Marihuana: sólo el 27% está a favor de despenalizar el consumo
* Por Pedro Ylarri. Un sondeo de Ipsos revela que América latina sigue siendo conservadora sobre una eventual despenalización del consumo de marihuana.
Chile, la Argentina y en menor medida México son los países más favorables, aunque en ningún caso esa posición supera el 30%. En nuestro país, los que están a favor argumentan que de esa manera se reducirá el narcotráfico, mientras quienes se oponen sostienen que, si desaparecen las penas, aumentará el consumo de drogas.
La encuesta se realizó en seis países en momentos en que se debate qué hacer con el auge del consumo y el tráfico. Imagine estar leyendo este diario en su bar preferido cuando en la mesa de al lado un hombre de su edad enciende un cigarrillo de marihuana y comienza a fumarlo tan naturalmente como usted revuelve su taza de café.
¿Cómo se sentiría al respecto? ¿Y si el hombre es íntimo amigo de su hijo? ¿Y si el hombre es su hijo? ¿Estaría de acuerdo con que la ley permitiese o prohibiese tales escenas? ¿Por qué? Estas y otras preguntas fueron realizadas por la consultora Ipsos - Mora y Araujo en Argentina; y también en otros cinco países de América latina, por Ipsos Public Affairs.
Las respuestas, que buscan reflejar la tolerancia social al consumo de marihuana ante un posible cambio de política en la región, son al menos llamativas: la región se opone ampliamente a que la marihuana sea despenalizada, aunque Argentina –junto con Chile– es la más liberal al respecto. La encuesta, que PERFIL revela aquí en forma exclusiva, asegura que “Chile, Argentina y en menor medida México” son los países más abiertos a la política de despenalización del consumo de la planta Cannabis sativa, “aunque ninguno supera el tercio de respuestas a favor” de tal política.
En rigor, 30 por ciento de los chilenos aprueba el cese de la persecución contra los consumidores, al igual que 27 por ciento de los argentinos y 23 por ciento de los mexicanos. Al contrario, “entre los colombianos, peruanos y bolivianos el nivel de rechazo a la medida supera el 70 por ciento de la muestra”, dicen las conclusiones del estudio, que consta de siete preguntas realizadas entre octubre y noviembre a 6.909 personas en 63 ciudades de Perú, Chile, Argentina, Bolivia, Colombia y México. Las razones son varias: según el informe, el mayor control y la disminución del narcotráfico son las dos razones que más esgrimen quienes aceptan la despenalización.
La recaudación impositiva es relevante para los entrevistados de Perú y Bolivia, y muy irrelevante para argentinos y chilenos. La erradicación de las “peleas con los narcos” es importante para los colombianos y mexicanos. Por otra parte, entre los argumentos para rechazar la despenalización, la opinión regional es homogénea: “Se registra temor hacia el aumento del consumo”, indica el informe. En Argentina –además de Bolivia y Perú–, preocupa que la sustancia “estará al alcance de todos”. Otra causa en Perú y Bolivia es que más del 50 por ciento de sus pobladores piensa que “daña el organismo”, aunque no en nuestro país, en donde sólo dos de cada diez se oponen por ese motivo. Sociedad.
La cuarta pregunta del estudio hace referencia a aquel lector que leyendo el diario comienza a oler el cigarro del comensal de al lado. A la amplia mayoría de los latinoamericanos consultados le resultaría un episodio “muy molesto” o “algo molesto”, en porcentajes que varían entre 78 y 93 por ciento según los países. Chilenos, argentinos y mexicanos son, en ese orden, los más permeables a aceptarlo, aunque sólo están dispuestos a hacerlo entre 21 y 18 por ciento de los consultados. ¿Y si el que consume es su hijo? Curiosas respuestas las de los argentinos, que son en la región los que menos se sentirían “muy preocupados” en caso de que sus seres queridos consumieran (75 por ciento dijo que se preocuparía mucho, en relación con el 94 por ciento en Perú).
Por otra parte, en nuestro país, casi una de cada tres personas consultadas (30%) dice conocer a alguien que consume, el número más alto luego de los colombianos (34% conoce a alguien que fuma marihuana). La última pregunta realizada por Ipsos tiene que ver con el consumo personal y, a nivel general, muy pocas personas reconocen consumir Cannabis en los seis países consultados. En Argentina, 14 por ciento asegura haber probado alguna vez marihuana, el número más alto después de México, donde 15 por ciento afirmó haber consumido.
La encuesta se realizó en seis países en momentos en que se debate qué hacer con el auge del consumo y el tráfico. Imagine estar leyendo este diario en su bar preferido cuando en la mesa de al lado un hombre de su edad enciende un cigarrillo de marihuana y comienza a fumarlo tan naturalmente como usted revuelve su taza de café.
¿Cómo se sentiría al respecto? ¿Y si el hombre es íntimo amigo de su hijo? ¿Y si el hombre es su hijo? ¿Estaría de acuerdo con que la ley permitiese o prohibiese tales escenas? ¿Por qué? Estas y otras preguntas fueron realizadas por la consultora Ipsos - Mora y Araujo en Argentina; y también en otros cinco países de América latina, por Ipsos Public Affairs.
Las respuestas, que buscan reflejar la tolerancia social al consumo de marihuana ante un posible cambio de política en la región, son al menos llamativas: la región se opone ampliamente a que la marihuana sea despenalizada, aunque Argentina –junto con Chile– es la más liberal al respecto. La encuesta, que PERFIL revela aquí en forma exclusiva, asegura que “Chile, Argentina y en menor medida México” son los países más abiertos a la política de despenalización del consumo de la planta Cannabis sativa, “aunque ninguno supera el tercio de respuestas a favor” de tal política.
En rigor, 30 por ciento de los chilenos aprueba el cese de la persecución contra los consumidores, al igual que 27 por ciento de los argentinos y 23 por ciento de los mexicanos. Al contrario, “entre los colombianos, peruanos y bolivianos el nivel de rechazo a la medida supera el 70 por ciento de la muestra”, dicen las conclusiones del estudio, que consta de siete preguntas realizadas entre octubre y noviembre a 6.909 personas en 63 ciudades de Perú, Chile, Argentina, Bolivia, Colombia y México. Las razones son varias: según el informe, el mayor control y la disminución del narcotráfico son las dos razones que más esgrimen quienes aceptan la despenalización.
La recaudación impositiva es relevante para los entrevistados de Perú y Bolivia, y muy irrelevante para argentinos y chilenos. La erradicación de las “peleas con los narcos” es importante para los colombianos y mexicanos. Por otra parte, entre los argumentos para rechazar la despenalización, la opinión regional es homogénea: “Se registra temor hacia el aumento del consumo”, indica el informe. En Argentina –además de Bolivia y Perú–, preocupa que la sustancia “estará al alcance de todos”. Otra causa en Perú y Bolivia es que más del 50 por ciento de sus pobladores piensa que “daña el organismo”, aunque no en nuestro país, en donde sólo dos de cada diez se oponen por ese motivo. Sociedad.
La cuarta pregunta del estudio hace referencia a aquel lector que leyendo el diario comienza a oler el cigarro del comensal de al lado. A la amplia mayoría de los latinoamericanos consultados le resultaría un episodio “muy molesto” o “algo molesto”, en porcentajes que varían entre 78 y 93 por ciento según los países. Chilenos, argentinos y mexicanos son, en ese orden, los más permeables a aceptarlo, aunque sólo están dispuestos a hacerlo entre 21 y 18 por ciento de los consultados. ¿Y si el que consume es su hijo? Curiosas respuestas las de los argentinos, que son en la región los que menos se sentirían “muy preocupados” en caso de que sus seres queridos consumieran (75 por ciento dijo que se preocuparía mucho, en relación con el 94 por ciento en Perú).
Por otra parte, en nuestro país, casi una de cada tres personas consultadas (30%) dice conocer a alguien que consume, el número más alto luego de los colombianos (34% conoce a alguien que fuma marihuana). La última pregunta realizada por Ipsos tiene que ver con el consumo personal y, a nivel general, muy pocas personas reconocen consumir Cannabis en los seis países consultados. En Argentina, 14 por ciento asegura haber probado alguna vez marihuana, el número más alto después de México, donde 15 por ciento afirmó haber consumido.