María Vázquez: de las mujeres de polistas, ella es la más gauchita de todas
Inmersa por su marido, Adolfo Cambiasso, en un mundo exclusivo, nunca está en pose. Se anima al mate en los torneos ingleses.
María Vázquez, ex modelo y esposa de Adolfo Cambiasso, impuso su estilo hace mucho en los torneos de polo ingleses. Siempre con un look relajado, mucho jean y ropa sencilla. En la final del Abierto Británico, se mantuvo fiel a su estilo: remera básica blanca, denim y mate, un permiso que pocas argentinas se permitirían.
El mundo del polo parece un espacio exclusivo y cerrado destinado a los más ricos del mundo. Y es así, pero puede haber una confusión, en la Argentina, asociamos a los jugadores de ese deporte con la riqueza, cuando la realidad es que los súper millonarios son los que los contratan, los patrones. María y Adolfo, polista y líder del equipo La Dolfina, se encargan siempre de aclarar esta situación, y se apartan del prototipo de integrante de la "familia del polo", como les gusta llamarse, esos que hablan con la "papa en la boca".
Cuando jovencísima tuvo un híper mediático romance con Carlos Menem Junior, hijo del entonces presidente de la Nación, Vázquez supo lo que es tener todas las miradas encima. Fue tapa de muchas revistas y presa codiciada por los paparazis, hasta que bajó el perfil cuando conoció a Cambiasso.
Hoy, a los 38 años, y con tres hijos, María recorre el mundo detrás de su marido. Cuando puede, se hace alguna escapada para participar en la televisión argentina: se lució en el Bailando por un sueño 2012. Y jamás reniega de su pasado, cuando le preguntaron en una entrevista qué opinaba Adolfo sobre unas fotos hot que ella había protagonizado, fue clarísima: "Mi marido se la banca, no me conoció en un convento. Me conoció en una tapa de Gente haciendo un topless, tapadita, pero es mucho más erótico que un topless explícito".
El mundo del polo parece un espacio exclusivo y cerrado destinado a los más ricos del mundo. Y es así, pero puede haber una confusión, en la Argentina, asociamos a los jugadores de ese deporte con la riqueza, cuando la realidad es que los súper millonarios son los que los contratan, los patrones. María y Adolfo, polista y líder del equipo La Dolfina, se encargan siempre de aclarar esta situación, y se apartan del prototipo de integrante de la "familia del polo", como les gusta llamarse, esos que hablan con la "papa en la boca".
Cuando jovencísima tuvo un híper mediático romance con Carlos Menem Junior, hijo del entonces presidente de la Nación, Vázquez supo lo que es tener todas las miradas encima. Fue tapa de muchas revistas y presa codiciada por los paparazis, hasta que bajó el perfil cuando conoció a Cambiasso.
Hoy, a los 38 años, y con tres hijos, María recorre el mundo detrás de su marido. Cuando puede, se hace alguna escapada para participar en la televisión argentina: se lució en el Bailando por un sueño 2012. Y jamás reniega de su pasado, cuando le preguntaron en una entrevista qué opinaba Adolfo sobre unas fotos hot que ella había protagonizado, fue clarísima: "Mi marido se la banca, no me conoció en un convento. Me conoció en una tapa de Gente haciendo un topless, tapadita, pero es mucho más erótico que un topless explícito".