Más candidatos para la interna de CGT
*Por Mariano Martín. La interna de la CGT se transformó en un festival de candidatos para suceder a Hugo Moyano, que puso de manifiesto las profundas diferencias que existen
incluso entre sectores que se oponen a la continuidad del camionero. A la postulación de Moyano y del metalúrgico Antonio Caló, se sumaron durante el fin de semana menciones al taxista Omar Viviani, exaliado del jefe de la central obrera, y hasta Ricardo Pignanelli, de los mecánicos del SMATA. La cercanía de la reunión del Comité Central Confederal, prevista para el 23 de mayo, y del congreso de elección de autoridades, citado para el 12 de julio, promete nuevos reacomodamientos y alianzas insospechadas en un tablero que, en las últimas horas, volvió a dejar lugar hasta para un eventual triunvirato.
La semana pasada estuvo plagada de malas noticias para los dos principales candidatos. Moyano sufrió la deserción de Viviani, que arrastró consigo a otros dirigentes como Omar Maturano (maquinistas de La Fraternidad) y Omar Suárez (marítimos), y la fractura de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT).
Caló, por su parte, vio su postulación golpeada por el enojo de los «gordos» de los grandes gremios de servicios, que le achacaron haber encabezado por su cuenta una reunión con los dirigentes del sector de los «independientes» (Gerardo Martínez, de albañiles, y Andrés Rodríguez, de estatales, entre otros) y, sobre todo, por la reprimenda de Cristina de Kirchner al sindicalismo en general, en momentos en que la UOM encaraba un paro nacional ante la falta de avances en la paritaria del sector.
Las desconfianzas mutuas y la postura de la jefa de Estado llevaron a la suspensión de una cumbre prevista para mañana en la sede del gremio de la construcción (UOCRA), en la que se planeaba un simulacro de congreso sindical para consagrar a Caló como postulante de los sectores opuestos a Moyano.
En ese escenario comenzaron a circular nuevos nombres para la jefatura de la central obrera. Viviani llamó para este mediodía a una reunión en la sede de su gremio a la que fueron invitados Maturano, los otros tres sindicatos ferroviarios (Unión Ferroviaria, señaleros y personal jerárquico), Roberto Fernández (colectiveros), Ricardo Frecia (aeronavegantes), Norberto Di Próspero (personal legislativo) y Horacio Ghilini (docentes privados).
Los aliados de Moyano dijeron sospechar que en ese encuentro el taxista oficializará su intención de competir por el liderazgo de la CGT, con un guiño del Gobierno.
En cambio, los «gordos» tenían pautado para esta tarde encontrarse en la sede del SMATA para analizar el panorama. El invitado estelar es el gastronómico Luis Barrionuevo, artífice de la mayoría de los acuerdos y desacuerdos en la interna de la CGT. Cerca del gastronómico dijeron que se impulsará al dueño de casa, Pignanelli, como posible sucesor de Moyano con el apoyo de los «gordos» y de la CGT Azul y Blanca, de Barrionuevo.
Pero el gastronómico, como informó este diario a principios de año, guarda una carta en la manga: el armado de un posible triunvirato con la participación del sector que responde a Moyano.
La semana pasada estuvo plagada de malas noticias para los dos principales candidatos. Moyano sufrió la deserción de Viviani, que arrastró consigo a otros dirigentes como Omar Maturano (maquinistas de La Fraternidad) y Omar Suárez (marítimos), y la fractura de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT).
Caló, por su parte, vio su postulación golpeada por el enojo de los «gordos» de los grandes gremios de servicios, que le achacaron haber encabezado por su cuenta una reunión con los dirigentes del sector de los «independientes» (Gerardo Martínez, de albañiles, y Andrés Rodríguez, de estatales, entre otros) y, sobre todo, por la reprimenda de Cristina de Kirchner al sindicalismo en general, en momentos en que la UOM encaraba un paro nacional ante la falta de avances en la paritaria del sector.
Las desconfianzas mutuas y la postura de la jefa de Estado llevaron a la suspensión de una cumbre prevista para mañana en la sede del gremio de la construcción (UOCRA), en la que se planeaba un simulacro de congreso sindical para consagrar a Caló como postulante de los sectores opuestos a Moyano.
En ese escenario comenzaron a circular nuevos nombres para la jefatura de la central obrera. Viviani llamó para este mediodía a una reunión en la sede de su gremio a la que fueron invitados Maturano, los otros tres sindicatos ferroviarios (Unión Ferroviaria, señaleros y personal jerárquico), Roberto Fernández (colectiveros), Ricardo Frecia (aeronavegantes), Norberto Di Próspero (personal legislativo) y Horacio Ghilini (docentes privados).
Los aliados de Moyano dijeron sospechar que en ese encuentro el taxista oficializará su intención de competir por el liderazgo de la CGT, con un guiño del Gobierno.
En cambio, los «gordos» tenían pautado para esta tarde encontrarse en la sede del SMATA para analizar el panorama. El invitado estelar es el gastronómico Luis Barrionuevo, artífice de la mayoría de los acuerdos y desacuerdos en la interna de la CGT. Cerca del gastronómico dijeron que se impulsará al dueño de casa, Pignanelli, como posible sucesor de Moyano con el apoyo de los «gordos» y de la CGT Azul y Blanca, de Barrionuevo.
Pero el gastronómico, como informó este diario a principios de año, guarda una carta en la manga: el armado de un posible triunvirato con la participación del sector que responde a Moyano.