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Los permanentes y habituales abusos policiales

Otra vez un caso de abuso policial, ahora en Córdoba capital, el joven Blas Correa de 17 años murió de un tiro en la espalda en un auto que fue baleado por la policía, cuando iba con amigos. La policía dice que eludió un control y que en el auto había un arma.

Valentino Blas Correas
Valentino Blas Correas
Córdoba esta conmovida con un hecho que es de locos, perdóneme por pensar mal, tiene olor a gatillo fácil. El joven muerto viajaba en el auto baleado con cuatro compañeros de colegio, testigos indican que habrían eludido el control policial, a lo que la policía respondió disparando contra el auto. 

El automóvil cuanto menos recibió cuatro disparos, uno entró por la luneta trasera e hizo blanco en la espalda de Blas Correa. El conductor del auto baleado no se detuvo, dos de los ocupantes bajaron más adelante y escaparon, y allí advirtieron que su amigo estaba herido, y deciden llevarlo al sanatorio Aconcagua. Parece que allí no quisieron atenderlo, con lo cual siguieron hasta el hospital de urgencias, camino al mismo fueron interceptados por dos patrulleros, y allí comprobaron que el herido estaba muerto.

El fiscal del caso, casi sin dudarlo, ordeno la detención de dos efectivos policiales, y los imputo por el delito de homicidio agravado por el uso de arma, la pena, de comprobarse el homicidio, prisión perpetua. 

Fuentes judiciales cuentan que los disparos salieron del patrullero y no se conocen disparos desde el auto hacia el patrullero. La sospecha es que la policía al ver que el auto escapaba dispararon para detener la marcha, con el resultado conocido. La investigación sigue y no descartan más detenciones. 

Desde la jefatura de policía, por las dudas pasaron a disponibilidad al resto de los integrantes de la patrulla. La madre del joven dijo: “A mi hijo lo acribillaron, en dos horas limpiaron toda la zona”. La madre asegura que su hijo no es delincuente, y que solo fueron a un bar a divertirse, y que se asustaron de la policía.

El resto de la historia la iremos conociendo, pero hay algo que huele mal, y es que la policía a lo largo y a lo ancho del país, una y otra vez se exceden en sus procedimientos y métodos.

Acá cerca, en Bahía Blanca, se busca a Facundo Astudillo, y la última vez que fue vistió fue con presencia policial, todavía recuerdo, los casos de Tucumán y de Chaco, lo cierto es que la formación y el accionar policial debe ser revisados de manera urgente. Los jóvenes que ingresan a una fuerza policial lo hacen porque se garantizan sueldo, aguinaldo, obra social, vacaciones y demás beneficios del empleo en blanco, pero difícilmente tengan vocación, tienen necesidad que no es lo mismo.

Pareciera que la conocida preocupación por la inseguridad de la mayoría de los habitantes del país, envalentona a la policía, para excederse, del otro lado vemos a vecinos que linchan a delincuentes, les aseguro estos síntomas deben ser atendidos ya, porque de lo contrario terminaremos soportando muertos inocentes por doquier, la gran ausencia UNA POLITICA DE SEGURIDAD INTEGRAL e INTEGRADA...

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