Los manteros de Liniers: la mafia que resiste en las calles
Caminar por las calles del barrio de Liniers se convirtió en un verdadero desafío por la gran cantidad de puestos. Un negocio que factura unos 770 millones de pesos por año.
Entre las veredas repletas de manteros hay vendedores de todas las nacionalidades. Caminar por las calles del barrio de Liniers se ha convertido en una odisea. Un negocio que se multiplicó de forma notoria en los últimos 10 años y factura 770 millones de pesos anuales.
Un hombre afirma que un particular recauda una "circa" (coima) que se paga al jefe de la brigada. El precio es de 300 pesos por puesto, y hay cerca de 3000 en todo el barrio. Y la mayoría de los manteros afirman que esto es así.
"Nosotros arreglamos con ellos pero también se exceden con la autoridad que tienen. O vienen con los de la AFIP y te hacen pelota todo", cuenta indignado un vendedor.
Lo cierto es que instalarse en las calles de Liniers tampoco es sencillo, ya que la mayoría son empleados de una aceitada organización que andan en autos particulares y montan un rápido operativo de desmantelamiento si la policía pasa a controlar.
Muñecos, artículos para celulares, ropas, anteojos, entre tantas otras cosas ofrecen los manteros que llegan entre las 8 y las 9 de la mañana y se quedan hasta el atardecer. Vecinos, y hasta los mismos puesteros, coinciden en que la venta ilegal se ha multiplicado de forma notoria. "Hace 10 eramos muy poquitos.", asegura un señora.