Los efectos de los feriados
No deja de ser preocupante que cada vez haya menos jornadas laborables en el calendario anual de los argentinos.
Por si quedaban dudas respecto del interés de nuestros gobernantes por propulsar el turismo que generan los fines de semana largos, muchos ciudadanos recibieron una confirmación en estos días. En efecto, el propio ministro del Interior se dirigió directamente a quienes tramitaron recientemente sus documentos para invitarlos a planificar mejor los días de descanso.
Con un tono informal, más allá del uso impropio de información que no debió utilizar a estos efectos, haciendo referencia a la decisión de la Presidenta de fomentar el turismo interno con la creación de los llamados feriados puente, destacó en su mensaje la importancia que éstos revisten para el desarrollo de las economías regionales y la creación de empleo.
El año pasado, un decreto oficializó la incorporación al calendario festivo del lunes y martes de Carnaval y la creación del 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional. Fue así que los feriados crecieron un 78 por ciento en 2011 respecto del año anterior y esto incrementó notablemente el movimiento turístico interno de los argentinos. Coadyuvó para ello también, por un lado, el estímulo al consumo en detrimento del ahorro que benefició idénticamente a otras actividades económicas, así como la mejora de los salarios reales. Para este 2012, que suma, además, el feriado de pasado mañana -por única vez para celebrar el Bicentenario de la creación y primera jura de la bandera nacional- se estima que los guarismos del turismo podrían continuar en aumento.
Si incluimos los fines de semana ordinarios, matemáticas mediante, tendremos que son 121 los días de descanso previstos en 2012; todo un récord. El gran beneficiado es el turismo que, gracias también a una tendencia mundial por la que la gente viaja por períodos más cortos, ve notablemente desestacionalizada su actividad. Es la industria la que se resiente.
Las previsiones de la Cámara Argentina del Turismo (CAT) anticiparon un récord en la temporada estival de 27 millones de turistas, aun cuando en promedio las estadías hayan sido más cortas. Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) señalaron que probablemente muchas familias hayan resuelto acortar los tramos a fin de aprovechar luego alguno de los diez fines de semana largos que tendrá este 2012.
Por otra parte, el panorama económico que se vislumbra a futuro provoca indudablemente una fuerte incertidumbre. Los ingresos familiares acusarán el golpe de un ajuste que se viene anunciando y que se suma a un contexto de menor crecimiento económico. Habrá que ver cómo repercuten las medidas anticipadas en las previsiones de escapadas turísticas de la población.
En la Europa castigada por la crisis, la tendencia es promover la productividad y los asuetos se reacomodan con este objetivo. En Portugal, pasaron de 13 a 9; España eliminaría 4 y pasaría a tener 14, todo esto a instancias de una Alemania que destaca que la divisa común impone también estas otras obligaciones. El rígido calendario de los Estados Unidos apenas contempla 10 días festivos. En Sudamérica, Uruguay tiene 21 días de asueto; Venezuela, 17; Chile, 16; Brasil, 14, y Paraguay, 11. La Argentina tendrá este año 18.
Reiteradamente hemos cuestionado desde estas columnas aquellas medidas demagógicas que atentan contra la cultura del esfuerzo y del trabajo que tanto necesitaríamos reinstaurar en nuestra sociedad. No deja de ser preocupante que, más allá de los incentivos a la industria sin chimeneas que también alentamos, cada vez tengamos menos jornadas laborables en el calendario anual.
Con un tono informal, más allá del uso impropio de información que no debió utilizar a estos efectos, haciendo referencia a la decisión de la Presidenta de fomentar el turismo interno con la creación de los llamados feriados puente, destacó en su mensaje la importancia que éstos revisten para el desarrollo de las economías regionales y la creación de empleo.
El año pasado, un decreto oficializó la incorporación al calendario festivo del lunes y martes de Carnaval y la creación del 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional. Fue así que los feriados crecieron un 78 por ciento en 2011 respecto del año anterior y esto incrementó notablemente el movimiento turístico interno de los argentinos. Coadyuvó para ello también, por un lado, el estímulo al consumo en detrimento del ahorro que benefició idénticamente a otras actividades económicas, así como la mejora de los salarios reales. Para este 2012, que suma, además, el feriado de pasado mañana -por única vez para celebrar el Bicentenario de la creación y primera jura de la bandera nacional- se estima que los guarismos del turismo podrían continuar en aumento.
Si incluimos los fines de semana ordinarios, matemáticas mediante, tendremos que son 121 los días de descanso previstos en 2012; todo un récord. El gran beneficiado es el turismo que, gracias también a una tendencia mundial por la que la gente viaja por períodos más cortos, ve notablemente desestacionalizada su actividad. Es la industria la que se resiente.
Las previsiones de la Cámara Argentina del Turismo (CAT) anticiparon un récord en la temporada estival de 27 millones de turistas, aun cuando en promedio las estadías hayan sido más cortas. Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) señalaron que probablemente muchas familias hayan resuelto acortar los tramos a fin de aprovechar luego alguno de los diez fines de semana largos que tendrá este 2012.
Por otra parte, el panorama económico que se vislumbra a futuro provoca indudablemente una fuerte incertidumbre. Los ingresos familiares acusarán el golpe de un ajuste que se viene anunciando y que se suma a un contexto de menor crecimiento económico. Habrá que ver cómo repercuten las medidas anticipadas en las previsiones de escapadas turísticas de la población.
En la Europa castigada por la crisis, la tendencia es promover la productividad y los asuetos se reacomodan con este objetivo. En Portugal, pasaron de 13 a 9; España eliminaría 4 y pasaría a tener 14, todo esto a instancias de una Alemania que destaca que la divisa común impone también estas otras obligaciones. El rígido calendario de los Estados Unidos apenas contempla 10 días festivos. En Sudamérica, Uruguay tiene 21 días de asueto; Venezuela, 17; Chile, 16; Brasil, 14, y Paraguay, 11. La Argentina tendrá este año 18.
Reiteradamente hemos cuestionado desde estas columnas aquellas medidas demagógicas que atentan contra la cultura del esfuerzo y del trabajo que tanto necesitaríamos reinstaurar en nuestra sociedad. No deja de ser preocupante que, más allá de los incentivos a la industria sin chimeneas que también alentamos, cada vez tengamos menos jornadas laborables en el calendario anual.