Los voluntarios del vuelo simulado a Marte no buscarán extraterrestres
Los voluntarios del simulacro de vuelo al Planeta Rojo no buscarán extraterrestres durante sus tres salidas previstas al simulador de la superficie marciana.
Los voluntarios del simulacro de vuelo al Planeta Rojo no buscarán extraterrestres durante sus tres salidas previstas al simulador de la superficie marciana, declaró el director del proyecto "Marte-500", Borís Morúkov, en una entrevista difundida hoy por la agencia Interfax.
"¿Buscarán señales de vida? No lo sé. En todo caso, por el momento no tenemos planeado ni hombrecitos verdes ni arañitas que salgan arrastrándose de la arena", dijo Morúkov al explicar en qué consistirán las caminatas, que tendrán una duración de unas dos horas.
Una de las salidas a la superficie artificial, la tercera y última, "estará dedicada a la resolución de situaciones de emergencia".
"Así, según el guión, uno de los participantes se caerá y se lesionará la mano durante el trabajo en la superficie marciana" y un segundo voluntario deberá examinar a su colega, ayudarle a levantarse y acompañarlo al módulo de descenso.
En tanto, durante la primera salida, dos participantes del experimento deberán extraer del módulo de descenso al simulador de la superficie marciana, de 1.200 metros cúbicos, todos los equipos necesarios, realizar los preparativos pertinentes y activarlos.
Durante la segunda caminata, los tripulantes deberán explorar la superficie marciana y extraer muestras del terreno para regresar con ellos a la Tierra. Este experimento, que comenzó el 3 de junio pasado, servirá para estudiar la compatibilidad psicológica y la tolerancia de los miembros de una tripulación durante un vuelo interplanetario.
Sus participantes compartirán durante un año y poco más de cinco meses los 550 metros cúbicos que suman los cuatro módulos cilíndricos que conforman el simulador. Permanecerán aislados del mundo exactamente el tiempo que lleva el vuelo de ida y vuelta a Marte, 490 días, más otros 30 de estancia simulada en el vecino planeta.
La Agencia Espacial Europea (ESA) y la rusa Roscosmos lanzaron en 2004 este ambicioso proyecto, al que se sumó posteriormente China y en el que también colaboran países como Estados Unidos y España.
En noviembre de 2007 se realizó un primer experimento preparatorio en el que seis voluntarios rusos permanecieron aislados del exterior durante dos semanas, mientras que en julio del año pasado se llevó a cabo un simulacro de vuelo al planeta rojo de 105 días.
"¿Buscarán señales de vida? No lo sé. En todo caso, por el momento no tenemos planeado ni hombrecitos verdes ni arañitas que salgan arrastrándose de la arena", dijo Morúkov al explicar en qué consistirán las caminatas, que tendrán una duración de unas dos horas.
Una de las salidas a la superficie artificial, la tercera y última, "estará dedicada a la resolución de situaciones de emergencia".
"Así, según el guión, uno de los participantes se caerá y se lesionará la mano durante el trabajo en la superficie marciana" y un segundo voluntario deberá examinar a su colega, ayudarle a levantarse y acompañarlo al módulo de descenso.
En tanto, durante la primera salida, dos participantes del experimento deberán extraer del módulo de descenso al simulador de la superficie marciana, de 1.200 metros cúbicos, todos los equipos necesarios, realizar los preparativos pertinentes y activarlos.
Durante la segunda caminata, los tripulantes deberán explorar la superficie marciana y extraer muestras del terreno para regresar con ellos a la Tierra. Este experimento, que comenzó el 3 de junio pasado, servirá para estudiar la compatibilidad psicológica y la tolerancia de los miembros de una tripulación durante un vuelo interplanetario.
Sus participantes compartirán durante un año y poco más de cinco meses los 550 metros cúbicos que suman los cuatro módulos cilíndricos que conforman el simulador. Permanecerán aislados del mundo exactamente el tiempo que lleva el vuelo de ida y vuelta a Marte, 490 días, más otros 30 de estancia simulada en el vecino planeta.
La Agencia Espacial Europea (ESA) y la rusa Roscosmos lanzaron en 2004 este ambicioso proyecto, al que se sumó posteriormente China y en el que también colaboran países como Estados Unidos y España.
En noviembre de 2007 se realizó un primer experimento preparatorio en el que seis voluntarios rusos permanecieron aislados del exterior durante dos semanas, mientras que en julio del año pasado se llevó a cabo un simulacro de vuelo al planeta rojo de 105 días.