Los terraplanistas arrancaron su congreso en Colón y explican porqué dicen que la Tierra es plana
ara ellos la humanidad vive engañada desde hace siglos. Y afirman que su idea se basa en nociones científicas.
El movimiento terraplanista argentino es interesante. No por lo que dicen sino por cómo piensan. Ellos creen que la Tierra es plana y tienen argumentos para justificar sus teorías. Hablan con mucha solidez de la historia de la ciencia y refutan cada uno de los hitos científicos del pasado y del presente, que se saben de memoria y al dedillo. Rescatan a pensadores ya olvidados, como Claudio Ptolomeo, que creía que la Tierra estaba inmóvil y ocupaba el centro del Universo, y ponen en tela de juicio a los más prestigiosos como Albert Einstein e Isaac Newton, padres de los modelos científicos más aceptados en la actualidad.
Para ellos la humanidad vive engañada desde hace siglos: la Tierra no es redonda, no gira sobre sí misma, no órbita alrededor del Sol, el hombre nunca llegó a la Luna, la Estación Espacial Internacional no existe, no hay satélites orbitando la Tierra, las fotos del planeta flotando en el espacio son falsas, la atmósfera sería muy densa e impenetrable, y el mundo estaría rodeado de hielo.
Se juntan este fin de semana en el complejo polideportivo del municipio de Colón (no intentaron ser irónicos con esto), a poco más de 300 kilómetros de la Capital, para verse las caras por primera vez, ya que muchos solo se conocían por las redes. La reunión, en las que participan unas 80 personas, consiste en una presentación, un asado para "romper el hielo" y las charlas informativas que tendrán lugar el domingo, donde varios exponentes hablarán de terraplanismos, vacunas, geoingeniería, autosustentación, cultivos y medicina germánica, entre otras cosas.
Algunos llegaron con carpas y se instalaron en el amplio pastizal del complejo municipal, que incluye un lago y varias parrillas. Arribó gente de Rosario, Buenos Aires, España, Chile y Paraguay. También hubo curiosos locales que se anotaron a las charlas para "escuchar los argumentos", como contó José, que es oriundo de Colón. Entre los seguidores de esta teoría hay convencidos y otros que dudan. Diego, que es kinesiólogo y llegó desde Rosario, se convirtió al terraplanismo hace dos años. Y desde entonces es un convencido: "La idea de la Tierra plana me cerró muchas dudas que venía pensando hace tiempo", confesó luego de contarle a este cronista que las familias Rotschild, Morgan y Rockefeller controlan el mundo.
Otros, en cambio, no están del todo convencidos y quieren escuchar los argumentos. "Hace un par de meses nos enteramos de esta teoría y vinimos a ver de qué se trata", narró María, que junto a Martín hicieron más de 300 kilómetros para participar de esta movida terraplanista.
Iru Landucci, que se dedica a realizar efectos visuales, y Guillermo Wood, que es arquitecto, son los principales exponentes de la reunión de terraplanistas. Los dos hablan con mucha fluidez sobre lo que piensan. No dudan. Saben mucho de historia de la ciencia y aseguran usar los principios del pensamiento científico para refutar a la "ciencia oficial", como le dicen.
El método científico se basa en una serie de pasos: recopilación de hechos, comprensión de los hechos a través de leyes, formulación de hipótesis a fin de explicar lo sucedido, comparación de los resultados experimentales con los esperados en la hipótesis desarrollada y la predicción de nuevos hechos. Esto implica tener un pensamiento crítico, no asumir un postulado por fe sino porque cumple una serie de características y ser esencialmente racional.
Justamente en este punto, los terraplanistas aseguran ser más científicos que los mismos científicos, debido que ellos creen usar mejor los principios del pensamiento científico para cuestionar verdades hoy indiscutidas como la curvatura de la Tierra: "Yo entré en esto en el 2015, me puse a investigar y hacer revisionismo histórico. Y empecé a darme cuenta que había cosas que no encajan con la realidad. Lo primero que uno se encuentra en este sentido es la mecánica de fluidos: no hay manera de curvar el agua y demostrar que se puede quedar adherida a la pared de un contenedor. La ciencia oficial nos hace creer que los océanos, que pesan millones de toneladas, están adheridos a una esfera, que además se mueve", cuestiona Iru.
Discuten prácticamente todo lo que actualmente se sabe sobre el mundo y el Universo. Dicen, por ejemplo, que no es por la redondez de la Tierra que el mástil de un barco es lo último en desaparecer del horizonte. "Es por la resolución angular, porque se refracta la luz, se disipa y por eso desaparece el barco, eso lo sabe cualquier físico", asegura Landucci.
Wood y Landucci afirman también que nadie pudo "demostrar jamás que la Tierra rota alrededor del Sol o sobre su propio eje". Que la teoría de la relatividad de Einstein fue inventada para justificar esa noción. "El movimiento de la Tierra se da por hecho aunque no se detecte. Pero la observación me dice que cuando yo levanto la cabeza veo que el Sol y la Luna se mueven arriba mío y las estrellas rotan. Entonces por qué no tenemos el derecho a estudiar eso desde otra perspectiva", pregunta Iru, invocando el más puro escepticismo positivista.
Wood explica que la planitud del planeta se puede comprobar montando cámaras en globos aerostáticos que se eleven a 40 kilómetros de altura. "Cuando uno hace la trigonometría esférica a esa altura debería verse una curvatura enorme y se sigue viendo recto". Landucci agrega que ellos tiraron uno de estos globos pero llegó sólo a 21 kilómetros de altura. "Y dio el mismo resultado", contó.
También cuentan sobre experimentos de terraplanistas que "se suben a aviones comerciales, con lentes infrarrojas, que filtran todas las capas atmosféricas, y a diez kilómetros de altura, llegan a ver a 1200 kilómetros de distancia en el horizonte, algo que sería imposible en una esfera".
Para ellos la forma de la Tierra sería semejante al mapa de Glisson, donde el Planeta aparece plano, rodeado por la Antártida y sobre el cual el Sol gira de forma circular. "La Antártida es el continente más alto en promedio y cuando querés entrar, inmediatamente hay bases militares que te impiden pasar. Además, las condiciones climáticas son tan adversas que no hay tecnología humana para penetrar en ese continente", asegura Iru.
Los terraplanistas creen, además, que la concepción de una Tierra redonda se impuso para controlar el agua, los minerales y la población. "En una tierra plana los recursos minerales serían infinitos, en cambio en una esfera sería todo limitado. Entonces quien impone la idea de la Tierra redonda se queda con los recursos", comenta Wood. También aseguran que la teoría heliocéntrica fue creada por la Iglesia porque se trata "de un culto solar", en referencia a que significaría un culto a Dios.
Wood y Landuccini, en su larga exposición ante este cronista, pasaron por muchos argumentos. Que la atmósfera terreste sería mucho más densa y solida de lo que se cree, "como un cristal", dicen; que nadie sabe cuál es la profundidad de la Tierra, que la Luna y los planetas podrían ser también planos, que el Sol tendría el mismo tamaño que la Luna.
Después de toda esta larga charla, a este cronista se le ocurrió preguntarle a Iru y Wood, si la Tierra es plana por qué vemos el Sol salir y ocultarse en horizonte todos los días. "Es una cuestión de perspectiva. Es un fenómeno óptico por la distorsión atmosférica", dicen.