Los primeros resultados de los allanamientos a Cristina Kirchner: una camioneta secuestrada y dos posibles bóvedas
Estarían en el subsuelo de la vivienda de la expresidenta; hoy seguirá el operativo en la vivienda de El Calafate.
El secuestro de una camioneta Honda CRV de Cristina Kirchner y el hallazgo de dos espacios similares a bóvedas -una de ellas, presumiblemente oculta- fue el resultado del segundo allanamiento realizado en la vivienda de la expresidenta en El Calafate, que continua hoy, a partir de las 9.
Así lo dejaron trascender fuentes judiciales, en el marco de la causa por los cuadernos de las coimas, que instruye el juez Claudio Bonadio.
Las tareas del allanamiento se concentraron ayer en el interior de la vivienda. Según pudo reconstruir el diario La Nación, se puso un foco especial en el subsuelo, donde se habría creado un sitio destinado a guardar recuerdos y regalos del paso de Néstor y Cristina Kirchner por la presidencia. Fuentes judiciales indicaron, que, además, se encontraron carpetas, documentos, CD y pendrives que serán analizados.
En uno de los dos espacios hallados similares a bóvedas faltaría la puerta, que habría estado blindada. Se pudo observar el ingreso de mechas para poder perforar las paredes e introducir la diminuta cámara que permite mirar en el interior de las paredes.
En tanto, la camioneta Honda CRV dorada de Cristina Kirchner, patente IFU999, fue sellada ayer por la tarde con fajas de la Policía Federal y será retirada en las próximas horas. Se sumará, así, a la gran cantidad de autos de alta gama que fueron secuestrados en los 70 allanamientos realizados en la causa de los cuadernos de las coimas, que instruye el juez Claudio Bonadio. El operativo continuará hoy.
El vehículo se encontraba estacionado dentro del garaje en el predio del chalet que ayer fue escenario del segundo día del operativo. Los investigadores que llevan adelante el rastrillaje solo mascullaron la palabra "irregularidades". Fuentes judiciales dijeron a La Nación que sobre la camioneta pesaría un pedido de secuestro, originado en otra causa.
El coche es el que suele utilizar aquí la expresidenta, quien durante años condujo el mismo modelo en color celeste, pero ella lo cambió hace unos años por el de color dorado, que ahora sería secuestrado.
A diferencia del viernes, ningún simpatizante de Cristina Kirchner se acercó ayer al lugar para insultar a la Policía Federal y a la prensa, que siguió las instancias del allanamiento desde el otro lado del cerco.
Anoche, las calles que rodean el predio seguían cortadas por patrulleros de la fuerza federal y las luces azules de las sirenas encendidas daban un aspecto lúgubre al lugar.
Junto a la puerta de ingreso, sobre un monolito de cemento, una placa de bronce luce una curiosa inscripción: "Por la fuerza del amor - Cristina Fernández de Kirchner". La mayor parte del tiempo, las cortinas estaban bajas.
Todo el enorme jardín fue recorrido por los canes de la división K-9 de la Aduana-AFIP, labradores entrenados en la búsqueda de estupefacientes y de divisas. Y el escáner de la Gendarmería fue operado por las dos personas que van barriendo cada pared, cada entrepiso y permite mirar a través de ellas.
Una diferencia encontraron aquí los investigadores respecto de Río Gallegos: mientras que esta vivienda refleja estar habitada por sus dueños, la de la capital provincial parece estar apenas de paso: no encontraron casi ropa allí, solo abrigos, zapatos y carteras, y la gran mayoría de los cajones estaban vacíos.