Los modelos vecinos

Los números gordos de la economía y de la Argentina emergente ("sumergida", si se quiere, en la que habita un tercio del país) siguen dominando la coyuntura.

La actividad económica cerró en 2010 el mejor año de la última década y genera un impulso que asegura un piso de 2,5 por ciento, según calcula el economista Gastón Utrera. "Si China y Brasil siguen creciendo y el campo tiene una buena cosecha, la expansión será de más del cinco por ciento", agrega. Utrera cree que los nubarrones pueden venir por la fuga de capitales y el posicionamiento en dólares ante una elección presidencial clave.

Turismo. Córdoba vive la mejor temporada de los últimos 30 años, afirma el gobernador Juan Schiaretti, que se traduce en más veraneantes, que, a su vez, gastaron más. En Carlos Paz, pasó de 220 pesos por día un año atrás a 304 pesos en enero, según el titular de Turismo, Carlos Azzaretti.
Autos. El mes último se patentaron más de 10 mil y la producción de las tres terminales fue récord: 19.309 unidades.

Electrodomésticos. Las ventas siguieron a buen ritmo, luego de un diciembre espectacular, admite Armando Meroli, al frente de una de las firmas líder en el sector.
Construcción. "Cerramos un muy buen enero", apunta Horacio Parga, del Grupo Edisur.
¿Qué empuja este récord? Más actividad (8,1 por ciento en 2010), más empleo (35 mil nuevos puestos industriales) y salarios (27 por ciento, según Indec), y el gasto para "cubrirse" de la inflación mediante el consumo o una inversión.
Otro modelo. Dilma Rousseff, presidenta del poderoso Brasil, dijo al llegar a la Argentina que su objetivo era sacar a 10 millones de compatriotas de la pobreza, para lo cual consideró fundamental la lucha contra la inflación. Aquí, ese tema no está entre las prioridades del Gobierno, que se dedica a combatir los números de las consultoras.
Chile tiene otro ejemplo para aportar. El Banco Central proclama como objetivo mantener controlada la inflación, que fue de ¡tres por ciento en 2010! Ese organismo, luego de tres meses de debates, decidió en enero evitar una mayor apreciación del peso chileno con respecto al dólar, para lo cual incrementará las reservas en 12 mil millones de dólares con recursos del ente monetario. El peso había ganado 8,6 por ciento el año pasado.
Manuel Marfán, vicepresidente del Banco Central, reveló que el tiempo insumido se destinó a buscar "una visión compartida" entre los cinco integrantes del organismo monetario y para evaluar su impacto en la inflación. El presidente Sebastián Piñera presionaba hacía varios meses para una medida en esa dirección.
Lo más llamativo es el final del anuncio de Marfán:
–¿Una medida como ésta, se les avisa antes al Presidente y al ministro de Hacienda? –le preguntaron en una entrevista con el diario La Tercera .
–El ministro de Hacienda se enteró ese mismo día. Me imagino que él le habrá informado al Presidente –respondió.
Cualquier comparación con la Argentina no tiene explicación.