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Masacre de Connecticut: la intimidad de la familia del asesino de Newtown

Si bien la imagen de los Lanza era de amabilidad y prosperidad, entre ellos hacía varios años que pasaban por situaciones complicadas. La cara oculta de la familia del asesino de Newtown...

La familia Lanza, desde afuera al menos, mostraba una imagen de amabilidad. El padre tenía un buen empleo en una gran corporación, en General Electric, y la madre, en una firma de inversiones, John Hancock.

Pero no todos sus integrantes gozaban de prosperidad. Su hijo menor, Adam, era un chico difícil, y sus problemas comenzaron cada vez más a ser el centro de atención de la familia, especialmente de su madre, Nancy Champion, después de que se separara de su padre, hace varios años. 

Adam además de problemas escolares, tenía pocos amigos, es decir, dificultades generales para atrevesar la adolescencia. Por esto, su madre se volvió más protectora del chico, al punto de que no invitaba a nadie a su cada elegante del barrio de clase media alta adonde vivían.

El punto es que la semana pasada, Adam mató de cuatro disparos a su mamá, en la cama. A continuación, fue a una escuela primaria de Newton y asesinó a tiros a otras 27 personas, en su mayoría niños de seis y siete años. Los investigadores no saben con precisión qué llevó a Adam a cometer tal atrocidad, pero de a poco los detalles de la intimidad de su familia van saliendo a la luz.

A su mamá la llamaban "Beanie". Creció en una granja no lejos del centro de la localidad de Kingston, New Hampshire. Nancy tuvo una infancia encantadora: su madre era enfermera escolar y su hermano llegó a ser jefe de policía del pueblo. Después de casarse, en 1981, con su novio, Peter Lanza, la pareja se construyó una casa justo al lado del hogar de su infancia.

En 1988, nació su primer hijo Ryan. Y cuatro años más tarde, llegó otro varón: Adam. A partir de ese momento, Nancy se dedicó cada vez más a la casa y a enfrentar los desafíos de su hijo menor. El tiempo fue pasando y la familia se quebró y se disolvió. Cuando los padres se divorciaron, el hijo mayor, Ryan, acababa de terminar la universidad y se mudó por trabajo a Nueva York.

Entonces, Adam se quedó con Nancy, y la mujer empezó a exhibir hábitos bastante extraños. Coleccionaba armas de gran poder de fuego, no permitía que nadie ingresara en su casa y empezó a llevar a su hijo a "varios campos de tiro" para entrenar en el uso de esas armas, según dijeron funcionarios de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego.

"No tenía miedo de ocuparse de sus hijos. Ella lo ayudaba mucho. Por eso me quedé helada cuando me enteré de que la mató. No tenía sentido, después de todo lo que su madre hizo por él. ¿Qué tenía en la cabeza? ¿Por qué se vengó con su madre? ¿Ella qué le hizo?", dijo su ex cuñada Marsha Lanza desde su hogar, en Crystal Lake, Illinois.

Los padres de Adam se habían mudado a Newtown en 1998. Peter, el padre,  viajaba todos los días a Nueva York, donde se desempeñaba como vicepresidente de General Electric. Nancy tenía problemas de salud -esclerosis múltiple- y también iba a Nueva York para hacerse tratar, según contó su ex cuñada.

En 2009, la pareja hizo los trámites de divorcio, ya que después de 28 años de duración estaba "irremediablemente terminado", según los registros de la justicia. Las razones de esa ruptura no están claras. Peter volvió a casarse, en este caso con Shelley Rae Cudiner, una bibliotecaria de la Universidad de Connecticut.

En el momento del divorcio, según los registros de la corte, Nancy era ama de casa y no tenía ingresos propios. Peter ganaba 445.000 dólares al año, y según los mismos registros, acordó pasarle 240.000 dólares el año en concepto de alimentos y demás gastos de su hijo. En estos meses esa cifra iba a aumentar a 289.800 dólares.

Los padres de Adam le dijeron a Paula Levy, la terapeuta de familia que fungió de mediadora en su divorcio, que su hijo menor tenía síndrome de Asperger. Levy agregó que ambos se mostraron de acuerdo y comprometidos en cubrir todas las necesidades de Adam, aunque les dieron pocos detalles del mal que padecía.

Adam disfrutaba de las prácticas de tiro con su madre. No se sabe con exactitud cuándo empezó la afición de Nancy por las armas, pero tenía al menos seis armas de fuego registradas a su nombre, incluyendo el rifle semiautomático de asalto utilizado en la masacre, y a veces le gustaba fanfarronear con un rifle antiguo de colección con sus amigos.

La madre nunca dejó de estar muy apegada a su ciudad natal de New Hampshire. Su hermano, James Champion, llegó a ser capitán de la policía de Kingston, integrada por ocho agentes. James se retiró en noviembre de 2011, pero sigue siendo oficial de medio tiempo y auxiliar del comisario del condado. Nancy volvió hace un año a Kingston para asistir a la fiesta de retiro de su hermano.

Menos de una semana antes del asesinato de Nancy, su hermano se convirtió en el héroe de su localidad, tras haber resucitado a un hombre que al parecer sufrió un paro cardíaco mientras corría en la pista de atletismo de la escuela secundaria.

La familia de Nancy, incluidos su madre y sus tres hermanos y hermanas, se reunió desde el incidente en la antigua granja familiar de Kingston, según comentó un amigo de la familia.

Mientras la gente de Newtown comenzaba una dolorosa semana de funerales múltiples, todavía quedaban dos por organizar.

"Ella era mi amiga", dijo Marsha Lanza. "Le dije a mi marido: «¿Quién va a enterrar a Nancy?». Y él respondió: «Conociendo a mi hermano [Peter], él se va a ocupar, porque es lo que corresponde"

Anteayer cayó la primera nieve del invierno y los alrededores de la casa se cubrieron de blanco, al igual que los autos de quienes se acercaban a ofrecer sus condolencias. En el exterior de la casa, hay un cartel que dice "Feliz Navidad".