Martínez Poch dijo que es inocente ante el fiscal
Es el discjockey detenido en La Plata por secuestrar y abusar de una abogada, y por abusar sexualmente de dos de sus hijas.
Cristian Martínez Poch, procesado por el secuestro y abuso de una abogada y por el abuso sexual de sus dos hijas, se declaró inocente hoy al hablar con los medios en un cuarto intermedio de la indagatoria que presta ante la justicia.
El acusado pidió declarar cuando faltan unos días para que se conozcan los resultados de dos peritajes que podrían incriminarlo aún más.
El 23 de octubre, la justicia dictó la prisión preventiva para Martínez Poch (49) por los delitos de "privación ilegal de la libertad doblemente agravada y abuso sexual con acceso carnal calificado por la duración y sus circunstancias de realización" en perjuicio de su pareja, Vanesa Rial (38).
Además, le imputó los delitos de "corrupción de menores agravada y abuso sexual gravemente ultrajante" del que habrían resultado víctimas dos de sus hijas cuando eran niñas, según declararon ellas, actualmente de 19 y 20 años.
El martes 24 de septiembre, la abogada Rial fue rescatada por la policía tras allanarse uno de los departamentos de un edificio ubicado en la calle 23, entre 58 y 59, de La Plata, donde se cree que Martínez Poch la tenía cautiva desde principios de ese mes.
De acuerdo a la denuncia de la abogada, durante ese tiempo, el hombre la golpeó, la drogó y abuso sexualmente de ella, según relató la víctima a la prensa y al fiscal.
Dos días después de la liberación de la mujer, prestaron declaración testimonial ante el fiscal Marcelo Romero dos de sus hijas, quienes relataron que años atrás, luego de la muerte de su madre, fueron abusadas por su padre.
En su pedido de preventiva el fiscal aseguró que tras escuchar el relato de las hijas del imputado "no existe poder de síntesis capaz de abreviar e ilustrar sobre las atrocidades y la perversión a las que se vieron sometidas las víctimas, quienes -sin el mínimo espacio de libertad decisoria y ambulatoria- se vieron obligadas a convivir con un chacal".
En el transcurso de la investigación, el fiscal realizó un allanamiento en el departamento que Martínez Poch compartía con su pareja, donde secuestró psicotrópicos y analgésicos, lo que corrobora que drogaba a su mujer para luego abusar sexualmente de ella.
El acusado pidió declarar cuando faltan unos días para que se conozcan los resultados de dos peritajes que podrían incriminarlo aún más.
El 23 de octubre, la justicia dictó la prisión preventiva para Martínez Poch (49) por los delitos de "privación ilegal de la libertad doblemente agravada y abuso sexual con acceso carnal calificado por la duración y sus circunstancias de realización" en perjuicio de su pareja, Vanesa Rial (38).
Además, le imputó los delitos de "corrupción de menores agravada y abuso sexual gravemente ultrajante" del que habrían resultado víctimas dos de sus hijas cuando eran niñas, según declararon ellas, actualmente de 19 y 20 años.
El martes 24 de septiembre, la abogada Rial fue rescatada por la policía tras allanarse uno de los departamentos de un edificio ubicado en la calle 23, entre 58 y 59, de La Plata, donde se cree que Martínez Poch la tenía cautiva desde principios de ese mes.
De acuerdo a la denuncia de la abogada, durante ese tiempo, el hombre la golpeó, la drogó y abuso sexualmente de ella, según relató la víctima a la prensa y al fiscal.
Dos días después de la liberación de la mujer, prestaron declaración testimonial ante el fiscal Marcelo Romero dos de sus hijas, quienes relataron que años atrás, luego de la muerte de su madre, fueron abusadas por su padre.
En su pedido de preventiva el fiscal aseguró que tras escuchar el relato de las hijas del imputado "no existe poder de síntesis capaz de abreviar e ilustrar sobre las atrocidades y la perversión a las que se vieron sometidas las víctimas, quienes -sin el mínimo espacio de libertad decisoria y ambulatoria- se vieron obligadas a convivir con un chacal".
En el transcurso de la investigación, el fiscal realizó un allanamiento en el departamento que Martínez Poch compartía con su pareja, donde secuestró psicotrópicos y analgésicos, lo que corrobora que drogaba a su mujer para luego abusar sexualmente de ella.