Martín Fierro en el Colón: Por qué SI
La fiesta máxima del espectáculo nacional cambió la tradicional cena por una noche de gala, y el cambio resultó positivo para la transmisión.
Por Rodrigo Lussich
@rodrigolussich
Por Adrián Pallares
@adrianpalla
Finalmente, la entrega de los Martín Fierro se hizo en el Colón, a pesar de muchas críticas -incluída la de este portal-, y la apuesta salió bien.
La transmisión ganó en prolijidad y glamour, con el imponente marco del teatro más importante del país.
El lugar obligó también a los famosos a estar vestidos más acorde, por lo tanto se vieron menos papelones en cuanto al vestuario y al look de los famosos.
A pesar de que hubo algunas desprolijidades en la emisión -lugares vacíos, pocos planos a la figuras en general, y a los de otros canales en particular- el trabajo de dirección y de cámaras fue muy bueno, a pesar de lo complejo del operativo.
De las figuras importantes faltaron muy pocas, sólo Marcelo Tinelli. El teatro se pudo lucir en todo su esplendor y lujo, y resultó una visión agradable del primer coliseo.
Con este nuevo escenario, los Martín Fierro pueden convertirse en nuestra "gala del espectáculo", y los premiso Tato, por ejemplo, en el encuentro social con cena de fin de año televisivo.
En síntesis, el galardón ganó en todos los aspectos estéticos y de envase; ahora sólo falta que el premio en sí mismo vuelva a recuperar el brillo, que por una noche, le prestó el teatro Colón.
@rodrigolussich
Por Adrián Pallares
@adrianpalla
Finalmente, la entrega de los Martín Fierro se hizo en el Colón, a pesar de muchas críticas -incluída la de este portal-, y la apuesta salió bien.
La transmisión ganó en prolijidad y glamour, con el imponente marco del teatro más importante del país.
El lugar obligó también a los famosos a estar vestidos más acorde, por lo tanto se vieron menos papelones en cuanto al vestuario y al look de los famosos.
A pesar de que hubo algunas desprolijidades en la emisión -lugares vacíos, pocos planos a la figuras en general, y a los de otros canales en particular- el trabajo de dirección y de cámaras fue muy bueno, a pesar de lo complejo del operativo.
De las figuras importantes faltaron muy pocas, sólo Marcelo Tinelli. El teatro se pudo lucir en todo su esplendor y lujo, y resultó una visión agradable del primer coliseo.
Con este nuevo escenario, los Martín Fierro pueden convertirse en nuestra "gala del espectáculo", y los premiso Tato, por ejemplo, en el encuentro social con cena de fin de año televisivo.
En síntesis, el galardón ganó en todos los aspectos estéticos y de envase; ahora sólo falta que el premio en sí mismo vuelva a recuperar el brillo, que por una noche, le prestó el teatro Colón.