Macri prepara una reducción del Gabinete después de las elecciones
En la Casa Rosada descuentan un espaldarazo electoral. Así lo dice Macri en la intimidad: "El 22 arrasamos".
Todo se aplicará después del 22 de octubre. En la Casa Rosada descuentan un espaldarazo electoral. Así lo dice Macri en la intimidad: "El 22 arrasamos". El programa de recortes de gasto incluye bajar el presupuesto de la Legislatura bonaerense y del Congreso Nacional.
Pero el plato fuerte está en la propia Casa Rosada: Macri estudia dar una señal de austeridad, recortando el inmenso gabinete que armó en el 2015. Ya se habla de un recorte de alrededor de 6 carteras y la fusión de muchas secretarías y subsecretarías.
En observación hay al menos 10 áreas como la de Medio Ambiente, Defensa, Justicia, Interior, Seguridad, Ciencia y Técnica, Producción y Turismo. Las evaluaciones son secretas y están en poder de solo un puñado de íntimos del Presidente. Un par de funcionarios que serían desplazados podrían tener una compensación: para ello están libres embajadas como la de Francia y Washington.
Igual, los eventuales cambios pusieron en alerta a los radicales. En la UCR se resisten a la idea que existe en la Casa Rosada: se afirma que después de las elecciones Macri se cerrará aún más sobre su círculo de confianza. Esto genera un estado de ansiedad entre muchos ministros y dirigentes que no gozan de la total aprobación de Macri.
Macri - por ejemplo - está molesto con quienes llevaron adelante el caso Odebrecht.
La falta de resultados, expone al Presidente internacionalmente. Se trata de una mácula donde Macri acumuló éxitos. Peor aún porque abre suspicacias internas: ¿fue negligencia o se quiere tapar algo o a alguien?
Lo cierto es que Argentina no logró un acuerdo con Odebrecht y eso asegura impunidad para Julio De Vido y funcionarios que cobraron coimas por 32 millones de dólares.
Así, Argentina se iguala con países muy cuestionados en el exterior: Argentina, Venezuela y Angola son los únicos que no llevan adelante investigaciones serias por Odebrecht. Solo se investigan a perejiles.
El Gabinete tiene 23 ministerios - algunos con rango de ministros - y en muchos casos pasa lo siguiente: ni se conoce qué hacen y, en otros, la gestión fue deficiente.
Así, Macri también quiere dar una señal política a bajo costo: mostrar un marketing de austeridad, que el Gobierno no tuvo durante sus primeros años. Desde el inicio de su gestión el déficit fiscal aumentó, por encima del astronómico rojo que dejó Cristina. Ahora sería de 8 puntos del PBI. Se trata de 48.000 millones de dólares. Esto incluye déficit cuasi fiscal - la bicicleta financiera -del BCRA y el descontrol de las provincias.
También sería un gesto político para la sociedad. Hasta ahora, los recortes de gastos, incluyeron un gran ajuste y aporte de la población. Fueron fruto de la quita de subsidios, y no de un ajuste de la burocracia.
Macri trabaja el recorte con su íntimo grupo de colaboradores. El rediseño está a cargo de Mario Quintana, Gustavo Lopetegui y Andrés Ibarra. Las reuniones son secretas y de la evaluación política participan - obvio - el propio Presidente y el jefe de Gabinete.
El tamiz político final hizo que - entre otras - se desechara la idea inicial de fusionar Agroindustria con Producción.
La intención era dejar todo en manos de Francisco Cabrera. Existen críticas internas a la gestión de Ricardo Buryaile. En especial una: que no capitalizó para la Casa Rosada, los fuertes beneficios que Macri le otorgó al campo. Luis Etchevehere - conociendo esto - fue una opción de relevo. La Sociedad Rural lo fogoneó.
Pero hay una necesidad política y eso frenó los planes iniciales de la Jefatura de Gabinete: quieren fortalecer a Buryaile como candidato a gobernador de Formosa para el 2019 y para eso necesita continuidad en su ministerio.
Otro tanto ocurre con Ciencia y Técnica: muchos sueñan con desplazar a Lino Barañao, pero su salida generaría un serio conflicto con la comunidad científica. El recorte del Gabinete será preciso y quirúrgico.
Por eso llama la atención la pasividad del Gobierno con ex funcionarios: Ricardo Echegaray sigue en la AFIP y ahora se refugia en el Parlamento. Esta semana se aprobó su pase en comisión con un sueldo bruto de 110.000 pesos. Echegaray utilizó la AFIP para perseguir adversarios y es el responsable de encubrir graves delitos: negociados de Lázaro Báez, estafas de Cristóbal López y beneficios a Amado Boudou.
En Ciccone utilizó a un funcionario de confianza. Se trata del procesado Rafael Riesnick Brenner, quien creó un sindicato trucho - de solo 100 agremiados - para tener fueros y seguir, aún ahora, en la AFIP. Ambos están protegidos. Dicen que Echegaray centra su poder en una cuestión: el robo de informes secretos de inteligencia de la AFIP sobre el patrimonio de la cúpula de poder en Argentina.
Nota extraída del diario Clarín - Por Marcelo Bonelli