonó atrapante, innovadora. No es que al ex jefe de gabinete de Cristina Fernández le hayan faltado ganas.
Más bien parece haber quedado embretado en una pelea ajena, la de la CGT moyanista y el gobierno nacional, que terminó situando al gobernador del lado de la Casa Rosada y a Massa en el bando sindical, aun cuando ésa no haya sido su real intención.
El gobernador y Massa se reunieron discretamente en las últimas horas. Tomaron un café. Allí, el tigrense habría adelantado su intención de planchar sus aspiraciones provinciales.
Con la capitulación massista, probablemente en los próximos días se desinfle la candidatura a intendente de Tigre del más joven de los hermanos de Scioli, Nicolás, quien había sido presentado como la carta de la gobernación para pelear con Massa en su propio territorio.
Si el tigrense competía en las internas por la postulación provincial, Scioli jugaría el apellido familiar en aquel distrito acomodado del Delta donde tiene su casa particular.
Nicolás había empezado a tejer cierta tímida red de apoyos locales con el diputado provincial Robetto Passo y el titular de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia, Carlos Gianella.