Los últimos chats de la modelo argentina asesinada en México: "No se salva nadie"
La madre de la joven viaja a México para conocer los detalles de la muerte de su hija, velada y sepultada tras ser asesinada a balazos.
El 26 de diciembre último, un día después de la Navidad, Karen Ailén Grodzinski tomó su teléfono en algún lugar de la Ciudad de México y le escribió vía WhatsApp a su madrastra, la mujer de su padre, Juan Marcelo, de vuelta en casa en la ciudad chaqueña de Presidente Roque Sáenz Peña.
El vínculo entre ambas era fuerte. "Mi hija mayor", solía decir su madrastra de Karen. La joven, de 23 años, había dejado Sáenz Peña poco después de terminar el secundario. "
Se fue a Buenos Aires, nos dijo que iba a hacer body painting, modelaje", dice su padre a Infobae. Karen decidió dejar el país con una supuesta oferta de trabajo en México hace dos años, sin decirle a sus padres qué era lo que hacía exactamente. Nunca volvió al Chaco. Sin embargo, el teléfono servía para mantenerse en contacto. Su madrastra era su confidente. El día después de Navidad conversaron por última vez.
A mediados de noviembre pasado, la Policía azteca encontró muerta en de la Ciudad de México a Génesis Gibson Jaimes, de 24 años, oriunda de Venezuela, que trabajaba como escort, una trabajadora sexual del circuito local. Su cuerpo fue hallado en la habitación 107 del hotel Platino, en la zona de Venustiano Carranza.
Aparentemente, se había citado allí con un cliente. Karen conocía a Génesis, era su amiga. Le había perdido el rastro desde febrero, cuando la venezolana había desaparecido. "La acuchillaron y le hicieron de todo y la dejaron asfixiada y muerta con un moño en el cuello", le escribió Karen a su madrastra.
La explicación que sigue es escalofriante: "Ella era novia de un político y ni eso la salvó".
Karen, le confió ella misma a su madrastra, también era una escort VIP en el circuito de la capital mexicana: publicitaba sus servicios bajo el seudónimo de Danna Broke en Twitter, en donde tenía más de 40 mil seguidores, los foros de consumidores mexicanos de sexo pago elogiaban sus servicios con comentarios llenos de adjetivos. Karen, casada con un joven mexicano apodado Charly a quien su familia chaqueña conoció apenas por fotos, le contó a su madrastra que "ya había dejado todo" porque había tenido "problemas".
"Yo tenía un amigo muy poderoso en la cárcel que siempre me cuidó", aseguró Karen desde su teléfono, "porque esos contactos de lejos sirven, pero cuando me casé con Charly dejé todo eso".
"Y hasta mi amigo que era de un cartel poderoso y era muy fuerte en México. Hasta él salió de la cárcel que él manejaba como un rey y lo mataron. Aquí no se salva nadie", dijo la joven, a 7 mil kilómetros de su familia. Dos días más tarde, Karen apareció muerta: su cadáver baleado fue encontrado en una habitación del hotel Pasadena sobre la avenida Revolución.
Su cuerpo fue velado en una casa velatoria y luego sepultado. Charly se encargó de enviarles fotos del ataúd a sus suegros, con una tapa de vidrio que revelaba la cara del cuerpo, prolijamente maquillado. Fue un extraño alivio para sus padres: el asesino le había dejado la cara relativamente intacta a la joven chaqueña.
Karina, la madre biológica de Karen, se disponía en estas horas a abordar un vuelo en Paraguay para dirigirse a México y conocer los detalles de la muerta en su hija luego de recibir información de la embajada local.
Mientras tanto, su padre apunta: "Karen no tenía miedo a nada. Y en dos años se cagó la vida. Ella estaba en un ambiente muy pesado, me decía que era modelo pero yo sospechaba, no sabía cómo hacerla venir. No sé si esto tiene que ver con droga, pero con cafishos seguro." Karen era la hija mayor de Juan Marcelo, electricista e instalador de alarmas en Sáenz Peña: tenía otros tres medios hermanos, todos menores de edad.