Los negadores del SIDA
Historia de una hipótesis peligrosa que asombra a los investigadores.
Hay hombres de ciencia que hoy, en el siglo XXI, niegan que el VIH (virus de inmunodeficiencia humano) sea el causante del SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida).
La comunidad científica, sin embargo, afirma que el SIDA ha matado a decenas de millones de personas en todo el mundo, y efectivamente, el VIH es la causa.
Los negadores de que el VIH sea la causa del SIDA han dado varias "razones" para justificar sus creencias. He aquí algunas:
·El SIDA no es una enfermedad bien definida sino una construcción sociopolítica, o un simple nombre con el cual se designa a varias enfermedades.
·El VIH nunca fue aislado en forma pura, así que su existencia es cuestionable, tal cual lo son las pruebas de VIH.
·Los tratamientos antirretrovirales nunca han probado ser efectivos en ensayos debidamente controlados para mejorar la salud o simplemente prolongar la vida.
·La existencia del VIH no ha sido probada. Los tests que se han realizado no son confiables y no hay evidencia de la transmisión sexual del VIH.
·El VIH existe, pero es inofensivo.
·El VIH no se transmite sexualmente y no causa el SIDA.
·Las firmas farmacéuticas saben que las drogas antirretrovirales son ineficaces para tratar el SIDA, pero eficaces a la hora de causarlo.
·Las muertes atribuidas al SIDA son causadas por la malnutrición, las drogas o las drogas antirretrovirales.
Esto puede parecer un catálogo de la demencia, pero hay varias personas que lo creen, como por ejemplo el profesor de química retirado y escritor Henry Bauer en "The Origin, Persistence and Failings de la HIV/AIDS Theory" (El origen, persistencia e incapacidad de la teoría del VIH/SIDA); Hiram Caton, ex profesor de ética y política e historia, en "The AIDS Mirage" (El Espejismo del SIDA, 1995); Rebecca Culshaw, matemática bióloga, en Science Sold Out: Does HIV Really Casue AIDS? y toda una serie de biólogos moleculares, periodistas científicos y hasta analistas de marketing y activistas gay.Tal vez uno de los núcleos más influyentes sea el denominado Grupo de Perth, con base en Australia, que afirma que el VIH no existe, o que es inofensivo.
Los negadores del SIDA pueden ser excéntricos, pero sin duda no irrelevantes, porque hacen campañas activamente contra el uso de los antirretrovirales y promueven la noción de que el VIH es inofensivo (algunos incluso dicen que ni siquiera se transmite sexualmente).
El presidente sudafricano Thabo Mbeki se tomó tan en serio a los negadores del SIDA que demoró la introducción de los ARV (anti-retrovirales) para prevenir la transmisión madre-hijo del VIH, e invitó a los principales negadores para integrar su "Panel Asesor Presidencial sobre el SIDA".
Recomendaron que se eviten los ARV y que todas las formas de inmunodeficiencia sean tratadas con vitaminas y terapias "alternativas" y "complementarias", incluyendo "terapia de masajes, terapia musical, yoga, cuidado espiritual, homeopatía, medicina ayurvédica, terapia lumínica y muchos otros métodos".
También algunos sitios web que solían pedir fondos para solventar la investigación sobre el SIDA, luego enviaron cartas al Congreso de los EE.UU. pidiéndole que no aporten fondos para tal investigación.
Tales sitios proclamaban que "El VIH no causa el SIDA", que "Los tests de anticuerpos VIH tienen fallas y son peligrosos", y que "las drogas que se usan contra el SIDA son venenosas".
Los negadores del SIDA han llegado a sus conclusiones por experiencias personales, por anécdotas o por trabajos publicados por otras personas. Debido a sus creencias, los negadores recomiendan a sus pacientes que sean tratados con vitaminas, hierbas, masajes, homeopatía y una variedad de remedios cuya eficacia no se ha probado jamás.
En estos momentos, en Sudáfrica mueren cerca de 1.000 personas por día debido al SIDA, y 5 millones viven con el VIH. Ya murieron más de 2 millones de personas debido al SIDA en ese país.
Este es solo un ejemplo de lo nociva que puede ser la pseudociencia cuando se deja en manos de ministros y otros políticos. La responsabilidad que tienen es enorme y están llevando a la muerte a millones de personas, al afirmar que el uso de preservativos no conlleva riesgo alguno contra el SIDA.