Los vínculos peligrosos de Federico Bal y Barbie Vélez: los diferentes tipos de relaciones tóxicas y sus riesgos
El escándalo de Federico Bal y Barbie Vélez tomó estado público. No obstante, casos similares ocurren todo el tiempo.
El escándalo entre Federico Bal y Barbie Vélez tomó notoriedad por tratarse de dos personajes públicos y de gran conocimiento en el mundo del espectáculo. Sin embargo, este tipo de vínculos son más comunes de lo que parecen.
No obstante las relaciones tóxicas no sólo se presentan en los vínculos amorosos, sino también en otro tipo acercamiento social. Los diferentes tipos de relaciones tóxicas, según The Mind Unleashed.
Las relaciones en las que sólo está a cargo una persona
Si sólo una persona ejecuta la relación, ésta no es sana y no prosperará adecuadamente. Incluso, a veces resulta fácil involucrarse con una persona que tome el control de las cosas, puede parecer fácil y cómodo que tome las riendas de nuestra vida, puede que se note menos presión así.
El problema radica en que esto no es opcional. Es decir que si alguien le da las riendas de su vida a otra persona, lo más probable es que pierda el derecho a opinar. Cuando quiera recuperar el control, será muy difícil y la relación irá empeorando. La persona pierde autonomía, independencia, autoestima y autoconfianza.
Las relaciones que tienen la función de completar a uno
A pesar de que esté idealizada eso de encontrar a la persona que llenará un vació o completará a uno, lo concreto es que eso es algo que se debe conseguir por uno mismo y luego trasladarlo a la relación. Una relación no debe servir o utilizarse para suplir carencias personales, esto hace que luego uno se vuelva dependiente y no recorra el camino de crecimiento personal.
Suelen ser relaciones en las que luego no se toleran separaciones temporales ni estar solos. No es la responsabilidad de la otra persona rellenar esos vacíos existenciales. Es, más bien, una tarea personal de cada uno.
Relaciones co-dependientes
Este tipo de relación es algo similar a la primera de las mencionadas, pero con la diferencia de que las dos personas suelen adoptar una actitud pasiva y dependiente, perdiendo su individualidad. Las dos personas necesitan de la aprobación del otro para llevar a cabo cualquier acción, priorizan las necesidades del otro sobre las propias. La otra persona siempre es responsable de cómo se siente uno. Suelen llevar una acumulación de resentimiento, aunque haya sido uno el que decidió valorar las necesidades del otro por encima.
Las relaciones basadas en expectativas irreales o idealizadas
La perfección no existe. Si se ama a alguien debe ser con sus defectos y con sus más y sus menos. No es sano intentar arreglar a las personas o intentar cambiarlas. De hecho, cuanto menos se espere de alguien que ama, más cerca se estará de la felicidad. Las expectativas pueden ser muy traicioneras. Nadie actuará siempre como uno espera.
Las relaciones en las que el pasado se utiliza para justificar el presente
Si una persona está en una relación en la que continuamente es culpada por el pasado, ésa es una relación tóxica. Si ambos lo hacen, la relación se convierte en una batalla por ver quién cometió más errores.
Cuando se utiliza lo que la otra persona hizo mal en el pasado para justificar tu conducta en el presente lo que se está haciendo es usar la culpa y el resentimiento para manipular a la otra persona para que se sienta mal en el presente.
Las relaciones basadas en mentiras continuas
En las relaciones una omisión es como una mentira. Las relaciones se basan en la confianza, abrirse a la otra persona y conocerse mutuamente. Ocultar información relevante sólo debilitará la relación. Es verdad que se puede reparar la falta de confianza, pero esto es muy difícil y requerirá del esfuerzo de ambas partes. Al final la verdad siempre se sabe.
Las relaciones en las que el perdón no tiene lugar en las que no hay intención de reparar la confianza
Este punto se relación con las mentiras continuas. La confianza puede reparar, pero mantenerse en una relación en la que no hay intención de repararla no tiene sentido. En casi cualquier relación a largo plazo habrá problemas de confianza o alguna mentira en algún momento. No entender que esta se puede reparar si ambas personas trabajan en pos de eso terminará convirtiéndolo en una relación tóxica.
Relaciones en las que la comunicación es pasivo-agresiva
Esto se da cuando en lugar de comunicar algo de manera abierta, entran en juego las indirectas o cuando la comunicación es hostil e intenta manipular cómo se siente la otra persona. También se presenta cuando se hacen cosas sutiles para molestar a la otra persona hasta que preste atención.
Relaciones gobernadas por el chantaje emocional
Esto se refiere a aplicar un castigo emocional cuando la otra persona no hace exactamente lo que se quiere. Al final, la otra persona accede a comportarse de otra manera a causa del chantaje. Se soluciona como en el punto anterior: con una mejor comunicación.
Relaciones que quedan en segundo plano
Las relaciones requieren que se les dedique tiempo y esfuerzo. Es de gran importancia dedicar tiempo de calidad a la relación: compartir actividades sólo con la otra persona, ya que requieren de la presencia, atención y tiempo.
No obstante las relaciones tóxicas no sólo se presentan en los vínculos amorosos, sino también en otro tipo acercamiento social. Los diferentes tipos de relaciones tóxicas, según The Mind Unleashed.
Las relaciones en las que sólo está a cargo una persona
Si sólo una persona ejecuta la relación, ésta no es sana y no prosperará adecuadamente. Incluso, a veces resulta fácil involucrarse con una persona que tome el control de las cosas, puede parecer fácil y cómodo que tome las riendas de nuestra vida, puede que se note menos presión así.
El problema radica en que esto no es opcional. Es decir que si alguien le da las riendas de su vida a otra persona, lo más probable es que pierda el derecho a opinar. Cuando quiera recuperar el control, será muy difícil y la relación irá empeorando. La persona pierde autonomía, independencia, autoestima y autoconfianza.
Las relaciones que tienen la función de completar a uno
A pesar de que esté idealizada eso de encontrar a la persona que llenará un vació o completará a uno, lo concreto es que eso es algo que se debe conseguir por uno mismo y luego trasladarlo a la relación. Una relación no debe servir o utilizarse para suplir carencias personales, esto hace que luego uno se vuelva dependiente y no recorra el camino de crecimiento personal.
Suelen ser relaciones en las que luego no se toleran separaciones temporales ni estar solos. No es la responsabilidad de la otra persona rellenar esos vacíos existenciales. Es, más bien, una tarea personal de cada uno.
Relaciones co-dependientes
Este tipo de relación es algo similar a la primera de las mencionadas, pero con la diferencia de que las dos personas suelen adoptar una actitud pasiva y dependiente, perdiendo su individualidad. Las dos personas necesitan de la aprobación del otro para llevar a cabo cualquier acción, priorizan las necesidades del otro sobre las propias. La otra persona siempre es responsable de cómo se siente uno. Suelen llevar una acumulación de resentimiento, aunque haya sido uno el que decidió valorar las necesidades del otro por encima.
Las relaciones basadas en expectativas irreales o idealizadas
La perfección no existe. Si se ama a alguien debe ser con sus defectos y con sus más y sus menos. No es sano intentar arreglar a las personas o intentar cambiarlas. De hecho, cuanto menos se espere de alguien que ama, más cerca se estará de la felicidad. Las expectativas pueden ser muy traicioneras. Nadie actuará siempre como uno espera.
Las relaciones en las que el pasado se utiliza para justificar el presente
Si una persona está en una relación en la que continuamente es culpada por el pasado, ésa es una relación tóxica. Si ambos lo hacen, la relación se convierte en una batalla por ver quién cometió más errores.
Cuando se utiliza lo que la otra persona hizo mal en el pasado para justificar tu conducta en el presente lo que se está haciendo es usar la culpa y el resentimiento para manipular a la otra persona para que se sienta mal en el presente.
Las relaciones basadas en mentiras continuas
En las relaciones una omisión es como una mentira. Las relaciones se basan en la confianza, abrirse a la otra persona y conocerse mutuamente. Ocultar información relevante sólo debilitará la relación. Es verdad que se puede reparar la falta de confianza, pero esto es muy difícil y requerirá del esfuerzo de ambas partes. Al final la verdad siempre se sabe.
Las relaciones en las que el perdón no tiene lugar en las que no hay intención de reparar la confianza
Este punto se relación con las mentiras continuas. La confianza puede reparar, pero mantenerse en una relación en la que no hay intención de repararla no tiene sentido. En casi cualquier relación a largo plazo habrá problemas de confianza o alguna mentira en algún momento. No entender que esta se puede reparar si ambas personas trabajan en pos de eso terminará convirtiéndolo en una relación tóxica.
Relaciones en las que la comunicación es pasivo-agresiva
Esto se da cuando en lugar de comunicar algo de manera abierta, entran en juego las indirectas o cuando la comunicación es hostil e intenta manipular cómo se siente la otra persona. También se presenta cuando se hacen cosas sutiles para molestar a la otra persona hasta que preste atención.
Relaciones gobernadas por el chantaje emocional
Esto se refiere a aplicar un castigo emocional cuando la otra persona no hace exactamente lo que se quiere. Al final, la otra persona accede a comportarse de otra manera a causa del chantaje. Se soluciona como en el punto anterior: con una mejor comunicación.
Relaciones que quedan en segundo plano
Las relaciones requieren que se les dedique tiempo y esfuerzo. Es de gran importancia dedicar tiempo de calidad a la relación: compartir actividades sólo con la otra persona, ya que requieren de la presencia, atención y tiempo.