Más de tres intoxicados graves al día
Durante 2010, el Hospital de Urgencias de la ciudad de Córdoba tuvo 1.341 emergencias relacionadas con intoxicaciones, tanto con alcohol como con psicofármacos y drogas ilegales.
Durante 2010, el Hospital de Urgencias de la ciudad de Córdoba tuvo 1.341 emergencias relacionadas de manera directa con intoxicaciones, tanto con alcohol como con psicofármacos y drogas ilegales. La cifra, que surge de la estadística anual elaborada por el centro de salud, continúa la tendencia de los últimos cinco años, en los que, en promedio, se han atendido entre tres y cuatro pacientes por día por esta causa.
No obstante, el jefe de Toxicología del hospital, Daniel Gómez, advirtió que en realidad el número de pacientes que ingresa a la guardia tras haber ingerido alcohol o drogas es mucho mayor al del dato estadístico. Explicó que se presume que detrás de la mayoría de los accidentados en tránsito o de los heridos en riñas callejeras existe un consumo que no es medido en la estadística.
"Si nos permitieran hacer dosaje de sangre a los pacientes –algo que vengo pidiendo desde hace años, sin éxito– nos daría que alrededor del 80 por ciento de los que llegan al hospital ha consumido alcohol en exceso o drogas", aseguró.
Agregó que el dosaje a los ingresados es un reclamo "vital", ya que permitiría tener un mapa más certero sobre el consumo en Córdoba y, además, serviría para que los conductores estuvieran más prevenidos. "Si saben que después de un accidente acá en el hospital les pueden hacer un dosaje, lo pensarían dos veces, porque si el análisis les diera positivo el seguro no les va a pagar nada; ahora ocurre todo lo contrario, manejan alcoholizados o drogados, chocan y llegan al hospital, donde figuran sólo como heridos en accidentes de tránsito, pero no se sabe si han tomando o no, por lo que sus seguros deben cubrirlos", explicó.
En cuanto a qué han consumido los intoxicados graves que debieron ser atendidos en el Urgencias durante 2010, Gómez apuntó, una vez más, contra el alcohol: "Sigue siendo la vedette, está presente en la mayoría de los casos, aunque en los últimos tiempos aparece mezclado con psicofármacos o drogas, como la marihuana y la cocaína".
El policonsumo se extiende cada vez más. A diferencia de la década de 1990 o en los primeros años de 2000, cuando los intoxicados por lo general presentaban una sola sustancia de consumo, de un tiempo a esta parte han crecido hasta constituirse en mayoría los casos en que los pacientes presentan distintas sustancias en el organismo.
Continúa siendo problemático el alto consumo de psicofármacos, muchas veces mezclado con bebidas alcohólicas. "Es que las pastillas aún se pueden comprar en cualquier lado", se quejó Gómez, quien dijo que en promedio se atiende a un paciente por día por sobredosis de esta clase de pastillas.
Entre las drogas ilegales, otra vez la marihuana ("ahora tiene buena propaganda, pero es muy nociva", apuntó) y la cocaína aparecieron con una frecuencia que alarma, aunque también se detectó un mayor consumo de drogas de diseño, como el ácido lisérgico (LSD) y el éxtasis, sustancias que según la Policía de Córdoba aún no han llegado de manera masiva a la provincia.
"Se trata de un consumo que va en aumento progresivo y lento, pero aumento al fin", contradijo el galeno.
Sobre el "paco", el veneno que causa estragos en Capital Federal y en el conurbano bonaerense, Gómez indicó que aún en Córdoba no se advierte una presencia problemática de esta droga, pero que esto es así por una cuestión de "cocina".
"La hoja de coca –señaló– presenta 14 alcaloides, de los cuáles uno sólo es el clorhidrato de cocaína; los otros 13 están en el ‘paco’. En las ‘cocinas’ se la purifica para obtener el clorhidrato, que es lo que hacen en Córdoba. Pero en Buenos Aires utilizan más el residuo, porque lo distribuyen entre los chicos que están alrededor".
En lo que respecta al estrato social de los pacientes, el médico desacreditó algunos prejuicios. "Hay un consumo similar en todas partes, sólo que los jóvenes de clases más bajas tienen un deterioro más rápido porque sus organismos son más vulnerables, ya que tienen más deficiencias de alimentación y defensas de base", argumentó.
Sobre qué se está haciendo en la provincia para frenar esta tendencia, Gómez fue escéptico: "De prevención no hay nada, sólo se hacen estadísticas, pero no sirven para nada si no hay una política por detrás".
Sin embargo, aclaró que ve con buenos ojos la gestión de la Secretaría de Prevención de Adicciones de Córdoba, que encabeza Juan Carlos Mansilla, aunque reiteró que si no hay una decisión política seria por detrás, será difícil revertir esta realidad.