Martín Lousteau lo madrugó a Mauricio Macri
El embajador en los Estados Unidos había comunicado a los suyos hace más de un mes que resignaría el cargo para ser candidato en la ciudad de Buenos Aires.
Por Ignacio Zuleta
@IZuleta
"Creí que querías seguir siendo embajador", le respondió Mauricio Macri a Martín Lousteau al escuchar la presentación de la renuncia. El embajador en los Estados Unidos había comunicado a los suyos hace más de un mes que resignaría el cargo para ser candidato en la ciudad de Buenos Aires. Pidió discreción para no darle la oportunidad al gobierno de despedirlo antes. El gobierno acusó la sorpresa a través de Susana Malcorra, quien dijo "Me sorprendió el momento porque no lo había hablado con él específicamente en ese momento". Sobre el relevo en el cargo agregó: "No tengo en claro si hay una fecha precisa, si es inmediata, no les puedo decir más que eso, pero cuando se retire, el encargado de negocio quedará a cargo de la embajada, hasta que nombremos un nuevo embajador". El renunciante lo madrugó al gobierno y eso no lo dejará pasar Macri, que cedió la iniciativa a alguien que le da un portazo, por más que se lo quiera edulcorar. Después de todo, Lousteau es un artista, como que nació a la fama como una estrella de la radiofonía FM, tiene familia de artistas y aprendió mucho escenario con la frecuentación de la farándula. En 2015 lo había madrugado a Horacio Rodríguez Larreta y casi le ganó las elecciones. El Pro debió hacer experiencia para que no se repitiera este alarde de alguien que, como ellos, es un debutante de la vieja política en la nueva política.
Lo único que amortigua esa inquina potencial es que Macri sabe que cualquier movimiento futuro de Lousteau trabajará para un espacio común. Si existe un proyecto de reelección en 2019, descansará en una gran elección en la ciudad de Buenos Aires ese año. Y esa gran elección se la puede asegurar mejor, desde cierta óptica, Lousteau que Rodríguez Larreta. Macri sabe en qué round de la pelea está: nadie le disputa su papel y su juego es saber disponer las piezas para que se muevan en su favor. No hay que descartar que convoque al actual jefe de gobierno a alguna tarea ejecutiva y que la construcción electoral de 2019 quede en cabeza - o sea en los rulos - de Lousteau.
En la charla que tuvieron el presidente y Lousteau se habló de candidaturas, pero Macri eludió ser el árbitro de las decisiones del Pro de la Capital, que se ha negado desde 2015 a una alianza con la UCR y la Coalición Cívica para integrar Cambiemos. Lousteau quiere estar en Cambiemos, algo que estremece al Pro. Teme que, si le abre la puerta, puede quedarse con todo.
Lousteau fue en ese año la piedra de la discordia. Su insistencia en ser candidato a jefe de gobierno motivó que el Pro se negase a hacer listas de Cambiemos a legisladores y a diputados nacionales. La UCR fue a las PASO para este rango y no logró poner ningún candidato porque no llegó al piso necesario para entrar en el reparto. El partido quiso jugar poder y sacrificó bancas. Lousteau insistió en su candidatura y casi le arruina a Horacio Rodríguez Larreta su carrera política. Debió ir a un ajustado ballotage en el cual debió enfrentar a Lousteau apoyado por la UCR y, sin decirlo, la oposición peronista, que puso medios para alimentar al competidor.
El Pro porteño nunca olvidó esa elección. Desde entonces cerró las puertas a la UCR y sólo la abrió para algunos aliados de manera individual, como es el caso de Facundo Suárez Lastra, designado en un cargo de secretario de Estado para coordinar las relaciones entre las tres jurisdicciones del AMBA. Suárez Lastra se quejó de que la renuncia aguase el éxito de la concentración del sábado. "Bajá los egos, un poco de trabajo en conjunto...", dijo. Tuvo también para Larreta: "Que primero Lousteau nos explique cuál es su compromiso con el gobierno nacional. Lousteau, explicá que querés y Larreta abrite a Cambiemos".
Es comprensible esa reticencia: el único distrito que el Pro tiene escriturado como propio es la ciudad de Buenos Aires y no tiene la intención de reconocerle un espacio de poder nada menos que a la UCR, que es el partido de más fuerza vecinal y que tiene en el distrito a importantes dirigentes de talla nacional. Lo que le faltan son candidatos competitivos, y para eso tienen a Lousteau. Tiene que alambrar el gobierno para no dejarse ganar por estos competidores tan fieros.
La renuncia de Lousteau menciona claramente la intención de competir por el gobierno de la ciudad. Reconoció que será candidato, a lo que Macri le respondió: "Vas a ser un buen diputado". Con esta renuncia Lousteau deja la pelota del lado del Pro, que puede conmoverse con este gesto y abrir la discusión de la creación de Cambiemos en la Capital.
La renuncia coincidió con la cumbre radical de La Plata, adonde fue toda la familia partidaria a una larga sesión de la Convención Nacional. El documento final, en el que trabajaron dirigentes de la Capital, reclama que la coalición funcione en los 24 distritos del país. O sea que también en la Capital. Esa concentración motivó el enjambre de reuniones que se hacían esta noche de lunes para presionarlo a Macri para que avale la alianza en el distrito. Hoy hay reunión de gabinete y habrá novedades. Una de ellas será la del reemplazante de Lousteau, cuyo plácet hay que pedir antes de los anuncios. En los corros oficialistas, se levantaban apuesta esta noche en favor del Alfonso de Prat Gay, un economista world class que quiso ser canciller y está en su casa esperando que el cartero llame por segunda vez. Si eso ocurre, deberá allanarse a la realidad: el profesor de los dos, Javier González Fraga, dice que nunca los pudo juntar porque sus egos no caben en el mismo espacio. ¿Querrá Prat Gay ser el sucesor?
El gesto de Lousteau revela trizamientos en el oficialismo. Eco, el partido del economista, no integra Cambiemos, pero él fue estandarte del gobierno como embajador en Estados Unidos. Lousteau, además, es un referente del sector que controla el Comité capital del partido, que conduce una camada de jóvenes que reporta a Enrique Nosiglia, el más encendido defensor de una candidatura del partido por fuera de Cambiemos. En eso se diferencia de otros radicales como Jesús Rodríguez, que intenta cuidar las relaciones con los otros partidos de la coalición porque de eso depende la integridad del frente que llevó a Cambiemos al gobierno.
Esta referencia nosiglista lo separa a Lousteau de quien fuera su promotora desde 2013, Elisa Carrió, que lo ha criticado por lo bajo en el último año por no despegarse de ese sector del radicalismo. Si Lousteau confirma su candidatura este año, Carrió parece condenada a serlo en la provincia d Buenos Aires. Ella no quiere ser candidata a nada, pero Cambiemos la necesita en alguno de los dos distritos. Con lo que ocurrió este lunes paree señalarle el rumbo.
La sorpresa de la salida del embajador inquietó en Olivos por la inminencia del viaje de Macri a los Estados Unidos para entrevistarse con Donald Trump. Ya era una cita conflictiva, pedida por el presidente de ese país y que el gobierno tomó a reglamento. Cree que no es ningún negocio mostrarse en fotos con el mandatario menos querido del planeta. Con el relevo del embajador esa agenda se complica.