Más de 35 mil personas firmaron una petición para que expulsen al médico acusado de pedofilia
Ricardo Russo, ex jefe de Inmunlogía y Traumatología del Hospital Garrahan, está detenido e imputado por "tenencia con fines de distribución, facilitación, distribución y producción de pornografía infantil".
Más de 35.000 personas firmaron hasta esta tarde una petición en la plataforma online Change.org para que la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) expulse a Ricardo Russo, el médico acusado de pedofilia que está detenido con prisión preventiva.
La iniciativa, que fue lanzada hace dos días por una usuaria llamada María Pazo, argumenta que la SAP "tendría que dar un gesto a la comunidad expulsando al doctor Russo de su institución para dar muestras de que estos delitos no pueden ser tolerados".
En paralelo a la campaña, la SAP emitió un comunicado en el que anunció la suspensión como integrante de esa organización profesional de Russo "hasta que se conozcan avances o novedades en la causa judicial" sobre pornografía infantil.
Russo, de 55 años, está imputado por "tenencia con fines de distribución, facilitación y producción de pornografía infantil". Ayer, trascendió que fotografió a dos menores dentro del hospital Garrahan, donde cumplía funciones como jefe de las áreas de Inmunlogía y Traumatología. La imágenes se tomaron el 24 de noviembre de 2015.
A través de la geolocalización de su teléfono celular, la investigadora a cargo, la fiscal Daniela Dupuy, determinó que él tomó "nueve fotografías a dos niñas que aún no fueron identificadas en el interior del hospital pediátrico", según se desprende de la resolución firmada por la jueza María Laura Martínez Vega, titular del juzgado del fuero Penal, Contravencional y de Faltas n°9 de la ciudad de Buenos Aires.
A raíz de ello, la fiscal ordenó allanar el viernes el centro de salud ubicado en el barrio de Parque Patricios. Personal de la Dirección de Delitos Tecnológicos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires buscaron en el consultorio de Russo "elementos electrónicos para peritarlos y además sacaron fotos para constatar si son los lugares donde se filmaron las imágenes", apuntaron fuentes policiales a Infobae.
Al margen, las autoridades del hospital Garrahan emitieron un comunicado en el que se informó la decisión de apartar del cargo al acusado. La institución, además, se presentó como querellante en la causa.
El pediatra está acusado de integrar una red internacional de pedofilia que producía y distribuía videos y fotos por internet. La investigación se activó en noviembre de 2018 a partir de una alerta de seguridad que surgió en los Estados Unidos. Desde ese momento se hizo un trabajo silencioso que incluyó el rastreo de direcciones IP que habían sido detectadas intercambiando material en la deep web (internet profunda).
El caso incluyó operativos en simultáneo en Brasil y la Argentina. Uno de ellos fue el 22 de noviembre de 2018 en la casa de Russo. Allí, Gendarmería Nacional incautó material comprometedor que incluía imágenes de varones y mujeres por igual, bebés de seis meses, adolescentes. En total, son tres terabytes (unidad de medida informática) de información repartidos en CPU, discos rígidos, soportes físicos -CD, DVD, Blu-Ray- y cámaras fotográficas.
Durante la audiencia judicial del jueves último, Dupuy detalló también que entre febrero y agosto de 2018, Russo "facilitó" para su descarga "270 videos con contenido pornográfico".
"Lo que pasó con el pediatra Ricardo Russo es un llamado de atención sobre cómo controlamos a las personas que tienen trato cotidiano con niñas y niños. Me llenó de indignación y escalofrío saber que esa persona atendió en su consultorio de pediatra a tantos niños y niñas indefensas", agrega la petición y remarca la "importancia" de que el Ministerio de Seguridad de la Nación "pueda también hacer este pedido y apoye la petición".
La noticia generó sorpresa y estupor en el entorno del detenido. Familiares, vecinos y compañeros de trabajo manifestaron a Infobae que Russo era "una persona de 10" y "muy reservada". Ellos todavía no logran asociar al hombre solidario, respetuoso y formado que conocían (o creían conocer) con el monstruoso perfil que investiga la Justicia.