Los sanatorios no atenderían a ailiados de prepagas
Las empresas de medicina prepaga no quieren pagarle a los sanatorios y clínicas un aumento del 12 por ciento, por lo que estos privilegiarían a los clientes de las obras sociales.
Un conflicto entre las clínicas y sanatorios con las empresas de medicina prepaga haría peligrar la atención de los afiliados. El Plenario de Clínicas y Sanatorios de Capital y el Gran Buenos Aires dijo que dejarían de atender a los afiliados de las prepagas si en los próximos días no les aumentan los aranceles al menos un 12 por ciento.
Esto surge a partir de que se les autorizó a las prepagas un aumento a sus afiliados del 7 por ciento, por ende, las empresas están dispuestas a pagarle un extra a los sanatorios y clínicas de sólo un 7 por ciento.
Mientras, las clínicas y sanatorios, piden un incremento a las prepagas de un 12 por ciento, argumentando los costos de sueldos y demás gastos.
Jorge Cherro, titular de ADECRA, la asociación que agrupa a los sanatorios y clínicas, dijo que van a privilegiar la atención de los afiliados de las obras sociales, por encima de los de las prepagas, ya que las obras sociales "sí reconocen los aranceles y honorarios que pedimos".
Las empresas de medicina prepaga dicen que no pueden afrontar una suba en los valores de más del 7 por ciento, porque ellos también tuvieron que verse con diferentes aumentos, como los sueldos y los inflacionarios y que no creen que desde la Secretaria de Comercio Interior se les autorice este año otro aumento.
Aunque el último aumento autorizado del 7 por ciento, fue sólo de palabra, y aún no hay resolución. Desde la Superintendencia de Salud y Comercio dijeron que van a revisar la situación antes de autorizar un nuevo aumento en las cuotas, ya que creen que éstas están muy elevadas, a lo que las prepagas responden: "No somos un servicio público. Atendemos a los que voluntariamente quieren contratar nuestro sistema, donde abundan empresas y planes".
Según los datos del último censo realizado en el 2010, las prepagas cuentan con 6 millones de afiliados, de los cuales un poco más de 4 millones son afiliados de obras sociales que derivan sus aportes.
Algunas de las clínicas afectadas son el Mater Dei, Austral, Fleni, San Camilo, Modelo de Quilmes, Itoiz, San Luchas, Instituto Médico Adrogué y el Instituto Cardiovascular Buenos Aires.
Esto surge a partir de que se les autorizó a las prepagas un aumento a sus afiliados del 7 por ciento, por ende, las empresas están dispuestas a pagarle un extra a los sanatorios y clínicas de sólo un 7 por ciento.
Mientras, las clínicas y sanatorios, piden un incremento a las prepagas de un 12 por ciento, argumentando los costos de sueldos y demás gastos.
Jorge Cherro, titular de ADECRA, la asociación que agrupa a los sanatorios y clínicas, dijo que van a privilegiar la atención de los afiliados de las obras sociales, por encima de los de las prepagas, ya que las obras sociales "sí reconocen los aranceles y honorarios que pedimos".
Las empresas de medicina prepaga dicen que no pueden afrontar una suba en los valores de más del 7 por ciento, porque ellos también tuvieron que verse con diferentes aumentos, como los sueldos y los inflacionarios y que no creen que desde la Secretaria de Comercio Interior se les autorice este año otro aumento.
Aunque el último aumento autorizado del 7 por ciento, fue sólo de palabra, y aún no hay resolución. Desde la Superintendencia de Salud y Comercio dijeron que van a revisar la situación antes de autorizar un nuevo aumento en las cuotas, ya que creen que éstas están muy elevadas, a lo que las prepagas responden: "No somos un servicio público. Atendemos a los que voluntariamente quieren contratar nuestro sistema, donde abundan empresas y planes".
Según los datos del último censo realizado en el 2010, las prepagas cuentan con 6 millones de afiliados, de los cuales un poco más de 4 millones son afiliados de obras sociales que derivan sus aportes.
Algunas de las clínicas afectadas son el Mater Dei, Austral, Fleni, San Camilo, Modelo de Quilmes, Itoiz, San Luchas, Instituto Médico Adrogué y el Instituto Cardiovascular Buenos Aires.