Los "soldados" designados por Rafael Di Zeo para representar a "La Doce" en la Superfinal

Ya no estará Rafael Di Zeo al mando, pero La Doce hará sentir su presencia este domingo en el Santiago Bernabéu: 100 barras xeneizes son los que coparán la tribuna Sur del estadio, la que la organización determinó para los hinchas de Boca. Del centenar, la mayoría ya está en la Madre Patria porque fueron saliendo en vuelos del miércoles y jueves. El resto lo hará entre hoy y mañana, todos con tickets en mano, llevados desde Buenos Aires, lo que plantea el interrogante de cómo los consiguieron, ya que el club los expendió por un canal interno y los barras no suelen, justamente, pagar por ellos.

De los 100 que estarán en el Bernabéu, no habrá caras conocidas para el gran público, ya que además de Di Zeo, se quedaron en Buenos Aires el otro líder de La Doce, Mauro Martín, y sus laderos más famosos como Fabián Topadora Kruger, Mariano Manija Mantarro, Cristian Mochila Roblero, Ariel Pinazzi, Eduardo Hulk Aballay, Luis El Loco Arrieta, Carlos De Virreyes Santa Cruz y Fernando Di Zeo. Porque después del escándalo generado por el famoso Rafa en la despedida del plantel de Boca, hubo una bajada de línea desde el club para que ninguno de los conocidos viajara. 

Eso sumado a que la mayoría, salvo Fernando Di Zeo, están en el programa Tribuna Segura y se exponían a ser expulsados del país, como le ocurrió a Maximilano Mazzaro en el día de ayer. 

Pero claro, que no estén los capos no significa que La Doce falte a la cita con todo su cotillón. Y allí en España han designado a dos hombres para que manejen la tribuna en su ausencia. Del lado de Di Zeo el elegido sería Miguel Angel Del Río, un barra que se acercó a Rafa en 2015 y con quien generó un lazo de amistad que incluye ser hasta su guardaespaldas. 

Donde está Di Zeo, está Del Río. Y como el canoso jefe se queda en Buenos Aires, designó a una persona de su estrecha confianza para marcar terreno, aunque a última hora estaban decidiendo si finalmente viajaba a o no. También tenía intención de ir a España Sebastián Maciel, alias Esqueletor, otro hombre del riñón de Di Zeo, quien tiene pasaje para hoy mismo, aunque a sabiendas que está en la lista del derecho de admisión quizá esté recapacitándolo. Le juega a favor que no es una cara identificable a primera vista, pero nadie sabe qué suerte correrá si intenta pisar Europa.

Pero si Di Zeo pone un hombre para no perder poder, Mauro Martín no se queda atrás: su compañero de correrías, Javier, apodado Huevo, estará en su lugar y, aunque se especulaba que Gabriel Martín, hermano mayor del otro líder de La Doce, viajaría, finalmente se quedará en Buenos Aires. El famoso Huevo estuvo en cada partido de la Copa en el exterior donde Mauro se ausentó y no tiene prohibición de concurrencia, lo que facilita su ingreso al Bernabéu. Su último antecedente violento fue un encontronazo en la autopista 25 de mayo, cuando se cruzaron micros de la barra de Boca con peñas de San Lorenzo, pero no quedó causa judicial ni antecedente alguno. Por eso, con la foja limpia, no tendría problemas en dirigir la batuta del Superclásico del domingo.

Una incógnita es qué hará la tercera facción de la barra, la identificada con la facción Lomas de Zamora, que se referencia en Marcelo Aravena, quien está preso por la causa de La Salada, acusado de formar parte del grupo que apretaba comerciantes a favor de los gerenciadores de la feria. A Brasil viajaron para el partido con Palmeiras los hermanos Coronel, Daniel Salto, alias Cinco, y Hugo Gatica alias Lanas, históricos de la barra, todos con derecho de admisión, pero que para cruzar la frontera en aquel momento lo hicieron en auto y por un paso poco custodiado. Conocedores del terreno, los policías que el Ministerio de Seguridad envió a España creen que podrían viajar desde un país vecino hasta otro destino que no sea Madrid, y hacer después el recorrido en auto, lo que dificultaría su identificación. Se verá si sucede. Lo que está claro que a pesar de la distancia y la indignación popular, La Doce estará presente. Una vez más. Lamentablemente.