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Los "indignados" y la manipulación

* Por Ricardo Kirschbaum. La manifestación de los "indignados" españoles, acampados en Puerta del Sol, ha desatado un frenesí de comparaciones y de especulaciones políticas .

Se exalta el poder de las redes sociales como disparador de la protesta, el reflejo de la "primavera árabe" y sobre todo de las multitudes que tumbaron a Mubarak en Egipto, y también del mayo de 1968, cuando se incendió París y medio mundo en contra del sistema. También se aludió a la explosión del 2001 en estas tierras , al asambleísmo que se apoderó en esos días de la Argentina, del estentóreo "que se vayan todos" que, al cabo, lo que pasó fue que se quedaron todos . La peculiaridad del acampe español es que están contra el bipartidismo, es decir contra los socialistas que gobiernan y los populares que quieren tumbar el gobierno de Zapatero. En cambio, aquí, luego del gigantesco terremoto político de hace casi 10 años, el gobierno que se propuso renovar la política terminó aprobando, con ayuda de la centroizquierda que de paso pudo haber votado su propia desaparición, una legislación electoral cuya viga maestra es favorecer extremadamente a quienes manejan actualmente el aparato estatal , y a otra formación política. Es decir que la indignación de entonces, que terminó con el vacilante gobierno de De la Rúa y de alguno de sus aliados, hoy integrantes de la administración kirchnerista, fue utilizada para consolidar el bipartidismo en la Argentina . Es una gran ironía que hoy Pino Solanas inste a Binner a encabezar una formación progresista para romper el bipartidismo. Por dos razones: 1) Solanas declinó su candidatura presidencial y se anotó en la carrera porteña por la jefatura de Gobierno , y 2) su partido votó junto con el kirchnerismo la reforma electoral, seducidos por unos cambios introducidos en el proyecto, cambios que luego fueron vetados por el Poder Ejecutivo. La reconstrucción del bipartidismo fue una táctica de Kirchner. Una vez que cooptó la idea de que era la izquierda, dejó que el resto sea la "derecha" . La manipulación de los "indignados" -¿se acuerdan de las asambleas populares?- terminó en una cultura autoritaria.