Los médicos y la crisis de la salud
La falta de médicos especialistas es un tema que se inscribe en la problemática general del sistema de salud, que incluye cuestiones como el aumento de los medicamentos y la crisis de muchas obras sociales.
Si sobran o faltan médicos, tanto en la provincia de Córdoba como en el resto del país, es una pregunta de difícil respuesta. Porque el tema se inscribe en una problemática más general, como es la atención médica y sanitaria al conjunto de la población, cuyo nivel no puede considerarse –ni por asomo– como enteramente satisfactoria.
Son varios los factores que han determinado en los últimos años un empeoramiento de las condiciones en la prestación de este servicio fundamental para cualquier sociedad. Entre ellos, la suba constante de los costos en salud o el aumento de los medicamentos, que en algunos casos ha llegado al doble de hace un año.
También hay que contar el aumento desmesurado, que con holgura supera a la inflación real, de las cuotas de las obras sociales, muchas de las cuales levantaron su cobertura a determinados hospitales y sanatorios.
Esta grave situación puede advertirse con claridad en la ciudad de Córdoba, donde miles de personas debieron cambiar de lugares de atención y quedaron sin sus médicos de cabecera.
Como consecuencia de esta pérdida de cobertura, se ha producido una concentración en otros hospitales, sanatorios y centros de salud, lo que hace que muchos turnos se concedan con varios días o semanas de demora, a veces en detrimento del estado de los enfermos.
Los hospitales están abarrotados de pacientes y la pregunta sobre si sobran o faltan médicos, sean clínicos o especialistas, debe ser incluida en este marco general.
Un reciente informe señala que seis de cada 10 médicos en ejercicio no tienen especialidad, aunque algunos o varios de éstos estén adscriptos a servicios especializados, lo que quiere decir que en la práctica se han formado como especialistas, en algunos casos con el claro reconocimiento de sus colegas.
Pero, desde el punto de vista estrictamente académico, existe un déficit en la formación de especialistas, a lo que hay que agregar que la carrera médica hasta llegar al título de la especialidad es muy larga: a los seis años promedio de la carrera de grado, hay que agregar otros cuatro años de residencia, lo que hace un total de 10 años.
Hay, por otra parte, una muy despareja distribución geográfica de los profesionales. El informe señaló un ejemplo muy ilustrativo: mientras el 70 por ciento de los 18.500 médicos que hay en la provincia trabajan en la ciudad de Córdoba, en el departamento Minas hay sólo dos.
Podría argüirse que esta proporción se repite en otras profesiones y actividades, pero ello no es un justificativo. Lo que se impone es el diseño de una política de salud integral, que mantenga y confirme todo lo que está bien hecho y apunte a resolver los problemas que quedan pendientes, que son muchos. Y algunos de ellos, muy serios.