Lucas Biglia y la final: "Estamos a 90 minutos de ser inmortales"
El volante de la Selección Argentina habló antes de partir rumbo a Rio de Janeiro y no se guardó ninguna de las sensaciones de la final.
Lucas Biglia expresó su deseo de "llegar a la gloria" con la conquista de la Copa del Mundo y, para ello, no se ruborizó en reconocer la conveniencia de "ser amarrete" en el planteo del partido decisivo.
"Estamos contentos y orgullosos por lo que nos toca jugar, queremos llegar a la gloria y llevarnos lo que tanto soñamos. Estamos a 90 minutos de ser inmortales futbolísticamente", declaró en una nota con Télam en el predio Cidade do Galo, que el equipo abandonó definitivamente hoy para instalarse en Río de Janeiro.
Biglia, de 28 años, con 26 encuentros jugados en el seleccionado mayor, prometió "dar más del ciento por ciento" de esfuerzo para enfrentar a los alemanes, motivados por "el hecho de jugar una final del mundo", que además presentará "un marco espectacular" por el arribo de 100 mil argentinos a la ciudad.
"Pienso en el Himno Nacional y ya se me pone la piel de gallina. Sabemos la locura que tiene la gente con el Mundial, todos tenemos redes sociales y lo percibimos. Nos vamos a matar para conseguir el título y darle una alegría a los argentinos", se comprometió.
El bonaerense, oriundo de Mercedes, apuntó que los jugadores vieron "dos videos muy emotivos" después de la clasificación lograda ante Holanda por penales, que tendrán "muy presentes al momento de salir a la cancha en el Maracaná".
"Uno repasaba todo el camino en el Mundial, con comentarios nuestros, y otro mostraba a distintas familias viviendo los partidos, olvidándose de los problemas o las necesidades para apoyarnos a nosotros. No llegaron mucho los dos", comentó.
En la previa de la final de mañana a las 16, Biglia admitió que en el plantel argentino impera una combinación de "alegría, presión y ansiedad".
"Alegría porque no se juega una final del mundo todos los fines de semana; presión porque defendemos una selección con mucha historia, y ansiedad porque queremos que llegue el partido ya", detalló.
Consultado por el triunfalismo alemán y el favoritismo que adjudica el medio futbolístico internacional al equipo europeo, Biglia pidió "no darle interés" a lo que se hable antes del juego.
"No pensamos en lo que hagan en Alemania, tampoco en lo que digan los brasileños o distintas figuras del fútbol. Todos eso los cargará de presión a ellos. La realidad se va a ver en el Maracaná", relativizó al enterarse de que en el país germano ya se fabrican camisetas con una cuarta estrella.
"Se podrán decir un montón de cosas pero el partido va a depender de cómo nos levantemos ese día. Trataremos de hacer pesar nuestras virtudes", consideró.
En relación al planteo, Biglia imaginó uno "similar al de Holanda" en semifinales, "cerrando líneas hacia atrás y espacios a los jugadores que, con lugar, marcan una diferencia".
"Hay que ser amarretes, a veces en un Mundial es necesario. No vamos a regalar nada y menos en el último partido. No me quiero ir con una goleada en contra y decir que le salimos a jugar a Alemania de igual a igual. No sirve de nada porque después quedás en la historia como el equipo que perdió", asumió.
"Alemania tiene gente que juega muy bien delante de la defensa rival. Maneja muy bien la pelota y es desequilibrante. La clave va a pasar por no dejarlos jugar cerca de nuestro arco y también por lo que podamos hacer nosotros ofensivamente", concluyó.