Marea negra: pieza clave para investigación en manos del FBI
Una pieza clave para determinar las causas del accidente que desató el mayor derrame de crudo en la historia de Estados Unidos se encuentra ahora en manos de agentes federales que investigan el siniestro.
Se cree que el mal funcionamiento de la válvula de seguridad (BOP por su sigla en inglés) no logró obturar el pozo y evitar el derrame de 4,9 millones de barriles de crudo en el Golfo de México, causado tras la explosión a fines de abril de la plataforma petrolera Deepwater Horizon, de la británica BP. El BOP fue retirado del Golfo de México y "es considerado evidencia material, por lo que se encuentra bajo la supervisión" del equipo del Buró Federal de Investigaciones (FBI) que investiga lo ocurrido, dijo en un comunicado el almirante de la Guardia Costera Thad Allen, designado por el gobierno federal para supervisar las tareas de lucha contra la marea negra.
La investigación del FBI deberá determinar porqué la válvula de seguridad, un enorme dispositivo metálico del tamaño de una casa, no cumplió su cometido de obturar el pozo al momento de la explosión de la plataforma.
El BOP averiado, que fue retirado el viernes y cargado en un buque, fue reemplazado por un nuevo modelo. Allen había dicho más temprano que el pozo averiado que provocó el derrame había sido completamente asegurado y que ya no constituía "una amenaza".
El pozo fue objeto de la operación static kill, con la que se rellenó de lodo y se selló con cemento. Ahora, resta la operación bottom kill, con la que se buscarán evitar eventuales fugas a 4.000 metros debajo del lecho marino, adosando pozos de derivación.
Se espera que esta operación pueda realizarse a mediados de setiembre, "en función de las condiciones meteorológicas", dijo BP el viernes.
La investigación del FBI deberá determinar porqué la válvula de seguridad, un enorme dispositivo metálico del tamaño de una casa, no cumplió su cometido de obturar el pozo al momento de la explosión de la plataforma.
El BOP averiado, que fue retirado el viernes y cargado en un buque, fue reemplazado por un nuevo modelo. Allen había dicho más temprano que el pozo averiado que provocó el derrame había sido completamente asegurado y que ya no constituía "una amenaza".
El pozo fue objeto de la operación static kill, con la que se rellenó de lodo y se selló con cemento. Ahora, resta la operación bottom kill, con la que se buscarán evitar eventuales fugas a 4.000 metros debajo del lecho marino, adosando pozos de derivación.
Se espera que esta operación pueda realizarse a mediados de setiembre, "en función de las condiciones meteorológicas", dijo BP el viernes.