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Los políticos eligen a sus votantes

* Por Gabriel Sánchez Zinny Blue Star Strategies, Washington, DC. La población de Estados Unidos creció un 9,7% desde el 2000, según lo señalan los resultados del censo del 2010, con un gran impacto en el marco político del país.

Ocho estados: Texas (4), Florida (2), Arizona, Georgia, Carolina del Sur, Utah, Washington y Nevada (1), ganarán representantes en la Cámara Baja, mientras que 10 perderán posiciones. New York y Ohio, perderán 2, y otros incluyendo Illinois, Iowa, Michigan, y New Jersey, perderán 1. Estos cambios tienen un impacto también en el poder de las minorías, como los afro-americanos, latinos y asiáticos, en poder votar en bloque y elegir representantes de su mismo origen.

La Constitución de Estados Unidos ordena la realización de un Censo cada 10 años, y con estos resultados, el rearmado de los distritos electorales, en función de los cambios demográficos, para elegir representantes a las legislaturas estatales y a la Cámara de Representantes en Washington. Cada estado determina autónomamente como hará este reacomodamiento de sus distritos, algunos requieren únicamente aprobación de su Congreso, como Michigan y Carolina del Norte, y otros requieren aprobación también del Gobernador, como Delaware y Georgia.

Este sistema que fue pensado por los fundadores del país para seguir dando representatividad a todos los ciudadanos, ha sido usado en las últimas décadas más bien para generar distritos de ciudadanos con las mismas inclinaciones políticas, generando resultados electorales predecibles. A esta práctica se le denomina “Gerrymandering”, que empezó hace muchos años, en 1812, cuando el entonces gobernador del estado de Massachussetts, Elbridge Gerry, que terminó convirtiéndose en el Vicepresidente de James Madison en 1813, firmó una legislación que cambiaba las líneas de los distritos, para asegurar que su partido tuviera ventajas en las elecciones de senadores. El término Gerry-mander fue acuñado ese año por el Boston Gazzette, haciendo alusión al gobernador Gerry, que había dado el formato de una salamandra a ese distrito.

En muchos estados, el rearmado de los distritos busca parecerse a los votantes registrados de ese partido en cada lugar, convirtiendo la primaria del partido en la elección general, y usualmente ayuda a los incumbentes a permanecer en el poder, que como señalábamos antes, son quienes desde sus congresos estatales, definen los nuevos distritos.
Esta tendencia, según la opinión de muchos en Washington, ha hecho más difícil legislar, ya que genera mayor división ideológica entre partidos, y enfoca a los políticos en sus elecciones primarias, donde realmente se decide el cargo, y no de una posible elección general donde la atracción del centro es lo fundamental.

La paradoja, es que si bien los políticos se han corrido hacia los extremos de su partido, los votantes siguen siendo mayoritariamente moderados o independientes, como lo muestran las últimas encuestas, donde este año 42% se auto denomina moderado, mientras que el 38% lo hacía en el 2000, y 41% en 1990.

A su vez, reduciendo los distritos donde hay votantes registrados de ambos partidos, se reducen la cantidad de moderados que llegan al Congreso, que podrían ofrecer una voz más centrista en los debates, y un acercamiento entre las dos posiciones más extremas de los partidos.

Han surgido varias iniciativas para cambiar la forma de diseñar los distritos, y así buscar limitar la polarización en el Congreso, y la seguridad en sus reelecciones que gozan muchos de los incumbentes. En estados como California, esta realidad está cambiando, ya que mediante referéndum en el 2008, se decidió que los distritos se arreglen no por los miembros de la legislatura de California, sino por una comisión de 8 personas, que no contenga ningún político elegido o con posiciones en su partido.

Este caso, que siguió el ejemplo anterior de Iowa, se aplica ahora en otros cuatro Estados. La legislación del Congresista John Tanner, (Demócrata de Tennessee) “Fairness and Independence in Redistrict Act” se basa en estos casos exitosos para proponer un sistema uniforme en todo el país, donde comisiones especiales serían las encargadas de definir los distritos, y no las legislaturas o gobernadores. Acercar las posturas de ambos partidos será bien fundamental para resolver los problemas económicos y déficits fiscales que afectan al país.