Mario Pergolini, relax en familia
Tranquilas vacaciones en Cariló
Sin lugar a dudas, 2012 será un año especial en la vida de Mario Pergolini (47). Tras 18 años de estar frente al micrófono en las mañanas de la Rock & Pop, el conductor dejó la radio para encarar su nuevo proyecto multimedia, Vorterix. Para tranquilizar un poco el espíritu y la adrenalina de la nueva etapa, el empresario viajó a Cariló junto con su familia para disfrutar de la playa y el sol. Como suele hacer todos los veranos, el conductor se instaló en una carpa del balneario Hemingway con su esposa, Dolores Galán, y sus hijos, Matías (12) y Valentina (5).
Si bien Pergolini es una de las figuras más reconocidas del ambiente, nunca fue muy adepto a permanecer en el ojo público y recibir el afecto de sus seguidores.
Quizá por esa razón, elige las tranquilas playas de Cariló, donde su presencia pasa casi desapercibida, y le permite compartir tiempo con sus hijos como cualquier turista.
Hombre de costumbres, desde hace años utiliza su cuatriciclo rojo para bajar a la playa. El fourtrax tiene una alta cilindrada por lo que el conductor sube en el vehículo a todos los integrantes y, también, los bolsos y juguetes de sus hijos.
Cuidadoso de los rayos del sol, Pergolini aprovechó la mañana para instalarse en la reposera y disfrutar de un licuado de frutas con su hijo. El niño, al igual que el padre, es un hincha fanático de Boca Juniors, último campeón del fútbol argentino, y lució orgulloso su camiseta. Minutos más tarde, Valentina se acercó hasta donde se encontraba y también reclamó la preciada atención de su papá. Con la ayuda de la niña, el padre rememoró su infancia y se divirtió cavando un pozo en la arena.
Cerca del mediodía, la familia levantó campamento, subió al cuatriciclo y emprendió la retirada hasta su hogar para el almuerzo y la impostergable siesta. Recién a las 16:30, cuando los rayos del sol se mostraban más amables, el fourtrax rojo volvió a aparecer en el horizonte y con él toda la familia Pergolini, que disfrutó del resto de la tarde coronado por un bello atardecer junto al mar.
Si bien Pergolini es una de las figuras más reconocidas del ambiente, nunca fue muy adepto a permanecer en el ojo público y recibir el afecto de sus seguidores.
Quizá por esa razón, elige las tranquilas playas de Cariló, donde su presencia pasa casi desapercibida, y le permite compartir tiempo con sus hijos como cualquier turista.
Hombre de costumbres, desde hace años utiliza su cuatriciclo rojo para bajar a la playa. El fourtrax tiene una alta cilindrada por lo que el conductor sube en el vehículo a todos los integrantes y, también, los bolsos y juguetes de sus hijos.
Cuidadoso de los rayos del sol, Pergolini aprovechó la mañana para instalarse en la reposera y disfrutar de un licuado de frutas con su hijo. El niño, al igual que el padre, es un hincha fanático de Boca Juniors, último campeón del fútbol argentino, y lució orgulloso su camiseta. Minutos más tarde, Valentina se acercó hasta donde se encontraba y también reclamó la preciada atención de su papá. Con la ayuda de la niña, el padre rememoró su infancia y se divirtió cavando un pozo en la arena.
Cerca del mediodía, la familia levantó campamento, subió al cuatriciclo y emprendió la retirada hasta su hogar para el almuerzo y la impostergable siesta. Recién a las 16:30, cuando los rayos del sol se mostraban más amables, el fourtrax rojo volvió a aparecer en el horizonte y con él toda la familia Pergolini, que disfrutó del resto de la tarde coronado por un bello atardecer junto al mar.