Más recortes de servicios en el Sarmiento
Lo aplicaría la nueva conducción que reemplazó a TBA. Argumenta razones de seguridad por el deterioro de los trenes y el estado de las vías.
A once días de que el Gobierno decretó la rescisión del contrato de la empresa TBA, las líneas ferroviarias Sarmiento y Mitre siguen bajo el manejo de una operadora transitoria en medio de un escenario con muchos interrogantes. En los ferrocarriles que dejó de explotar el grupo Cirigiliano existen varias cuestiones clave sin resolver y no se descarta que la nueva concesionaria privada reduzca transitoriamente la cantidad de servicios, basándose en el deterioro de los trenes y el mal estado de las vías. Esto se sumaría al recorte de frecuencias que aplicó la intervención estatal después del 22 de febrero.
Hasta ahora, lo único que se definió es que los casi 60 millones de pesos para pagar los sueldos de los 4.340 empleados de las dos líneas metropolitanas, los pondrá el Gobierno por medio de Ferrocarril Belgrano SA, el ente estatal que se hizo cargo de todos los trabajadores ferroviarios que fueron re estatizados desde 2003 hasta la actualidad.
El apuro y la improvisación que mostraron los funcionarios del Ministerio de Planificación y Transporte en el quite de la concesión a TBA se reflejan en los siguientes aspectos operativos que aún están en la nebulosa: Concesionaria : En el mismo decreto 793 con el cual prescindió de TBA, la administración kirchnerista estableció que la operación de las líneas Sarmiento y Mitre debe pasar a manos de las dos concesionarias ferroviarias metropolitanas que quedaron en pie. Se trata de Metrovías , la empresa del grupo Roggio que controla los subtes y la línea Urquiza, y Ferrovías, la operadora del servicio Belgrano Norte que pertenece al grupo empresario Romero-Emepa .
De acuerdo con lo que había sido resuelto por el Gobierno, Metrovías y Ferrovías tienen que conformar una Unidad de Gestión Operativa (UGO) para hacerse cargo de los servicios en forma definitiva. Hasta tanto se constituya legalmente esa unidad operativa, las dos concesionarias operarán los servicios de trenes de manera precaria . Ferrovías desembarcó con un equipo de técnicos al mando de Héctor Cimo y Agustín Tesan. En tanto, el staff de Metrovías está encabezado por Joaquín Acuña y Marcos Cicotte. La llegada de Cicotte–que fue gerente general del TBA entre 2002 y 2007–ya habría generado algunos cortocircuitos con los jefes de las dos líneas que habían estado bajo sus órdenes.
Servicios : Según el acta-acuerdo que suscribieron los funcionarios de la Secretaría de Transporte con las empresas Metrovías y Ferrovías, el próximo viernes vence el plazo para acordar las "condiciones definitivas para la operación de los servicios" . Tras los relevamientos que hicieron del parque ferroviario y del estado de la infraestructura, entre las fuentes del sector se considera que no sería extraño que los nuevos operadores propongan un ajuste en la cantidad de servicios.
Para eso, las concesionarias cuentan con el aval del Gobierno , que en el decreto 793 reconoció que por el deterioro de las líneas se "impone una necesaria adecuación en la reducción de las velocidades de circulación, las precauciones de vías, menores frecuencias y en los tamaños de las formaciones a fin de garantizar niveles de seguridad adecuados".
Inversiones : La UGO tiene presentar esta semana un programa con los trabajos prioritarios que se deberían reactivar y poner en marcha de manera inmediata y un plan a mediano plazo que contenga las obras y reparaciones para ampliar y mejorar los servicios. Gran parte de esa tarea ya la hizo Raúl Baridó, el interventor que piloteó TBA desde marzo hasta la última semana de mayo. Los informes que elevó al Gobierno indicaron que, en los próximos dos años, se necesitan invertir US$ 900 millones en el Sarmiento y otros US$ 400 millones en el Mitre. Todo indicaría que las cifras y números de los nuevos operadores van estar en la misma sintonía que planteó el ex interventor. Lo que no está claro es de dónde saldrán esos recursos en medio de los crecientes problemas económicos y fiscales que enfrenta el Gobierno.
Hasta ahora, lo único que se definió es que los casi 60 millones de pesos para pagar los sueldos de los 4.340 empleados de las dos líneas metropolitanas, los pondrá el Gobierno por medio de Ferrocarril Belgrano SA, el ente estatal que se hizo cargo de todos los trabajadores ferroviarios que fueron re estatizados desde 2003 hasta la actualidad.
El apuro y la improvisación que mostraron los funcionarios del Ministerio de Planificación y Transporte en el quite de la concesión a TBA se reflejan en los siguientes aspectos operativos que aún están en la nebulosa: Concesionaria : En el mismo decreto 793 con el cual prescindió de TBA, la administración kirchnerista estableció que la operación de las líneas Sarmiento y Mitre debe pasar a manos de las dos concesionarias ferroviarias metropolitanas que quedaron en pie. Se trata de Metrovías , la empresa del grupo Roggio que controla los subtes y la línea Urquiza, y Ferrovías, la operadora del servicio Belgrano Norte que pertenece al grupo empresario Romero-Emepa .
De acuerdo con lo que había sido resuelto por el Gobierno, Metrovías y Ferrovías tienen que conformar una Unidad de Gestión Operativa (UGO) para hacerse cargo de los servicios en forma definitiva. Hasta tanto se constituya legalmente esa unidad operativa, las dos concesionarias operarán los servicios de trenes de manera precaria . Ferrovías desembarcó con un equipo de técnicos al mando de Héctor Cimo y Agustín Tesan. En tanto, el staff de Metrovías está encabezado por Joaquín Acuña y Marcos Cicotte. La llegada de Cicotte–que fue gerente general del TBA entre 2002 y 2007–ya habría generado algunos cortocircuitos con los jefes de las dos líneas que habían estado bajo sus órdenes.
Servicios : Según el acta-acuerdo que suscribieron los funcionarios de la Secretaría de Transporte con las empresas Metrovías y Ferrovías, el próximo viernes vence el plazo para acordar las "condiciones definitivas para la operación de los servicios" . Tras los relevamientos que hicieron del parque ferroviario y del estado de la infraestructura, entre las fuentes del sector se considera que no sería extraño que los nuevos operadores propongan un ajuste en la cantidad de servicios.
Para eso, las concesionarias cuentan con el aval del Gobierno , que en el decreto 793 reconoció que por el deterioro de las líneas se "impone una necesaria adecuación en la reducción de las velocidades de circulación, las precauciones de vías, menores frecuencias y en los tamaños de las formaciones a fin de garantizar niveles de seguridad adecuados".
Inversiones : La UGO tiene presentar esta semana un programa con los trabajos prioritarios que se deberían reactivar y poner en marcha de manera inmediata y un plan a mediano plazo que contenga las obras y reparaciones para ampliar y mejorar los servicios. Gran parte de esa tarea ya la hizo Raúl Baridó, el interventor que piloteó TBA desde marzo hasta la última semana de mayo. Los informes que elevó al Gobierno indicaron que, en los próximos dos años, se necesitan invertir US$ 900 millones en el Sarmiento y otros US$ 400 millones en el Mitre. Todo indicaría que las cifras y números de los nuevos operadores van estar en la misma sintonía que planteó el ex interventor. Lo que no está claro es de dónde saldrán esos recursos en medio de los crecientes problemas económicos y fiscales que enfrenta el Gobierno.