María Eugenia Vidal quiere que la portación ilegal de armas sea un delito no excarcelable
Así lo afirmó el ministro de Justicia de la provincia, Gustavo Ferrari. "Estamos viendo situaciones de delincuentes que ya ni miden las consecuencias de sus actos".
Un día después del inquietante ataque a la Comisaría 1ª de San Justo, el ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, advirtió sobre el peligro de una delincuencia "que ya no mide las consecuencias de sus actos".
El funcionario analizó el presente delictivo de la región y dio detalles sobre el nuevo código penal en el que se trabaja e hizo foco especial en las sanciones por la portación ilegal de armas.
"En la última reunión que tuvimos con la gobernadora Vidal y con la comisión que trata el nuevo Código Penal, una de las propuestas que hicimos desde la Provincia es transformar la portación ilegal de arma de fuego en un delito no excarcelable", afirmó Ferrario en diálogo con Luis Novaresio, en Radio La Red.
"En la medida que una persona es sorprendida con un arma ilegal, queremos que ese delito no pueda ser excarcelable. ¿Para qué sale una persona a la calle con un arma no declarada? Por lo menos tiene que explicar su situación", agregó.
Dos de los cuatro delincuentes que intentaron tomar la comisaría de San Justo en la madrugada del lunes estaban armados. A raíz del hecho, la sargento Rocío Villarreal recibió dos heridas de bala y hoy se encuentra en estado muy delicado.
"Hasta anoche estaba estable. Hay que esperar la evolución por la herida de esa bala que rozó la médula, según dicen", afirmó Ferrari.
A raíz del hecho, fueron detenidas dos personas que se encontraban en las inmediaciones del destacamento. Una de ellas es una mujer de 19 años, que se supone que fue el cerebro de toda la operación. La joven es la novia de un narcotraficante que se encontraba detenido en la comisaría y su intento era liberar a su pareja a la fuerza.
"Todos lo hemos podido ver cómo fue el ataque. Creo que nos empieza a pasar desde hace un tiempo, de ver situaciones que hablan de no medir consecuencias de los actos, seguramente bajo el efecto de la droga, algo que cruza mucho el delito. Alguna vez lo hemos conversado. La droga, que obnubila la conciencia y permite que alguien se anime a llevar un acto como este", analizó Ferrari.
Una vez que salió a la luz la noticia de que al momento del ataque, la comisaría 1ª de San Justo albergaba a 46 detenidos, cuando lo óptimo era tener un máximo de 18, volvió a ponerse sobre la mesa el problema de la superpoblación de personas presas en la provincia de Buenos Aires.
"Hemos trasladado ya a todos los detenidos de esta comisaría. Estamos en una situación complicada. Lo que debió ser un tema de coyuntura a lo largo de la evolución de la política criminal de este país se transformó en un tema estructural, que es la carencia de espacios", explicó el funcionario.
"Y bueno, vamos tratando de resolver de la mejor manera posible la ubicación de os 11.000 presos nuevos que hay desde diciembre de 2015 hasta hoy en el servicio penitenciario y en las comisarías de la Provincia (...) Estamos corriendo contra 20 años donde no se construyeron cárceles grandes en la Provincia".
Ferrari aseguró además que en los próximos meses se van a activar 1.200 nuevas plazas en diferentes centros penitenciarios.