¿Luciana Salazar padece de dismorfofobia?
Durante la última gala de la revista Gente, varios invitados se vieron alarmados por el estado de salud de la vedette.
Los trastornos psicológicos obsesivos que tienen a la imagen de cuerpo como punto central se han convertido en males contemporáneos que, lamentablemente, tienen muchos ejemplos en las figuras públicas. El caso de Luciana Salazar, que ha desatado una gran preocupación por su magra figura, resulta en una probable muestra de lo que puede causar la dismorfofobia.
Durante la noche de gala brindada por la revista Gente, que se dio el martes, la modelo se hizo presente y, como en tantas otras ocasiones, atrapó todas las miradas. Sin embargo, en esta oportunidad, la rubia llamó la atención no por los cambios drásticos que ha sufrido su cuerpo. "Peso 43, clavadísimos", había expresado la vedette en una entrevista reciente. Pero su cuerpo revela otros números.
Los estereotipos y las exigencias del mercado ayudan mucho a generar este tipo de trastorno. Salazar, quien ya reconoció que el 2014 ha sido "el peor año de su vida", ve reflejado en su figura todo el mal que puede surgir de la combinación entre los problemas personales y el ámbito de la competencia constante, en el que se debe sobresalir sólo a través de la perfección. Estos factores, posiblemente, han desatado en la modelo una perspectiva perfeccionista obsesiva sobre sí misma.
La dismorfobobia, un trastorno psicológico que se caracteriza por una creencia irreal acerca de un defecto propio, encaja con las circunstancias que hoy envuelven a Luciana Salazar. La modelo, en caso de seguir en esta línea, podría llegar a sufrir graves perjuicios de salud. Aquellos que han tenido la posibilidad de ver en persona a la vedette refieren que sus "43 kilos clavadísimos" podrían ser muchos menos.
Qué es la dismorfofobia
Según el Centro de Psicología Aplicada Científica Aplicada de Madrid, instituto especializado en el tema, la dismorfofobia es "es una creencia obsesiva o una preocupación exagerada por poseer un defecto en el aspecto físico, que es prácticamente indetectable para otra gente". El instituto refiere que quienes sufren de este mal contemporáneo suelen ser muy susceptibles a las críticas.
La dismorfofobia causa un estado de sufrimiento constante, en el que las preocupaciones obsesivas por los detalles del cuerpo son el denominador común día tras día. Muchos de los pacientes llegan a acudir a las cirugías plásticas de manera recurrente para "perfeccionarse", aunque la imagen que buscan alcanzar se constituye en entelequia, en tanto resulta un proceso de cambio sin fin. La persona nunca dejará de ver los "errores" en su cuerpo, aunque sea lo única que los perciba.