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Marcelo Tinelli, el padre de la refundación: las razones por las que debería ser el presidente de AFA

El conductor tiene la posibilidad de postularse y, con el apoyo que logró el martes, tiene grandes chances de llegar al cargo.

Gustavo Leandro Rodríguez
@GusLRodri
grodriguez@diarioveloz.com


Hace mucho tiempo que el fútbol argentino necesita un golpe de timón y un recambio que lo saque de una crisis que se ve retratada desde la imposibilidad de que haya visitantes en las canchas y hasta la escasez de títulos en la Selección Argentina. Ese cambio que pide a gritos la AFA tiene nombre y apellido: Marcelo Tinelli.

Más allá de la reglamentación que imponía el estatuto, el vicepresidente de San Lorenzo es el hombre indicado para sacar al fútbol argentino del desorden y acefalia que lo desborda desde la muerte de Julio Grondona.


Ya le habían impedido tomar las riendas del Fútbol para Todos. El hombre que más sabe de televisión en la Argentina llegaba con un proyecto para mejorar el producto. No lo dejaron por cuestiones políticas y de egos. Aquella sólo había sido una pequeña de tantas ideas que pueden desprenderse de la cabeza de Tinelli. Siempre y cuando no involucrara negocios paralelos, algo que, éticamente, es incompatible.

Hay un grupo de dirigentes que lo apoya. Luis Segura, presidente de AFA y uno de los que está en contra, había asegurado hace unos días: "Si la idea era de Juan Pérez, duraba cinco minutos en pie". Es una gran verdad. Hoy nadie es tan influyente como Tinelli. Su candidatura se argumenta desde varios aspectos.

Los proyectos que decidió encarar deportivamente fueron exitosos. Lo demostró con el club de voley Bolivar y en San Lorenzo, al que pudo poner de pie futbolística e institucionalmente luego de estar al borde de la quiebra. Tiene gestión y ostenta una eficacia impecable: Bolivar es multicampeón; San Lorenzo obtuvo la tan ansiada Copa Libertadores y nunca antes estuvo tan cerca de volver a Boedo.

Además, el conductor de Showmatch tiene un poder y peso político como nadie: es el único capaz de entrar al despacho de Cristina Kirchner (el que a partir del 10 de diciembre será de Daniel Scioli, Mauricio Macri o Sergio Massa) y hablar de igual a igual. Incluso, su influencia es tan notable que los tres principales candidatos a presidente de la Nación sintieron que debían visitar su programa porque eso podía humanizarlos, aunque tuvieran que lidiar con un imitador. Tenerlo de su lado es algo indispensable.

Su llegada a la presidencia sería más que importante porque no está contaminado como muchos dirigentes que estuvieron cerca de Grondona. El desembarco de Tinelli en Viamonte 1366 le aportaría un poco de aire fresco al fútbol argentino luego de más de tres décadas de Grondonismo manchado por corrupción, desorganización y manejos desprolijos.

Para retratar esto sólo tuvo que pasar un día: luego de su designación como vicepresidente tercero del Comité Ejecutivo, el conductor ya tomó las primeras decisiones: ordenó una auditoría interna para revisar la economía financiera y la situación de los contratos que mantiene la AFA, principalmente con los ingresos referidos a los sponsors de la Selección Argentina, el acuerdo con el Fútbol para Todos y los vínculos con las empresas Santa Mónica y Torneos. Tinelli comenzó a ser resolutivo.

Por supuesto que deberá modificar algunas posturas y actitudes que no lo dejan bien parado en algunas situaciones: su fanatismo por San Lorenzo es su principal punto en contra. Hay dos ejemplos que lo pintan en ese sentido: cuando despotricó contra un árbitro por fallos polémicos en el empate entre el Ciclón y Godoy Cruz en Mendoza; y cuando no le perdonó a Nicolás Bertolo haber elegido River por sobre San Lorenzo. Esas son cuestiones que deberá revisar para que su pasión no lo perjudique en su eventual gestión.