Los medios públicos quedarán bajo la órbita de Manuel Adorni, que confirmó que cerrarán Télam
Lo confirmó el propio vocero durante la conferencia de prensa en la Casa Rosada. Forma parte de la reestructuración impulsada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, suma poder dentro del Gabinete: el portavoz confirmó hoy que, como parte de la reestructuración que impulsa el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el manejo de las empresas de medios públicos, así como la agencia Télam quedarán bajo el área de Comunicación del Gobierno, que él encabeza.
“La Jefatura de Gabinete, que tiene a su cargo las empresas públicas, tomó la decisión de reestructurarse. Efectivamente, todas las empresas públicas van a pasar a la órbita de quien le corresponda, por una cuestión de competencia. Ergo, Télam, medios públicos, etc, pasa a depender de Comunicación, área de la cual soy responsable”, explicó hoy Adorni durante la habitual conferencia de prensa brindada en la Casa Rosada.
El portavoz ratificó además que el plan para la agencia de noticias Télam “es su cierre”: “El plan es el mismo, el de Télam es su cierre y el de medios públicos dependemos de la decisión que tenga el Congreso. Pero nuestra decisión es que todas las empresas públicas transiten el camino de la privatización. Todo lo que dijimos que íbamos a hacer, lo vamos a hacer dentro de lo que permite la política y la ley. Télam se está desmantelando desde el día que lo anunciamos”, subrayó.
Los cambios forman parte del plan que impulsa Francos para la jefatura de Gabinete desde su asunción, en el marco de un proceso de reorganización que piensa Javier Milei que involucra a todos sus funcionarios y que va a culminar con el ingreso a la Casa Rosada de Federico Sturzenegger, que será el encargado de llevar adelante la desregulación de la economía.
Para las autoridades nacionales, la Jefatura de Gabinete es una cartera que “está mal diseñada desde que se creó, a partir de la nefasta reforma de la Constitución de 1994″, según explicó un estrecho colaborador del Presidente.
Según la Carta Magna, a la persona que ocupe ese cargo, la cual tendrá “responsabilidad política ante el Congreso de la Nación”, le corresponden, entre otros puntos, “ejercer la administración general del país”, “efectuar los nombramientos de los empleados de la administración” y “hacer recaudar las rentas de la Nación y ejecutar la ley de Presupuesto”.
Sin embargo, en el Gobierno consideran que, en los últimos años, e incluso durante la gestión de Posse, el jefe de Gabinete tuvo aún más atribuciones de las que se establecieron constitucionalmente, ya que también tenía bajo su ala distintas secretarías, organismos y empresas públicas.
A partir de la jura de Francos en su nuevo rol, el Presidente ordenó que la cartera deje de tener tanto poder y que muchas de las tareas que tiene hasta el momento pasen a los Ministerios a los que correspondan, con el objetivo de agilizar el trabajo.
Sin embargo, y a pesar de esta idea, el nuevo jefe de Gabinete seguirá teniendo el control de los asuntos vinculados con Interior, con la ayuda de Lisandro Catalán, y de las cuestiones políticas, asistido por José “Cochi” Rolandi, quienes fueron designados vices jefes de Gabinete.
A largo plazo, el objetivo del Gobierno es que el jefe de Gabinete se ocupe pura y exclusivamente de coordinar el trabajo de los ministros y ser un interlocutor entre ellos y el Presidente, además de rendir cuentas periódicamente ante el Congreso y todas las demás obligaciones que marca la Constitución.
De esta manera, todo aquello que no figure como un mandato para la persona que esté en ese puesto, será trasladado a los sectores que correspondan, como es el caso de inteligencia, que volverá a responder al mandatario nacional.
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