Madre de Marita Verón: "Los 13 acusados son culpables"
"Tenemos toda la ilusión y esperanza de que de aquí salga el paradero sobre mi hija", dijo la mujer antes de ingresar a los tribunales tucumanos.
Susana Trimarco, madre de Marita Verón, la joven desaparecida hace 10 años en Tucumán, consideró hoy que "los 13 acusados son culpables" del secuestro de su hija, pero advirtió que aún "faltan muchos más", en declaraciones formuladas antes del inicio del juicio oral y público por privación ilegítima de la liberad y promoción de la prostitución.
"Tenemos toda la ilusión y esperanza de que de aquí salga el paradero sobre mi hija", dijo la mujer antes de ingresar a los tribunales tucumanos y agregó: "Para mí son culpables los 13 (acusados) y para mí faltan muchos más".
La causa, caratulada "privación ilegítima de la libertad y promoción de la prostitución en concurso ideal", tiene a 13 imputados y se estima que se prolongará durante tres meses.
El tribunal de la Cámara Penal II está integrado por los jueces Alberto César Piedrabuena (presidente), Emilio Andrés Herrera Molina y Eduardo Antonio Romero Lascano.
Los imputados son Humberto Juan Deroberti, Daniel Natalia Milhein, María Jesús Rivero, Víctor Ángel Rivero, Andrés Alejandro González, Domingo Pascual Andrada, José Fernando Gómez, Lidia Irma Medina, María Azucena Márquez, Mariana Natalia Bustos, José Gonzalo Gómez, Carlos Alberto Luna y Cintia Paola Gaitán.
Se establecieron días de debate los martes, miércoles y jueves y se fijaron pautas para la cobertura de los medios debido a los numerosos pedidos de acreditaciones y al reducido espacio del recinto.
Susana Trimarco removió cielo y tierra para encontrar a su hija y en esa búsqueda creó la Fundación "María de los Angeles", la primera organización del país contra la trata de mujeres y nenas víctimas de explotación sexual, que liberó a centenares de víctimas.
Muchas de ellas aseguraron que vieron a Marita en cautiverio –algunas en Tucumán y otras en La Rioja– y que durmieron con ella, por lo que declararán en este juicio.
La querella ofreció como testigos a 24 de estas jóvenes, además de la propia Trimarco, que llegó a hacerse pasar por prostituta para averiguar el paradero de su hija, aún desconocido.
Horas antes de comenzar el juicio, el gobernador José Alperovich, quien ayer recibió en su despacho a Trimarco, declaró hoy que esperaba que cayeran los responsables.
"La desesperación que tiene esa madre sólo la puede entender alguien que pierde a una hija, que no la recupera", manifestó el mandatario. "Lo que han hecho estos desgraciados es espantoso", comentó. Sobre su actitud ante este caso, puntualizó que "lo único que podemos hacer es apoyarla, estar a la par de ella".
Según Alperovich, "en Tucumán no hay impunidad para nadie; el que tenga que caer preso que caiga preso porque aquí, desde el gobernador para abajo, nadie es inimputable".
El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, anunció que estará mañana en la apertura del juicio oral. "Desde 2003 apoyamos la lucha denodada llevada a cabo por Susana Trimarco para hallar a su hija e identificar a los responsables para su juzgamiento criminal", señaló Duhalde.
La Fundación "María de los Ángeles", organización creada por Trimarco para ayudar a mujeres víctimas de la trata de personas, diagramó varias actividades para acompañar a la familia de Marita durante el juicio.
Trimarco no podrá estar presente en el inicio del juicio ya que debe declarar en la causa como testigo, pero aclaró que su nieta Micaela Catalán, de 13 años -hija de Marita- "no quiere perderse un segundo del debate", aunque por ahora no podrá hacerlo.
El tribunal rechazó el pedido del abogado querellante Carlos Garmendia para permitir la presencia de Micaela en la sala de audiencias, ya que se ajusta al código procesal que impide hacerlo a menores de 14 años.
"Queremos que le den una oportunidad para que se exprese porque ella desea estar presente", dijo Garmendia. El pedido será analizado por los jueces en el comienzo del juicio, según señaló el letrado.
Ayer, se llevó a cabo una ceremonia religiosa en la cual Susana Trimarco estuvo acompañada de su nieta, de los miembros de la Fundación y amigos de la joven, desaparecida desde el 3 de abril de 2002.