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Masacre en Texas: los fiscales piden pena de muerte para el asesino de 20 personas en El Paso
Las autoridades federales están investigando el terrible hecho como "delito de odio" y "terrorismo doméstico". Donald Trump ordenó que la Casa Blanca ondee la bandera a media asta.
Tras la masacre perpetuada ayer en El Paso, Texas, los fiscales federales pedirán la pena de muerte para el sospechoso de asesinar a 20 personas en el tiroteo masivo en una de las tiendas de la cadena Walmart.
"Puedo decirles desde el principio que el cargo del Estado es asesinato capital y también que él es elegible para la pena de muerte", dijo en una conferencia de prensa Jaime Esparza, fiscal de Distrito. "Pediremos la pena de muerte", reiteró.
Las autoridades investigaban el domingo el motivo del ataque de la noche anterior en que un joven armado mató a 20 personas e hirió a más de dos docenas. El individuo arrestado, Patrick Wood Crusius, de 21 años, fue acusado de asesinato punible con la pena capital, indican documentos penitenciarios.
Las autoridades federales de EE.UU. aseguraron que están tratando la investigación como un caso de "terrorismo doméstico" y "delito de odio". Previamente, los investigadores habían apuntado a un posible vínculo del sospechoso con un manifiesto publicado en internet en el que se critica "la invasión hispana de Texas".
"Estamos tratando esto como u caso de terrorismo doméstico, y vamos a hacer lo que hacemos a los terroristas en este país, que es ofrecer una justicia rápida y segura", indicó John Bash, fiscal federal para el distrito oeste de Texas, quien compareció junto a Esparza en rueda de prensa.
Crusius fue llevado a una cárcel en El Paso, donde las autoridades no pudieron de inmediato confirmar su cuenta con un abogado. Por su parte, la fiscalía de Texas dijo el domingo que buscará pena de muerte para el agresor.
Había hasta 3.000 personas en el lugar de la masacre, en la bulliciosa temporada previa al inicio del curso escolar. El ataque conmocionó a la ciudad fronteriza de 680.000 habitantes.
Las autoridades investigaban la posibilidad de que se tratara de un crimen de odio, trabajando para confirmar si una diatriba racista y antiinmigrante subida a internet poco antes era obra de Crusius. La policía confirmó que Crusius procedía de Allen, cerca de Dallas.
El sospechoso fue detenido sin que la policía tuviera que disparar ante el Walmart cerca del Cielo Vista Mall, a unos 8 kilómetros (5 millas) del principal paso fronterizo con Ciudad Juárez, México, indicó el jefe de policía de El Paso, Greg Allen.
Muchas de las víctimas fueron baleadas en el Walmart, según la policía, que dio información en inglés y español durante todo el día, en una ciudad de mayoría latina.
Los vecinos en El Paso se apresuraron a donar sangre para los heridos, mientras policías y militares ayudaban a la gente a buscar a sus seres queridos.
"Por ahora es un caos", dijo Austin Johnson, un médico militar del cercano Fort Bliss y que se ofreció para asistir en el centro comercial y más tarde en una escuela que es usada como punto de reunión.
"Puedo decirles desde el principio que el cargo del Estado es asesinato capital y también que él es elegible para la pena de muerte", dijo en una conferencia de prensa Jaime Esparza, fiscal de Distrito. "Pediremos la pena de muerte", reiteró.
Las autoridades investigaban el domingo el motivo del ataque de la noche anterior en que un joven armado mató a 20 personas e hirió a más de dos docenas. El individuo arrestado, Patrick Wood Crusius, de 21 años, fue acusado de asesinato punible con la pena capital, indican documentos penitenciarios.
Las autoridades federales de EE.UU. aseguraron que están tratando la investigación como un caso de "terrorismo doméstico" y "delito de odio". Previamente, los investigadores habían apuntado a un posible vínculo del sospechoso con un manifiesto publicado en internet en el que se critica "la invasión hispana de Texas".
"Estamos tratando esto como u caso de terrorismo doméstico, y vamos a hacer lo que hacemos a los terroristas en este país, que es ofrecer una justicia rápida y segura", indicó John Bash, fiscal federal para el distrito oeste de Texas, quien compareció junto a Esparza en rueda de prensa.
Crusius fue llevado a una cárcel en El Paso, donde las autoridades no pudieron de inmediato confirmar su cuenta con un abogado. Por su parte, la fiscalía de Texas dijo el domingo que buscará pena de muerte para el agresor.
Había hasta 3.000 personas en el lugar de la masacre, en la bulliciosa temporada previa al inicio del curso escolar. El ataque conmocionó a la ciudad fronteriza de 680.000 habitantes.
Las autoridades investigaban la posibilidad de que se tratara de un crimen de odio, trabajando para confirmar si una diatriba racista y antiinmigrante subida a internet poco antes era obra de Crusius. La policía confirmó que Crusius procedía de Allen, cerca de Dallas.
El sospechoso fue detenido sin que la policía tuviera que disparar ante el Walmart cerca del Cielo Vista Mall, a unos 8 kilómetros (5 millas) del principal paso fronterizo con Ciudad Juárez, México, indicó el jefe de policía de El Paso, Greg Allen.
Muchas de las víctimas fueron baleadas en el Walmart, según la policía, que dio información en inglés y español durante todo el día, en una ciudad de mayoría latina.
Los vecinos en El Paso se apresuraron a donar sangre para los heridos, mientras policías y militares ayudaban a la gente a buscar a sus seres queridos.
"Por ahora es un caos", dijo Austin Johnson, un médico militar del cercano Fort Bliss y que se ofreció para asistir en el centro comercial y más tarde en una escuela que es usada como punto de reunión.
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