Los "indignados" vuelven a las calles
Decenas de miles de personas se volcaron hoy a las calles de Madrid para secundar, en un ambiente festivo y reivindicativo, la movilización contra los recortes sociales y por una democracia real convocada por el movimiento de los "indignados" en toda España.
Seis columnas partieron desde distintos puntos de la capital para confluir en el paseo de la Castellana, por donde decenas de miles de personas marchan pacíficamente coreando el ya famoso lema "íQue no, que no, que no nos representan!".
"Caminemos juntos contra la crisis y el capital", se leía en una gran pancarta secundada por los manifestantes.
"El paseo del Prado está lleno, las columnas del sur no pueden avanzar hacia Neptuno. Esto es impresionante", escribían en su twitter oficial los organizadores.
En la plaza Neptuno, junto al Congreso de Diputados, y punto marcado para la concentración, se vive un clima de gran euforia por el éxito de la convocatoria: "íAsí, así, así lucha Madrid!", grita la multitud allí reunida.
"íDe norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste!", cantaban los manifestantes al ver llegar a más y más personas a este lugar donde podían leerse pancartas con lemas como "Urgencia social", o "Crisis=Capitalismo", o "Referéndum el 15 de octubre".
Según los organizadores, unas 50.000 personas participan de la movilización.
"íEl pueblo, unido, jamás será vencido!", es el canto de gloria más utilizado por los ciudadanos indignados que resisten de pie bajo un intenso sol.
"Tenemos 30 grados en Madrid, pero también tenemos agua, sombrillas, gorros y muchas ganas de estar en la calle", aseguraba muy motivado uno de los miembros de la asamblea de la Puerta del Sol.
Un importante dispositivo policial controla que no haya incidentes, a pesar de que la consigna es muy clara por parte de los organizadores, que hicieron un llamado a que la manifestación sea "pacífica" después de los disturbios vividos el miércoles pasado en Barcelona, durante el bloqueo de los indignados al Parlamento regional de Cataluña.
Desde la organización se pidió a los manifestantes que ellos mismos aislaran a los violentos, tomándoles fotos o grabándolos junto a consignas como "No soy antisistema" o "Quejémonos sin violencia ni radicalismo".
La manifestación, que esta vez lleva como consigna principal el rechazo a los recortes sociales impuestos desde Europa con el llamado "Pacto del Euro" que pretende impulsar la competitividad en la región, tiene lugar una semana después de que los "indignados" levantaran sus principales campamentos del país, que tenían a la madrileña Puerta del Sol como emblema.
Para el movimiento de los "indignados" o 15-M -por la fecha en la que se encendió la llama de la protesta por un cambio político y social- es una nueva jornada clave, puesto que pone a prueba su capacidad de movilización apoyándose en los barrios y por fuera del contexto dinámico de las acampadas.
La marcha fue convocada por la plataforma "Democracia Real Ya", la misma que movilizó a miles de personas el pasado 15 de mayo, junto con las diferentes asambleas de las acampadas a lo largo y ancho de España.
Las consignas vuelven a ser las mismas que mostraron en su último mes de lucha: "No somos mercancías en manos de políticos y banqueros" o "Europa para los ciudadanos y no para los mercados".
Todas las miradas están puestas en la movilización que tendrá lugar en Barcelona, donde el miércoles se produjeron incidentes aislados durante la protesta pacífica de bloqueo al Parlamento catalán que motivaron una condena por parte de los políticos, el propio movimiento del 15-M y la sociedad en general.
También habrá marchas en Valencia, Bilbao, Sevilla, La Coruña, entre otras ciudades de España.
El vicepresidente primero y ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que si las concentraciones se desarrollan pacíficamente se actuará con prudencia, pero si alguien quiere hacer mal se recurrirá a la "firmeza".
En tanto, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió a los "indignados" que el derecho a la manifestación hay que ejercerlo cumpliendo con las reglas de la democracia, por lo que la intimidación y la coacción a las instituciones representativas es "inadmisible"