Los docentes deben rendir examen
En todos los países desarrollados y menos desarrollados del mundo los sistemas educativos están incorporando la evaluación de escuelas y docentes como herramienta fundamental en el mejoramiento del sistema, y de apoyo a los maestros.
Una reciente encuesta que el Ministerio de Educación porteño realizó entre 5256 alumnos de tercero a sexto año de las escuelas secundarias públicas arribó a la conclusión de que, para los jóvenes, el "problema" en el aprendizaje son los docentes o, en todo caso, la falta de docentes buenos. Los alumnos secundarios reconocen y aprecian a los buenos profesores, pero encuentran que son pocos.
El 41 por ciento de los encuestados a través del programa Pensá en Grande, del Ministerio de Educación porteño, respondió a la pregunta sobre cuál creen que es la mayor dificultad de la escuela media que "los buenos profesores son pocos". Para las autoridades ministeriales este estudio es parte de su política de "escuchar a los actores del sistema", y ante los mencionados resultados, ellos también coincidieron en que se debe mejorar la práctica docente.
Los datos aportados por la encuesta, además de contradecir el supuesto desinterés de los alumnos en el aprendizaje, dejan al descubierto la importancia de contar con una solida información sobre el desempeño de los alumnos y los docentes, y poder así tomar decisiones para la capacitación y formación de equipos docentes por escuela, y la correspondiente remuneración.
El ministro Esteban Bullrich anunció días atrás que en octubre se convocará a una evaluación voluntaria de docentes de primero a tercer grado del nivel primario, como un primer paso en la búsqueda para instalar el proceso de evaluación como uno de los pilares en el mejoramiento de la calidad de la escuela pública en la ciudad.
Entender el desempeño de los maestros contribuye a enfocar la capacitación, a compensarlos apropiadamente, y a asignar docentes en función de las necesidades de alumnos y escuelas
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) se refirió a las distintas conductas que se siguen en otros países para incentivar a los docentes. Por ejemplo, en el estado de Florida, Estados Unidos, se pagan remuneraciones más elevadas a los profesores cuyos alumnos obtienen mejores resultados en las evaluaciones estandarizadas anuales, y en México se paga un salario diferenciado a los docentes con mayores titulaciones.
También señala el Cippec que, si bien en nuestro país ya existe un incentivo monetario para docentes que se desempeñan en escuelas ubicadas en contextos difíciles (las rurales, por ejemplo), quizás no sea el único camino cuando se piensa en la mejor preparación de quienes están al frente de las aulas.
Evaluaciones como las decididas por el Ministerio de Educación porteño no sólo son bienvenidas, sino que su profundización es absolutamente necesaria. En el momento de decidir salarios y programas de capacitación, identificar a los mejores y reconocérselo ayudará a lograr ese nivel educativo que tanta falta hace en la Argentina de hoy.