Luli Fernández: "El 2012 me puso a prueba como mujer"

Nota extraída de la revista Caras

Cuando al calendario sólo le resta la página de diciembre, los balances y conclusiones brotan de manera natural, sin que uno se esfuerce en convocarlos. La proximidad de las fiestas de Fin de Año y las expectativas de lo que deparará el futuro se licúan emocionalmente con todo lo que aconteció durante el año. Tanto experiencias positivas como negativas, todo se evalúa inconscientemente de cara a lo que vendrá. Un ejercicio que a "Luli" Fernández (24) le demandó mucha introspección, porque 2012, para ella, no fue un año más. "Fue un año de muchos cambios, en el que debí enfrentarme conmigo misma para ver cuál había sido mi maduración. El 2012 me puso a prueba como mujer, porque por un lado encaré nuevos proyectos laborales que implican desafíos y, al mismo tiempo, atravesé por una separación y una mudanza. Pero también pude demostrar la seguridad y fortaleza que siento en mí misma, y eso no es un dato menor", confiesa la modelo y conductora, que compara el año en curso con un partido de ajedrez.

"En el tablero de mi vida, cada movida fue clave, cada movimiento me exponía al jaque mate, y por eso debí apelar a la prudencia y ser cautelosa y pensante. Me pude haber equivocado o no, pero de lo que estoy segura es que las soluciones y los resultados fueron positivos".

La letra chica del 2012 de "Luli" dice que tuvo su gran oportunidad televisiva en un canal de aire. Le tocó participar en un ciclo tradicional, "Gran Hermano", y de una experiencia piloto, "La voz argentina", y de ambos retos quedó satisfecha.

"Si bien los dos programas tienen algo en común, son muy diferentes. Uno se dio por primera vez en la Argentina, con todas las expectativas que eso genera, y el otro es un caballito de batalla del canal, lo que de inmediato te expone a las comparaciones. Creo que he crecido muchísimo, y pude demostrarles a los directivos de Telefe que tengo la camiseta puesta. "Lo disfruté y todos quedaron conformes, al menos eso es lo que me trasmitieron", detalla Lucila, también protagonista de dos capítulos amorosos que movieron la cartelera mediática.

Primero, su separación del futbolista Pablo Mouche (25), con rumores de mutua infidelidad, y segundo, su inmediato romance con el abogado Cristian Cúneo Libarona (42), padre de cuatro hijos y hermano del reconocido abogado, Mariano Cúneo Libarona. "Es muy subjetivo lo de los tiempos, decir si es rápido o despacio que uno rehaga su vida. Con Pablo estuvimos juntos dos años y ocho meses, pero el momento exacto en que comenzó la crisis no es el mismo que cuando la noticia sale a la luz- La cosa ya venía mal, y no es que me separé y a los cinco días estaba con otro. Mi relación con Cristian tuvo su tiempo de decantación, primero lo conocí, después comenzamos a salir de a poco... Todo fue muy tranquilo, también podría haber salí do dos meses y que no haya funciona do".

—¡Pero funcionó!

—Sí, no llevo bien la cuenta de los meses, pero somos una pareja armada. Todavía no convivimos, porque no quiero apresurarme y está bueno ir de a poco. Hay un plan, es verdad, pero nadie nos apura, además, respeto mucho el espacio de Cristián con sus hijos. Es un proceso que vivimos con mucho amor.

—El hecho de los cuatro hijos de el, ¿condiciona la relación?

—Mirá, estamos en 2012, y creo que las familias ensambladas ya no horrorizan a nadie. Es una realidad de muchos hogares, yo sé bien de qué se trata, porque soy hija de padres separados. Para mí los chicos son prioridad, estuve del otro lado y sé lo importante que es que disfruten a solas de su padre. No los invado, y por eso ellos me aceptan como lo han hecho.

— ¿Fue tan dolorosa su separación de Mouche como los rumores que se generaron en torno a las causas?

—Y, con la trascendencia mediática el dolor se potencia. Se dicen mentiras y la gente habla como si hubiese estado dentro de nosotros dos. Yo opté por apagar la televisión, y cuando me contaban algo les decía "gracias, pero no me interesa saberlo". Soy parte del medio y entiendo todo, pero hay límites, y hay que saber ponerlos.

— ¿Le molesta que Pablo salga ahora con una colega suya (Vitto Saravia)?

—Apenas me separé me dolía, porque había muchos romances y conquistas en torno de él. Pero ahora no, a Pablo lo quiero y terminamos en buenos términos, no siento que sea una mala persona. Con ella no tengo nada, ya el asunto está resuelto y meterme en eso sería una cuestión de ego. Aparte, no me peleo ni por el amor de un hombre, ni por trabajo, ni por dinero. Confío en mí misma, trabajo desde los 14 años, en febrero voy a cumplir 25...Y no me fue para nada mal.

Lucila "Luli" Fernández tiene 24, y trabaja desde los 14. Con su agencia, Multitalent, apunta a seguir en Telefe y volver al cable, su primer amor

Al poco tiempo de cortar con Pablo Mouche, Luli empezó a salir con Cristián Cúneo Libarona, de 42, y abogado como su hermano, Mariano